Leyendo el libro de Roberto Saviano sobre la mafia napolitana, me ha golpeado varias veces su descripción de las relaciones económicas de la mafia como "capitalismo salvaje" y, ciertamente, ahí impera la ley de la selva, pero a diferencia del Oeste Americano, ese en el que la ley era suplida muchas veces por la capacidad de matar, aquí en Nápoles y en Italia, las familias son instituciones tan extensas que son como "un Estado dentro del Estado" y un Estado con unas reglas para garantizar su hegemonía.
Por eso ese sistema económico, derivado de la actividad criminal, como dice Giovanni Falcone para referirse a la Mafia, no es "un sistema puro" pues incorpora en él dos fuerzas contrapuestas según su interés. Por una parte el interés de grupo, "podríamos decir de empresa criminal" que le lleva a una "competencia por el espacio y posición", pero por otra su corrupción del sistema económico a través de la influencia y compra de políticos con una gran tendencia al "monopolio", a la "tiranía", a ser realmente UNO, y ese UNO tendría a su disposición las estructuras del Estado. Podríamos hablar de lobby criminal.
Entiendo que el interés sin el adjetivo "legítimo", tiene una fuerte connotación de egoísmo. Pero esa acepción es incorrecta, el interés sería el rendimiento del capital y, por ampliación de su significado, sería también la expectativa legítima del rendimiento del trabajo o del capital. En ese sentido: el interés sería siempre legítimo. Y el adjetivo sería para su contrario, para la usura, para la coacción, para el "todo vale".
Cuando entramos en la cultura del "todo vale" hemos despojado a las relaciones humanas del ejercicio de la "justicia", luego las deshumanizamos. Por eso el "todo vale" no debería ser la pauta en la que introducir el liberalismo económico sino su corrupción.
Corrompidas las reglas económicas, sólo es cuestión de bajar escalones para ir desde la presión para adquirir una posición de privilegio en el mercado a la coacción, de la coacción a la extorsión, de la extorsión al crimen.
La aspiración inicial podría ser legítima, el fin incluso de lo más loable. Pero los atajos atan, la conciencia se descompone. Se comienza aceptando un dinero que quema, que viene de la droga porque ahora los bancos no dan crédito a nadie; se pasa a ser protegido por el mafioso y se acaba siendo un asalariado de esa nueva empresa. Se acepta un regalo por parte de un funcionario, ese regalo es algo más que un "detalle" y se encuentra uno trazando la linea del plan urbanístico por donde marcan los intereses de esa familia.
Cierto, este sistema genera competencia, pero no con los principios que rigen las relaciones de seres humanos sino con los más animales de todos, el poder y la fuerza. Nietszche afirmaba que esa era la moral del "superhombre", pues cierto: un ejemplo en las mafias italianas, del Este, y por qué no también del país en el que vivimos. No vayamos a achacar nuestras corrupciones a los de fuera, que los alcaldes investigados no tienen apellido ni nacionalidad rusa o italiana.
Las leyes de la selva funcionan. Las especies compiten por su supervivencia y territorio. Pero son eso "salvajes" y no se nota que hayan evolucionado a mejor sino a peor las zonas en las que esa ley impera.
¿Es una selva la economía? Si se trata de economía entre seres humanos: !NO!. Tampoco es una selva la política aunque haya sistemas dictatoriales y otros en los que impere la anarquía y el desorden.
Las relaciones humanas no se rigen por el "ser" solamente, sino también por el "deber ser". La naturaleza pone la base, la inteligencia la luz y la voluntad el empuje para que los sistemas económicos sean humanos. Y para eso deben regirse por el orden de la justicia. Eso es lo mínimo.
Por eso ¿capitalismo salvaje o capitalismo de rostro humano? Si es "humano"... sencillamente capitalismo.
frid
3 comentarios:
Hola como estas! Me encanto este post, muy interesante todo lo que detallaste.
Saludos
Capitalismo...¿mejora el hombre con este sistema?...
Dimas: igual que no se puede humanizar el comunismo porque atenta directamente contra la dignidad de la persona al excluir la propiedad, el capitalismo, como sistema económico, no es un sistema global, luego hace referencia a un modo de desarrollar la actividad humana.
Si ese modo cumple el orden de la justicia es lícito, bueno, magnífico ya que fomenta la iniciativa, la competividad y la creatividad.
Si no se guarda el orden de la justicia se cae en la trampa, el monopolio, la coacción, etcétera.
El hombre no mejora por el "capitalismo" sino por ser justo y virtuoso en ese sistema.
frid
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