A la izquierda de las bombas. Guetaria un aviso.
¿Existe el etarra bueno? sólo en la imaginación de Zapatero ¿y si ni siquiera él, que se cree tantas cosas según le conviene, él se lo creyese? ¿En qué mentira nos están metiendo? ¿rectificarán cuando la sangre deje de ser "un accidente"?
¿Existe el etarra bueno? sólo en la imaginación de Zapatero ¿y si ni siquiera él, que se cree tantas cosas según le conviene, él se lo creyese? ¿En qué mentira nos están metiendo? ¿rectificarán cuando la sangre deje de ser "un accidente"?
La preocupación del propio gobierno vasco por el artefacto casero en el vehículo de José Antonio Elola, candidato en las listas del PSE-EE por Getaria (Gipuzkoa), confirma la gravedad de la nueva amenaza etarra que podría haberlo destrozado si no hubiera fallado. Llamar a Batasuna a que se distancien de ETA es un pintxo de lo mismo. Etarra malo y al etarra bueno no vale por mucho txiquito que le acompañe. Batasuna enmascarada en forma de ANV estará en los ayuntamientos. Ya lo está en el parlamento en forma de PCTV. Las bombas siguen sonando en el particular diálogo democrático llamado abertzale. Izquierda abertzale renombrada ahora por Ibarretxe en esta condena, como izquierda autonomista. Las palabras, máscaras, pseudolenguajes no pueden ocultar los criminales hechos. A la izquierda de las bombas no hay nada. En ellas se sustenta esta calificada izquierda. Totalitaria. El partido que legaliza este partidos sufre su peculiar lenguaje democrático. Si esta izquierda no está a ningún lado de las bombas, la respuesta lógica es su repulsa a este fallido atentado. Condenarlo, es la palabra en lenguaje democrático. De ilegalizar partidos que no condenan la violencia, en las condiciones institucionales actuales, ni siquiera hablamos.
José Carlos Navarro Muñoz.
1 comentario:
¿La izmierda condenar algo que sea responsabilidad suya?. ¡Jamás!. Ellos son la perfección moral y ética. Nunca se equivocan. Y lo de pedir perdón... Algunos aún estamos esperando que lo hagan por el gulag, por los millones de muertos, por... En fin. Perder el tiempo.
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