Que no decidan por tí.
En la actual situación de España, cuando el Gobierno del Estado se abroga la función de educarnos, de decirnos lo que tenemos que pensar, de definir lo que es para él un buen ciudadano y nos lo pretende imponer, hay que reclamar la autonomía de la inteligencia.
Cuando el Gobierno del Estado se rige por el relativismo ético, donde no hay ni bien ni mal sino todo es definición del Parlamento es el momento de recordar los diez mandamientos, en especial aquellos relacionados directamente con la convivencia: no matar, no robar y no mentir, además del no desear la mujer de tu prójimo, y el honor debido a padres y personas venerables, y ¿por qué no? a Dios creador.
Cuando el Gobierno de España ha optado por un ateismo militante, habría que reaccionar para defender la conciencia individual y los derechos individuales y colectivos, sabiendo que la construcción del Estado es algo artificial motivado por la necesidad de unir esfuerzos en la batalla por el bien de todos, y que la familia es una institución natural insustituible e inalterable.
Es, realmente, como dice Manuel de la Hera, el tiempo de las decisiones, que no decida otro por tí.
frid.
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