martes, abril 28

Intelectuales y progresismo

 
 
Leyendo a Paul Jonson, en su libro "intelectuales" tengo una pequeña tentación, cambiar el título por el de "corruptores" y es que, realmente los personajes que describe, verazmente, tienen de todo menos una vida ejemplar.
 
Esos intelectuales están bien definidos como "aventureros de la mente", porque no cabe la razón en su aventura, sino la irracionalidad rociada de buenos sentimientos.
 
 
El paladín de la paz, del "buen salvaje", Rousseau, es presentado en la vida real como un adúltero, una persona que abandona a sus cinco hijos en la Inclusa para impedir que sean educados por su compañera a la que considera vulgar. Los cinco mueren. También es el paradigma de la ingratitud, del odio real a personas reales, muchas de ellas a las que debe favores. De la amistad con Hume acaba con un odio manifestado que da pavor. Su avaricia y su afán de dinero y de bien vivir son también una señal de los actuales progresismos, porque no nos engañemos, su vida se repite en esa tropa de intelectuales progresistas que han roto los moldes de la tradición por el culto al "progreso de la humanidad" que implica considerar como mal a la familia, la lealtad, la continencia sexual, el respeto a los compromisos.
 
Su uniforme, el de los "iconos progres" suele ser: infiel a su mujer, adúltero, desleal, egoísta, vividor; si puede ser de ellos, vivirá en la abundancia; manipulador de las masas a través del sentimiento; y una especie de soberbia que obliga, "como un favor gratuitamente otorgado" a los demás mortales a adorarles y ponerse a su servicio con una fe ciega que no exige ni Dios.
 
El modelo de Rousseau, de ese padre desnaturalizado que abandona a sus hijos, es el del Estado Absoluto, paradoja del "buen salvaje" un Estado que debe lograr "la bondad y los buenos sentimientos" inculcándolos en la Educación Pública.
 
La Educación Pública de los progresistas cumple el modelo "rousseauniano" pues propaga la promiscuidad, la infidelidad, la definición de bien o mal según la voluntad pública, el sentirse bien con mi cuerpo, el no sentir remordimientos por mis acciones, el ser auténtico, el asesinato de inocentes como es el aborto, la destrucción de la familia, la homosexualidad ejercida. En definitiva: el modelo progresista es "modelo de corrupción" de todos los "viejos moldes". Pero, atento a la paradoja: los viejos moldes son sencillamente "la constitución de la naturaleza humana".
 
Esta sería la voz del "Progresismo": Con buenos sentimientos mataré a mis hijos o los abandonaré, como Roussau, en una Inclusa. Con buenos sentimientos abandonaré a la indigencia a los que me ayudaron cuando no pueda sacar de ellos más provecho, porque tengo cuestiones más sublimes en las que preocuparme: "la salud del planeta". Con buenos sentimientos arrebataré a los padres la educación de los hijos, les generaré problemas con embarazos no deseados motivados por mi sistema educativo, ya que liberaré a los hijos de todo "paternalismo impositivo".
 
Es claro que ante tanta monstruosidad sólo cabe recuperar la razón y denunciar a esos "aventureros de la mente" como "soldados de fortuna" para destruir las sociedades pacíficas y prósperas. Será preciso recuperar también aquellos valores que, universalmente admitidos desde que existe la humanidad, han permitido "incluso" que sobreviva aunque haya en ella una minoría corrompida.
 
La mente "creadora" en vez de "escrutadora" de la verdad es sencillamente una mente que "inventa mentiras". ¿Cómo es posible que ante esta evidencia tengan tanto éxito los corruptores contemporáneos? Probablemente porque a todos nos gustaría ser algo distinto que nosotros mismos.
 
Si nos amásemos más, si nos conociésemos mejor, valoraríamos más la capacidad real del ser humano y no los sueños que acaban destruyendo internamente al que cae en los sueños de sirena del progresismo corrupto
 
frid

lunes, abril 27

La culpa no la tiene "toda" Zapatero

 
 
Mis amigos, preocupados por la situación económica de España, razonan de un modo claro: Rodríguez Zapatero ha sido el gestor que nos ha llevado a la ruina, luego que dimita y que pongan a otro". Piensan que, lo mismo que en los Bancos y Cajas donde "por ahora" se ha mostrado la mala gestión y la caída de la entidad, si se interviene, lo mínimo es cambiar el gestor de la entidad.
 
Unos ejemplos:
 
 
Pero ¿es Zapatero el responsable? Sí en cuanto que le hemos puesto "nosotros" para que nos gobierne y no, en cuanto "nosotros" le hemos elegido. Y, por tanto, tiene la legitimidad de dos elecciones ganadas. ¿Engañando? Creo que en la segunda consulta no ha engañado a nadie. Todos le conocemos lo suficiente como para que los electores sean responsables. Me tranquiliza no haberle votado, pero me preocupa que tantos le hayan designado para llevar nuestra nación adelante.
 
Su programa ya era conocido: La realidad se transforma con la voluntad, pues, como decía alguno de sus próximos: "Y dijo Dios, y fue creado". Ellos pensaban que la libertad construía la verdad, que la voluntad modificaba la realidad. Y así estamos.
 
Por otra parte la anterior legislatura eran "todos contra el PP" que ha quebrado sólo temporalmente en el País Vasco y en Navarra, en el primer caso por la ambición de Patxi López por ser lendakari y en el segundo por la reacción del pueblo navarro.
 
 
Ese modelo ha hecho que el presidente elegido en segunda legislatura lo haya sido por gentes que querían su modelo, por una especie de "frente popular". Un gobierno para la mitad de España, un gobierno anti-PP, un gobierno cuya prioridad no era ni la economía, ni el bienestar, ni la estabilidad, ni la paz, sino el adoctrinamiento, la tensión y la crispación.
 
Ahora toca recapacitar. El voto próximo es en las elecciones europeas. Influye menos directamente en el rumbo de la nación, pero es un signo que mostrará si los españoles seguimos todavía pensando que el "modelo Zapatero" nos va bien o está obsoleto porque no da más de sí, porque no tiene recursos para salir de la crisis, porque la crispación y la insolidaridad no construyen nación sino que la debilitan.
 
Y siempre seremos los españoles los que tendremos la última palabra.
 
frid

sábado, abril 25

Darwin asimilado





Hay algo en el Catolicismo que no es fácil de encontrar en ningún otro sitio y es su gran capacidad para la reflexión. Si bien en un tiempo el "liberalismo" era hostil al cristianismo, pasó el tiempo y muchos de sus presupuestos son hoy claramente cristianos. Se ha asimilado la verdad que encierra esa doctrina y se ha encontrado que encaja con la realidad  del hombre: Dios nos creó en libertad. Desde ahí se puede avanzar sobre cómo compatibilizar principios y cómo cribar el trigo de la paja.

Liberalismo que define la verdad y la bondad de las cosas, exaltación del ego... eso acaba en el relativismo ético y en muchos males. Y es antropológicamente falso.

Liberalismo que se sostiene en la libertad de elección, en la libertad de formar la propia conciencia, en la libertad de la iniciativa individual y la responsabilidad personal, si además de adereza con lo que le complementa: la realidad social del hombre, las circunstancias, los compromisos líbremente asumidos y la lealtad, entramos en una antropología cristiana.



Con Darwin pasa lo mismo: un determinismo materialista excluyente de Dios y estamos en una antropología y cosmología hostíl al cristianismo y radicalmente insostenible. De la nada nada surge.

Pero si introducimos la evolución en el plan de la providencia divina, si nos asomamos a las leyes de la genética introducidas en el ADN, si vemos su armonía, la necesidad de una mente ordenadora y pensante, nos acercamos a "una interpretación" del modo de hacer de Dios: a través de causas segundas. Y no es incompatible con el Hecho Creador. Y ahí tenemos a Darwin asimilado por los cristianos.

Y tenemos estos días un ejemplo de cómo el estudio de la ciencia asombra y hace preguntarse ¿Y ese orden es acaso azar? Antony Flew, converso del ADN, es una muestra.

Y es que si me encuentro una casa ordenada, con las camas hechas, limpia, la mesa puesta y unos magníficos y olorosos platos puestos esperándome, lo último que se me ocurre es que eso se debe a una vatira mágica. No dudaré que ha estado mi madre, mi esposa, mi cocinera, o ALGUIEN preparándome ese magnífico habitáculo.

Y es que, como dice Ayllón, las condiciones para que haya vida en la tierra son tan singulares que más que "un planeta vulgar y común" estamos ante "un planeta extraordinario"

frid


Ver:

Del ADN a Dios: la conversión intelectual de Antony Flew

Darwin y el Génesis: compatibles

La evolución al servicio de... o Darwin manipulado

El físico cuántico Bernard d´Espagnat recibe el premio Templeton de Religión

La mentalidad inquisitorial, por Alfonso García Nuño

El ocaso del darwinismo, por Julio Loredo en Acción Familia

La ciencia es agnóstica, por G. Pedrosa

Darwin visita la Gregoriana

Experto precisa falsa oposición entre "darwinismo" e Iglesia Católica

"El origen del hombre" y evolución; un DVD responde a las preguntas


Darwin y la teoría de la evolución. Por Carlos A. Marmelada

Sobre la teoría de la evolución, por Manuel Ordeig

Homo floresiensis. El pequeño gran misterio de la evolución humana, por Carlos A. Marmelada

El Génesis y el origen del universo y de la vida

Sobre el origen de la inteligencia humana, por Carlos A. Marmelada

El Papa reitera que las ciencias pueden ayudar a comprender la creación Evolución y creación, nuevo diálogo entre ciencia y fe, por Laureano López

Opciones sobre el origen de las especies ¿Darwin tenía razón?

Desde Darwin hasta el movimiento animalista

No hay evolución sin creación, por José Ramón Ayllón

El Dios de Darwin, por Lisa Justiniano

El darwinismo es una teoría científica, no una ideología. Entrevista con Marc Leclerc en Zenit

Cientificismo positivista y ciencia positiva hoy, por Carlos A. Marmelada

lunes, abril 20

Diálogo

 
 
Este lunes comenzó en el Ayuntamiento de Zaragoza un curso sobre "lenguaje sexista" para concejales, entiendo que con la finalidad de explicarles cómo hablar de modo "políticamente correcto", o lo que es lo mismo: "cómo hablar sin decir la verdad para que nadie se enfade".
 
 
Alguno dirá que lo "políticamente correcto" es una convención para evitar la violencia en el lenguaje, para lograr la paz civil, social e, incluso, mundial.
 
Un amigo afirmaba que este tipo de cursos son una crítica a miles de años de uso del lenguaje como vehículo de agresión al sexo débil y a los homosexuales. Probablemente ya la misma expresión "sexo débil" sería sexista por ser claramente discriminadora, aunque también lo sería la misma constitución más musculosa del varón. Porque ¡¡¡la naturaleza es sexista!!! tanto en la constitución física como en las tendencias naturales. Y por eso el gran avance cultural, que dio el cristianismo no fue negar las diferencias sino afirmar la igualdad de identidad como hijos de Dios y como dignos del mismo camino de santidad.
 
Si la naturaleza es sexuada, por ser más preciso, la homosexualidad es una desviación de ella, como la cojera, la ceguera... No hace malo a nadie la tendencia, pero te hace diferente.
 
Pero esta digresión está orientada a hablar de las bases del diálogo, bases que he encontrado en el libro de Samir Khalil Samir al referirse al diálogo entre cristianismo e islam.
 
No hay diálogo en la búsqueda de lo común; eso puede ser la base, pero donde realmente hay diálogo es en el mostrar, con todo el respeto del mundo, las diferencias de modo de pensar.
 
La libertad natural del intelecto hace que se adhiera a la verdad, según su acercamiento, con la probabilidad, la opinión o la certeza. Cuando se adquiere certeza hay seguridad de que uno está en la verdad.
 
El diálogo ni significa "dudar de mi certeza" sino mostrar los argumentos de la misma. Se trata de convencer, que es "vencer juntos", no de vencer, que sería imponer, ni de relativizar, que sería "perder juntos".
 
La base del diálogo está en el respeto de las razones del otro y la apertura a la verdad. Si se niega que haya verdad no hay diálogo posible sino "pacto político", o lo que es lo mismo, la definición de una convención de lo "políticamente correcto" en lo que nadie cree pero que todos afirman por temor a contristar.
 
Por eso algunas filigranas como "los cursos para evitar el lenguaje sexista" son barrocas y huecas. ¿No bastaría la buena educación?
 
Porque la buena educación incluye el arte de no ofender. Y ¿cómo? respetando a la persona, aunque sepamos con certeza que está equivocada o que su conducta es reprobable. La buena educación no ofende "sin necesidad" pero se defiende también y defiende a los suyos hablando, cuando es preciso, con claridad.
 
Por eso es buena educación resistirse al adoctrinamiento de lo "políticamente correcto" y hace vivir ese principio básicos de la ética: "no hacer ni querer para los demás lo que no querría para mí mismo"; y esa buena educación se sublima aún más si se añade este valor cristiano: "amar también a los enemigos", lo que no significa, en absoluto, invitarles a tu casa ni hablar bien de ellos, sino disculparles y admitir su capacidad de cambio y de dejar de ser nuestro "enemigo".
 
Así, con esa apertura a la capacidad del otro de cambiar y de comprender la verdad, se está preparado, incluso, para dialogar no sólo con el que no piensa como nosotros, sino también con el que, además, nos ataca con saña destructora.
 
frid

viernes, abril 3

Trampas para plagas

 
 
 
Un procedimiento para reducir la población de las plagas suele ser el de las trampas para machos. Van como locos ante el aroma de la hembra y caen en un bolsón, dejando a la población femenina con menos posibilidades de engendrar. Creo que si fuesen inteligentes, en vez de trampas para machos, bastaría educarles con los contenidos de algunos textos de la Educación para la Ciudadanía o inculcarles la ideología gay.
 
Otra opción es la técnica que produce esterilidad, preferentemente en los machos, pero también en las hembras. Esa técnica se aplica con éxito en humanos si bien se invierte la tendencia de la naturaleza. Entre humanos, por eso de la real discriminación, es más abundante en el sexo femenino y con grandes efectos negativos porque introduce la variante de convencer a la hembra que "lo que lleva en su seno, eso, es la plaga" y ella misma se fumiga al hijo de sus entrañas.
 
Es claro que para actuar contra la "plaga" hay que inducirla a un error fatal. Y en el caso humano ese error es "negar la realidad de lo universalmente y pacíficamente conocido" con la ayuda de la "alteración del significado de las palabras".
 
Si los animales tuviesen como criterio de comportamiento el definido por el movimiento feminista radical, ese que sostiene que hay tres sexos: "el biológico", "el que se siente" y "el que se hace" y que el matrimonio es sencillamente: "un@ con un@ mientras sienta que l@ quiero", probablemente no habría ni plagas ni nada, salvo que hubiese una desigualdad inadmisible: "muchas más hembras" de tal modo que la probabilidad de que un macho topase con una hembra fuese muy alta. Pero en el mundo de la "igualdad" tendría que haber un porcentaje idéntico de machos y hembras, con lo que la probabilidad de una pareja heterosexual se reduciría al 50%, sin contar "qué se siente un@", ya que entonces habría combinaciones de tres elementos tomados de dos en dos y aún se reduciría más el porcentaje de parejas capaces o con voluntad de engendrar.
 
Si además se introduce al hijo como un elemento de la economía y no del amor, su equiparación con el segundo vehículo, la segunda vivienda, las noches de copas, le transformarían en una "plaga" que alteraría gravemente el bienestar de sus progenitores. Sería algo normal que el aborto se aplicase como fórmula "anti-plaga" si fallasen otros métodos para fumigar al niño no nacido o para evitar que se forme el embrión humano.
 
De hecho las estadísticas confirman que la técnica para el tratamiento de plagas es efectiva en los humanos que admiten y viven las nuevas doctrinas progresistas. Apenas tienen hijos, no forman uniones estables, la violencia con la posibilidad que un espécimen de la plaga elimine al otro aumenta y su esperanza de recambio generacional ha caído llevando al Invierno demográfico europeo.
 
Luego, desde el punto de vista científico, la ONU y la UE han acertado en el método de tratamiento de la plaga definida como "ser humano"
 
Mi esperanza está en que "la plaga" utilice su inteligencia" si le queda algo, elimine esas teorías perversas, desenmascare a los fumigadores de humanos que hay en los Organismos Internacionales y demuestre que, aunque "plaga" es "humana" y, por tanto, "una raza superior". Y no pido perdón por mi atrevimiento: a pesar de todas las tonterías que hace,  el hombre es "animal racional", "homo sapiens supersapiens" y no sé cuantas cosas más que hacen posible un vuelco de la tendencia.
 
frid