martes, enero 20

Tiempo de crisis. Solidaridad pero no socialismo.



Estos días te encuentras por la calle con amigos que han sufrido en sus carnes la crisis, por otra parte los sindicatos realmente están preocupados. 35.000 trabajadores se manifestaron el domingo pasado en Zaragoza temiendo lo peor.

La sensación que se tiene... nos aplican la medicina en pequeñas dosis. Solbes sabe pero aunque es malo el escenario que ahora dibuja... la realidad es aún peor. Los comedores de caridad atienden a personas que nunca han ido y aparecen pobres vergonzantes, de esos que tienen vergüenza en que se sepa que andan con necesidad.



Y ahora, ante la crisis, aplicamos criterios sociales. Pero ¿qué criterios?

Dice mi amigo Ángel que en tiempo de crisis se dilapida el dinero público haciendo "puentes que no llevan a ninguna parte". Al acabar la obra se acaban los recursos y no se ha generado ninguna oportunidad.

Por otra parte ¿sólo el mercado remediará el problema? ¿Se ajustarán los sueldos, se recortarán las prestaciones, se reducirá el gasto suntuoso? ¿Llegará el recurso económico al ciudadano o se lo quedarán los bancos para reducir sus agujeros?

Hay muchos interrogantes que tanto Humberto, Ángel como Fernando, cada uno en su ámbito podrán contestar. Yo sólo sé que sin gasto no hay ingresos, pero sin trabajo no hay gasto... esa es una peligrosa escalada que está haciendo tambalearse empresas que tenían dinero contable, pero en forma de "deuda impagada"... no se paga, el ERE y el Concurso de acreedores vienen en cadena... se pasa a ser "empresa que no paga" y el castillo de naipes sigue su camino.

Y ¿la política social? Los ¿PER andaluces, los subsidios, sirven para algo? Si no se genera iniciativa empresarial, si no se generan oportunidades... son "puentes que no llevan a ninguna parte", nos comemos los activos y nos endeudamos.

¿Trabajo para todos y programado? Ejemplo de ello la Rusia comunista: caos y pobreza.

¿Incrementar los impuestos al pudiente? Eso sería provocar el hundimiento de los empresarios que pueden sacarnos de la crisis.

Y eso que alguno ya dice que "rico" es el que tiene trabajo. ¿Impuestos al que trabaja? Hacer que cargue sobre él toda la responsabilidad de los brazos muertos? No parece que sea justo, pero desde una política socialista suena bien y demagógico.

Despojado de recursos el Estado se pasaría a despojar de recursos al empresario que sobrevive o al ciudadano que está trabajando hasta desincentivarlo como pasó con los impuestos progresivos del "paraíso socialista sueco".

¿Y no estaría la clave en reducir la carga impositiva al "dinero que se mueve", a la inversión empresarial? Sin más cargas, aunque al principio el arca de los impuestos no se llene, comenzará a tener más y más entradas por los movimientos y desarrollos económicos.

No veo que la solución de la crisis sea ahogar lo que todavía está respirando.

frid

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