Los ciudadanos parecen escandalizados por las abundantes tramas de corrupción política, las más grandes repartidas entre socialistas y populares.
Las setas en el bosque no salen si no hay micelio, si no hay trama. Un iceberg asoma sólo el 10% de su volumen en el agua del mar. Lo que se asoma a nuestros ojos es el fruto más descarado de un sistema que está corrupto.
¿Está corrupta la democracia? NO, no es ella el sistema que está corrupto, lo es el sistema de relativismo ético que unos llaman progresismo y otros sencillamente progreso.
Una sociedad sin valores, sin distinción ética en las conciencias de un bien o mal objetivo, ¿se frenará sólo por una ley punitiva?
Las leyes a los corruptos sólo les sirven de represa temporal. El agua va llenándola hasta rebosar o encontrar una fisura por la que pasar.
Probablemente estos casos, andaluz, catalán, mallorquín, etcétera se llevan a cabo por personas con los mismos principios que Roldán pero que aprendieron entonces cómo ocultar mejor sus trapacerías.
Son responsables de la corrupción los que se cargan la conciencia individual por negar que exista y porque piensan que el libertinaje es compatible con un ciudadano honesto en la cosa pública y en los negocios. El libertinaje es el micelio, la corrupción es el hongo que se asoma.
Son responsables de la corrupción los indiferentes ante las prácticas que atentan contra la vida humana. La brecha abierta ¿qué se va a respetar si no se respeta al más inocente de los seres humanos?
Es tan responsable el político que acepta como el empresario que ofrece; el suministrador que tienta como el administrador que se lleva su comisión en dinero negro; el que se va de un bar haciendo un "sinpa" y el que vende un producto defectuoso porque a visto en su cliente cara de tonto.
El cambio no es del sistema, sino de la calidad de los que le usan. No hay buen coche para un mal piloto, si bien un buen piloto puede hacer mucho con un coche normalito, pero no milagros. El vehículo: la democracia, es un producto de calidad, de gran calidad, que no puede manosearse y desprestigiar porque los ciudadanos llevemos muchos años dejando en manos de incompetentes el gobierno porque nos dedicamos a ganar dinero o a vivir.
El cambio personal es importante, el regenerar las asociaciones también, el buscar el modo de evitar que los incompetentes copen la cúpula de los partidos es labor sus militantes, el no votar a los incompetentes a veces es imposible: no hay otros.
Es claro que la crisis económica ha mostrado la crisis moral que había detrás de los especuladores, detrás, cuando el aceite del dinero no va tan fluido va y canta el gallo. Y ¡¡¡bien que cantó!!!
Pues que siga cantando.
Al menos el cambio se hará desde la Judicatura, pero, ojo, que reparta con equidad y a TODOS, no vaya a ser que purguen al que tiene el sarampión y dejen sin purgar al que porta la varicela.
Y que Dios reparta suerte.
Los jueces... a trabajar.
frid
No hay comentarios:
Publicar un comentario