EDITORIAL: Zapatero: ¿Melón o felón?
ETA es un sanguinario grupo terrorista, una banda de asesinos de ultraizquierda dotado eso si, de una lógica aplastante. La tregua era una trampa en la que cayó, con singular delectación Zapatero.
Los grupos mafiosos no necesitan mentir para sembrar el miedo y afirmar sus posiciones. Todo lo contrario. ETA-Batasuna, apenas levemente disfrazada tras el avatar de conveniencia de ANV o PCTV dice siemprelo que piensa: ofrece una tregua en la guerra total declarada a España cuando le conviene recuperar el resuello y la deshace cuando su estrategia de imposición o de conquista requiere la ruptura.
Por eso resulta ocioso el debate ahora reactivado sobre si Zapatero es un fementido felón o un singular melón. Una cosa no excluye la otra. Zapatero actuó con ilusa simpleza cuando pretendió que podía negociar con la ETA y aplicando no se sabe que elusivas artes taumatúrgicas llevarla al abandono de lo que es su razón de ser: el asesinato y la extorsión.
Hubiera bastado que Zapatero aplicara un adarme de sentido común para darse cuenta de que ETA no iba a dejar las armas si no era tras haber ganado la partida. Y que ni siquiera un Zapatero carente confeso de la menor idea de lo que la Nación española sea estaba en posición de conceder la partida. No al menos a la velocidad demandada por los etarras, singulares ofidios de sangre caliente y gatillo nervioso. Nemo dat quod non habet.
Por otro lado Zapatero ha actuado con rotunda villanía en la consecución de sus fines. Armado de aguijada y cuchillo cachicuerno ha tratado repetidamente de expulsar al Partido Popular y a sus diez millones de votantes del debate democrático. Cuando proclamaba: "vamos por el camino de la paz" y "confiad en vuestro gobierno" excluía expresamente a las víctimas y a la mitad de España. Apoyado en el orondo Peces Vellido ha actuado con inquina y rencor contra las víctimas del terrorismo y soportado por el deplorable Dolfos Pumpido ha puesto frenos de cordel y sacado el corazón por el siniestro costado al sistema institucional español. Ha utilizado a la Monarquía, que sale de este trance muy debilitada, ha roto la judicatura y domeñado a la fiscalía. Todo ello por un sueño personalista que más parecía un frenesí de ahogado.
Tras la debacle de ayer, que rozó lo chusco cuando el Presidente Zapatero se convirtió en Segundo Banana de si mismo cancelando una intervención en el Telediario con la excusa de que tenía que departir con la "Cúpula de Interior" mientras el Ministro del Interior estaba, curiosamente, en otra televisión, comienza a alzarse un grito desde la sentina socialista: "de lo perdido saca lo que puedas".
¿Este órdago de ETA es otro pulso pactado? Qué quieren los dos negociadores: tensar hasta que cedamos Navarra bajo el lema: "ningún muerto vale la pena por defender la identidad navarra"; o bien hacer claudicar a los pocos reacios del PSOE navarro a la rendición política; o bien tenernos tensos hasta el 28 de octubre fingiendo un PSOE también víctima de ETA.
¿Ahora les interesan las víctimas y todos los españoles? Si fuese así: Otegui al juzgado, De Juana a la carcel y Pacto de Tinell públicamente denunciado, además de pactos escritos de "concordia histórica" y dimisión del principal responsable.
Zapatero debería seguir a Simancas y a Sebastian por el camino de la dimisión llevandose con él al Ministro Bermejo, el del laxante, a Cándido Conde Pumpido "el mejor abogado de Otegi" y en general de todos aquellos que han colaborado en el programa "rendición ante ETA".
Sólo así podrá renovarse el PSOE y ser el partido centrado, limpio democrático y español que la arquitectura institucional nacional precisa para garantizar la alternancia. Un cambio es preciso en favor de la verdad y de la libertad.
Un PSOE que diga no a la claudicación, no al ocultamiento, no a la rendición. No a este gobierno. Sí a la fortaleza, sí al cambio, sí a la verdad, sí a la libertad.
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