Los pactos en los ayuntamientos de Aragón.
La realidad aragonesa ha sido la de las mayorías relativas. Prácticamente todos los alcaldables se han tenido que trabajar su pacto post-electoral, si bien la directriz que ha primado ha sido la del acuerdo global PSOE-PAE, un acuerdo que si se hubiese llevado al 100% de su eficacia, habría arrebatado la presencia popular en todos los ayuntamientos de cierta relevancia en el panorama aragonés.
Sin embargo, hay alcaldes socialistas y del PAR que han logrado la mayoría con el apoyo del Partido Popular y nadie ha dicho nada, se ha visto normal. En contraste en Fraga, Zuera y Tarazona la lista más votada ha estado a punto de ser botada por los pactos. Pero ahí han primado más las afinidades de programa que las directrices regionales y el PAR, mejor dicho, los concejales electos por el PAR, han pactado con los populares y han impedido el ostracismo político y absoluto de la segunda fuerza más votda de Aragón. Y es bueno para Aragón que eso haya sucedido y los alcaldes electos José Luis Moret (Fraga), José Manuel Larque (Zuera) y Luis María Beamonte (Tarazona) podrán mostrar cómo gobiernan los populares un Ayuntamiento que, curisamente, verá con toda probabilidad recortadas las inversiones del Gobierno de Aragón.
La amenaza de la dirección del PAR a los "concejales díscolos" es similar a la búsqueda de lealtades al 100% por encima de la voluntad de los vecinos que se decidió en la cúpula provincial del Partido Popular y que tuvo las nefastas consecuencias del mayor descalabro político popular de la última década y que le ha llevado a una "nula" posición de fuerza en los únicos pactos posibles, los turolenses. Sin nada que ofrecer, la lista más votada no se ha respetado "cuando era popular" y, sin embargo, sí se ha respetado cuando de otro partido se tratase salvo excepciones singulares.
Con la experiencia del Pacto antidemócratas de Tinell, sonaba algo parecida la ley de acuerdos que dictaba la CHA: "la lista progresista más votada", aviso para el PAR y realidad ya con CiU en Cataluña que ha visto ese pacto en forma de pinza contra su formación. Porque ahí, prácticamente el nacionalismo excluyente ha dejado a los populares como mera marginalidad política. En Aragón sólo hay "sombra de Tinell" y eso debido a que todavía un partido de inspiración moderada puede hacer de visabra en el control político de nuestra tierra. Sin embargo el "frente popular", actualmente denominado "pacto de progreso" convive malamente con lo que ellos califican como "derecha". Es el PAR el mal menor para un PSOE que así vive cómodo y no necesita decir las radicalidades del señor Rodríguez Zapatero, radicalidades que muchas veces coinciden literalmente con el discurso hitleriano en el programa del nacional-socialismo.
Sería un desacierto de la cúpula del PAR ir más allá de una amonestación a esos concejales "díscolos", ya que el Partido Popular sí le ha apoyado en algunos ayuntamientos y porque, en los pueblos, se votan personas, no partidos. Y las listas exportadas desde Zaragoza capital podrían tener el efecto provincial ya denominado "Deembarco Buesa", es decir... entrega de las mayorías absolutas definitivamente a los socialistas.
miércoles, junio 20
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