viernes, abril 3

Trampas para plagas

 
 
 
Un procedimiento para reducir la población de las plagas suele ser el de las trampas para machos. Van como locos ante el aroma de la hembra y caen en un bolsón, dejando a la población femenina con menos posibilidades de engendrar. Creo que si fuesen inteligentes, en vez de trampas para machos, bastaría educarles con los contenidos de algunos textos de la Educación para la Ciudadanía o inculcarles la ideología gay.
 
Otra opción es la técnica que produce esterilidad, preferentemente en los machos, pero también en las hembras. Esa técnica se aplica con éxito en humanos si bien se invierte la tendencia de la naturaleza. Entre humanos, por eso de la real discriminación, es más abundante en el sexo femenino y con grandes efectos negativos porque introduce la variante de convencer a la hembra que "lo que lleva en su seno, eso, es la plaga" y ella misma se fumiga al hijo de sus entrañas.
 
Es claro que para actuar contra la "plaga" hay que inducirla a un error fatal. Y en el caso humano ese error es "negar la realidad de lo universalmente y pacíficamente conocido" con la ayuda de la "alteración del significado de las palabras".
 
Si los animales tuviesen como criterio de comportamiento el definido por el movimiento feminista radical, ese que sostiene que hay tres sexos: "el biológico", "el que se siente" y "el que se hace" y que el matrimonio es sencillamente: "un@ con un@ mientras sienta que l@ quiero", probablemente no habría ni plagas ni nada, salvo que hubiese una desigualdad inadmisible: "muchas más hembras" de tal modo que la probabilidad de que un macho topase con una hembra fuese muy alta. Pero en el mundo de la "igualdad" tendría que haber un porcentaje idéntico de machos y hembras, con lo que la probabilidad de una pareja heterosexual se reduciría al 50%, sin contar "qué se siente un@", ya que entonces habría combinaciones de tres elementos tomados de dos en dos y aún se reduciría más el porcentaje de parejas capaces o con voluntad de engendrar.
 
Si además se introduce al hijo como un elemento de la economía y no del amor, su equiparación con el segundo vehículo, la segunda vivienda, las noches de copas, le transformarían en una "plaga" que alteraría gravemente el bienestar de sus progenitores. Sería algo normal que el aborto se aplicase como fórmula "anti-plaga" si fallasen otros métodos para fumigar al niño no nacido o para evitar que se forme el embrión humano.
 
De hecho las estadísticas confirman que la técnica para el tratamiento de plagas es efectiva en los humanos que admiten y viven las nuevas doctrinas progresistas. Apenas tienen hijos, no forman uniones estables, la violencia con la posibilidad que un espécimen de la plaga elimine al otro aumenta y su esperanza de recambio generacional ha caído llevando al Invierno demográfico europeo.
 
Luego, desde el punto de vista científico, la ONU y la UE han acertado en el método de tratamiento de la plaga definida como "ser humano"
 
Mi esperanza está en que "la plaga" utilice su inteligencia" si le queda algo, elimine esas teorías perversas, desenmascare a los fumigadores de humanos que hay en los Organismos Internacionales y demuestre que, aunque "plaga" es "humana" y, por tanto, "una raza superior". Y no pido perdón por mi atrevimiento: a pesar de todas las tonterías que hace,  el hombre es "animal racional", "homo sapiens supersapiens" y no sé cuantas cosas más que hacen posible un vuelco de la tendencia.
 
frid

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola, como siempre muy interesantes las ideas que aqui expresas.
Que este bien.
Saludos