El último baluarte de la libertad, el Defensor del Pueblo, el Justicia de Aragón y de toda España, ha sido tocado por el Gobierno Socialista. ¿Eso es amar la libertad? ¿O es que sólo hay libertad para decir y hacer lo que ellos piensan?
La presión socialista contra las libertades ha llegado al Defensor del Pueblo. Ya se ve que no admiten que les corrijan o que se muestre la dudosa inconstitucionalidad de sus medidas. El Partido Socialista va a proponer la reprobación en la Cámara de Enrique Múgica. Es equivalente a la acción de Felipe II reclamandonos a los aragoneses al Justicia de Aragón por dar protección, según los fueros aragoneses, a Antonio Pérez. Es el poder absoluto contra el defensor de los ciudadanos.
Pero hay diferencias. Enrique Múgica no defiende a un presunto traidor al Reino que huía a Francia para evitar ser juzgado por la justicia real; el señor Múgica defiende a todos los españoles, y a la propia España, del desmembramiento a la que parece abocarla el Presidente de Gobierno, el señor Rodríguez Zapatero. Aquí la presunción de deslealtad está en el "soberano".
Y debería escribir ya con mayúscula la palabra Soberano Rodríguez Zapatero. Su táctica de poder le ha llevado a gobernar sectariamente, porque eso es gobernar contra la mitad de los españoles. Pero también su táctica de mensajería para boicotear actos de la oposición, de los que es responsable también la cabeza de los nuevos cabezas-rapadas, de los cachorros socialistas, muestra qué nos espera a los que no pensemos doblegarnos a su visión única e iluminada de los destinos de España.
Hoy el Partido Socialista anunciando la reprobación del Defensor del Pueblo se quita una careta más. Ya acusó a los miembros de los Consejos Asesores de partidismo cuando no se avenían a su pensamiento único, pero con este acto ha rebasado la barrera de la decencia democrática.
Atacando al Defensor del Pueblo por ejercer su función de "Pepito Grillo" o "toca pelotas" del Ejecutivo, una función que permitía ver en una persona independiente un mínimo altavoz de las víctimas del abuso de poder, nos encontramos con la constatación de que nuestro Presidente se mancha las manos y aparece ante los españoles como un Monarca Absoluto que hubiese condenado otra vez a nuestro Justicia.
Aragoneses, amantes de la libertad "y de los fueros", ved el desafuero que hacen al Justicia, no sólo de Aragón sino también de España. ¿Será porque quien lo hace no cree ni en España, ni en la democracia, ni en nada?
frid
miércoles, octubre 18
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2 comentarios:
Vamos por muy mal camino.
Si da miedo pensar en lo que hicieron en el P$o€ por ganar, pánico da pensar lo que harán por no perder.
Efectivamente, como dice Cerrajero, dan pánico...pero quizá, y eso es un paso más en la escalada del terror, incluso les dé gusto...
Hace como que desconocen el balancing entre instituciones en democracia.En breve acometerán la reforma del CGPJ.
No se arredran ante casi nada...Carecen de respeto a la persona...
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