El Expolio de Andalucía

EL EXPOLIO DE ANDALUCÍA

Nos decía un catedrático de la Universidad de Granada: "Gracias a Dios que no tenemos o no nos queda nada de interés económico para los extranjeros; porque de ser así, nos lo habrían arrebatado por las buenas o por las malas". (Adolfo Rancaño)

Efectivamente, si hacemos un repaso vemos que las Minas de Río Tinto, mientras tuvieron cobre, con plata y oro, fueron de Inglaterra. Cuando le dejaron de interesarles, nos regalaron los cráteres de la explotación abiertos, y se marcharon..

Las Minas de Alquife, mientras les interesó el mineral de hierro, en vez de montar en Guadix o Almería unos altos hornos para la obtención del hierro, se transportó el mineral a Bilbao o Avilés. Cuando dejó de interesar, se cerró el yacimiento, se dejaron abiertos los agujeros de la explotación y se echó el personal a la calle.

Más asombroso resulta que un yacimiento de estroncio en Granada, en el Monte Vive, cerca del pueblo de Alhendín, desaparezca el monte, se traslade impunemente el mineral al extranjero, sin dejar ni una peseta, ni un euro para Granada o para Andalucía y nadie diga esta boca es mía. ¿Dónde están los ecologistas? ¿Dónde están los de Green Peace? ¿Nos habrían permitido los ingleses o los alemanes traernos un cerro simbólico de alguna de sus ciudades? Ya sabemos que el "Hombre del Tiempo" se equivoca menos que los refranes populares, porque antes se decía: "Cuando el "Monte Vive" tiene montera, llueve seguro aunque tú no quieras" Ahora el "Monte Vive" es el "Monte Muerto" y desaparecido. Ahora ya, no sabemos si va a llover o no. La verdad es que ha llovido poco en Granada, y menos aun nos merecemos.

Había un yacimiento de pirita en la Sierra Nevada, que se sacaba en burro por Lanjarón. Los japoneses pagaban aquella pirita al doble de lo habitual, y la gente se creía que eran tontos, hasta que Don Enrique Gutiérrez Ríos, descubrió que tenía molibdeno, y no eran tontos quienes compraban, sino quienes vendían.

Había un tranvía que subía a la Sierra Nevada y que podía llegar hasta el Arroyo de San Juan, y pensaban instalar un funicular o elevador hasta Los Albergues, pero informaron que era deficitario y se suprimió el tranvía. ¿Quién va a querer subir a Sierra Nevada en invierno, se dijeron, con el frío que hace allá arriba? Se suprimió y nos quedamos tan contentos de lo listos que somos.

Había un yacimiento de turba en el Padul. Francisco Martínez Álvarez se puso en contacto con una empresa belga para industrializar su explotación. Se aprobó el proyecto, pero alguien sospechó que no valía la pena industrializar aquello y se perdió.

Había tres fábricas azucareras en la zona de Granada, para la remolacha cultivada en la Vega, y dos o tres en la Costa para la caña de azúcar. Se han cerrado las tres fábricas de la Vega y también las de la Costa y se ha dejado de cultivar la remolacha en la Vega y la caña de azúcar en Motril y toda la Costa. ¿Es que resulta más barata comprar el azúcar fuera?.

El General Sebastiani, cuando la Invasión Francesa, mandó machacar los huesos de Gonzalo Fernández de Córdoba, profanando su tumba en la iglesia de San Jerónimo, se llevó su espada y arrasó con todos los vasos sagrados, custodias, y sagrarios que encontró, si eran de oro o plata y también con los cuadros que le pareció; a cambio, desmochó la torre de San Jerónimo y construyó el Puente Verde, porque quería establecer su residencia en la Quinta en la Avenida de Cervantes.

El colmo de la inconsciencia de nuestras autoridades y de la rapiña de los avispados, ha sido la extracción de siete toneladas de monedas españolas de oro y plata, de barcos hundidos en la Bahía de Cádiz, o cerca del Estrecho. Se cargaron en avión hace unos días, con la complicidad de las autoridades del Peñón de Gibraltar, y fueron descargados en Estados Unidos.

Si contáramos las empresas cerradas, las fábricas abandonadas, las industrias inactivas que han dejado en Andalucía miles de parados y emigrados, sería una lista interminable, pero que está en la mente de todos.

¿Cuándo vamos a despertar?

Miguel Vargas Muñoz