Esta jornada para periodistas tuvo lugar en el Colegio Mayor Miraflores, y hacía la número trece que organiza conjuntamente con la Asociación de la Prensa de Aragón. Y es la primera jornada en plena efervescencia de la crisis, una crisis que se ha cebado también en lo etéreo y en lo efímero, además de en los recursos para hacer un buen periodismo.
Hoy en día el periodismo recibe sus ingresos principalmente de la publicidad y la reducción en un tercio de la tarta publicitaria, además de la aparición de más tipos de medios, en especial la nueva tecnología de internet, hace que la lucha por la audiencia sea una guerra para la supervivencia, por eso una tónica común a todos los ponentes era resaltar los aspectos económicos de la profesión.
Un buen periodismo requiere calidad, originalidad, credibilidad, y captar la atención del consumidor. Y si se llega y la audiencia o los lectores, o los consumidores de medios, apuestan por el medio, vendrá la publicidad.
Hoy en día la tarta publicitaria ha derivado en algunos países a ser ya mayoritaria en internet, lo que hace pensar que el modelo de negocio tradicional está cojo. De hecho se habló de convergencia, de multimedia. Apareció un ejemplo en pantalla de dos medios en internet: un periódico y una televisión; su presentación era similar porque ese medio tiene su propio lenguaje que se impone.
Se habló de las cuotas locales de mercado, ahí Juan Pablo Artero mostró varias estadísticas en las que se muestra la consistencia de El Heraldo como prensa escrita en Aragón, pero no así de los demás medios, en especial el televisivo.
Intervinieron además Iñaki Gil por El Mundo y Ernesto Sáenz de Buruaga hablando, sobre todo, de calidad informativa.
En cuanto a estrategias de programación hablaron José Luis Sáinz, Mario Tascón y Ricardo Vaca. Los tres quisieron decir mucho en poco tiempo, lo que hizo imposible asimilar todo y captar sólo pinceladas. De hecho la ponencia más creativa, porque se dedicaba a intentar desentrañar el mundo de internet y su acceso a la información fue la de Ricardo, que mostró que la interacción periodista y consumidor de información ahí está rota: ahí todos interactúan e, incluso, se convierten en emisores de información y criterio.
Se tocó el tema del pastel de negocio que mueven Google y las redes sociales, lo que obliga a analizar cómo cambiar la tendencia que deriva a esos medios la publicidad, una publicidad que es selectiva y de calidad al captar el perfil del que accede a esos medios.
En la tertulia se habló también de ética del periodista, de la ética en un mundo en el que puede suponer dejar esa profesión ante la crisis del sector. ¿Perder mi puesto de trabajo? Mejor orientarme hacia medios afines, ante los que no tenga problemas ideológicos, o pasar al periodismo de hechos, cultural, deportivo. Es un momento duro para la ética, pero el heroísmo siempre se ha tenido que ejercer. De todos modos el moderador, Roberto García, de Aragón Digital, facilitó que el debate fuese fluído y ameno.
frid
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