miércoles, abril 28

El velo en su justo medio

Culturalmente siento rechazo a la imposición de la fe, por eso, ante la persecución que sufren los cristianos en tierra dominada por el Islam, a veces no soy objetivo en mis apreciaciones. Por eso casi inconscientemente me he puesto a favor de ese colegio de Pozuelo de Alcorcón que veta el velo a una adolescente musulmana, a Najwa de 16 años y de origen marroquí.

Pero no tengo razón, y para eso me ha bastado leer el artículo de María Elósegui titulado "El velo y la mochila" que escribe en Aceprensa. Y es claro que el velo no se puede comparar a una gorra o cualquier otra cosa que cubra la cabeza: es un signo de identidad que ella lleva por alguna razón y lo importante es saber cual es esa razón.

Nuestra Constitución protege, mal que les pese a algunos, el que los ciudadanos manifiesten su pluralidad religiosa y cultural, mientras esa pluralidad no colisione con ella. Por eso el crucifijo, el velo, y cualquier otro símbolo cultural son legítimos y no parece razonable que un reglamento interno de un centro de enseñanza los prohiba.

Aquí vuelvo a sentirme molesto ya que, por una parte nuestros poderes públicos son hostiles a las manifestaciones de los católicos, que somos la mayoría en España, y son hipersensibles en las manifestaciones de otras religiones. Y clamo por un equilibrado respeto a todos. Y, de verdad, a la vuelta de los crucifijos de las aulas de las que los han exiliado si los alumnos así lo desean: es su símbolo de identidad. Pero eso no tiene nada que ver con el abuso que supone negar el velo. Un abuso institucional no se corrige con otro.

Cuenta Elósegui que sólo en Francia se prohibe el velo, en los demás países sólo se prohibe en algunas clases como la de educación física y las impartidas en el laboratorio.

La clave del velo está en las razones para llevarlo: si hay coacción cultural, si hay insultos en la calle, si hay rechazo social... el velo es la aceptación de una sumisión que debería impedirse; habría una violencia que corregir pero no en la portadora del velo sino en su entorno por intransigente.

Si el velo es manifestación cultural libremente vivida en la familia, si es muestra de identidad religiosa en un régimen de libertad, si es una protección de la feminidad, no parece razonable que el Estado o el Centro Educativo se imponga sobre la voluntad de los padres.

Cuenta Elósegui que el problema principal es el facilitar el acceso a la educación a la mujer musulmana, y probablemente ella adquirirá más autonomía y libertad. En otro orden de cosas es interesante la valoración que Vittorio Messori hace de la cultura islámica en la que la "interpretación" es sencillamente asumir las palabras de Mahoma que les interesa a los fundamentalistas.

De todos modos, Occidente, vaciado de los valores cristianos, puede temblar ante el Islam, a no ser que derive en un Occidente que vacía de todo valor a cualquier religión o creencia. Cristianos que no creen en la realidad histórica de Cristo pueden pasar a musulmanes que no creen en la realidad histórica de Mahoma.

Es importante defender con fuerza la libertad, la libertad de los cristianos de vivir nuestro hecho cultural, exigir el amparo que la Constitución nos da, asociarnos en los Colegios Públicos para impedir la manipulación anticristiana de una minoría acomplejada, pero al tiempo hemos de estar abiertos al plural hecho cultural, exigiendo para todos el mismo trato.

frid

martes, abril 27

Por primera vez una legislación que reconoce el sufrimiento del feto

El Estado de Nebraska ha aprobado una resolución que prohibe el aborto a partir de la semana veinte de vida del feto alegando su sufrimiento,

Si bien esa normativa es insuficiente, ya implica un avance para reclamar el reconocimiento de ser humano de feto en el seno materno. Al ser un ser sufriente, es un ser humano; al comprobar que realmente sufre, la legislación se acerca a los planteamientos de defensa de la vida.

Esa visión parcial del ser humano tiene el riesgo de deshumanizar otros supuestos y dejar desprotegidos a los más débiles, a los enfermos, o a imponer la sedación del feto antes de su asesinato.

El hombre es algo más que un ser sufriente, o que un ser consciente. Insensible al dolor sigue siendo humano; sedado es humano; como también lo es el débil, el enfermo, el adulto, el niño en el seno materno.

La nueva disposición fue aprobada con 44 votos frente a 5 en contra, según informa Aceprensa. Además Nebraska aprobó otra resolución que obliga a examinar a las mujeres que se proponen abortar para comprobar si lo hacen bajo presión o si presentan riesgos de trastornos físicos o psíquicos post aborto reconociendo el derecho a la demanda civil si la mujer sufre daño y no hay apercibimiento.

Este Estado muestra el camino lento para recuperar el Derecho a la vida, porque había aprobado ya otras restricciones al aborto. Una de ellas es la prohibición del método D+X (aborto por dilatación y extracción, en el que se aplasta el cráneo del feto para facilitar su salida y que se practica cuando el embarazo está muy avanzado) sin excepción alguna. También en Nebraska el aborto en menores de 18 años debe advertirse al padre, madre o tutor dando al menos un periodo de reflexión de 24 horas antes de practicar el aborto.


frid

jueves, abril 22

Amor a la Iglesia en tiempos revueltos

 
 
Ultrajado Jesús, mostrado en un lastimero estado, el pueblo, aquellos que le aclamaron como Rey, hoy gritan "tole eum!, crucifige eum!" Sienten vergüenza y no reconocen como Rey a un fracasado. Sin embargo, aquel fracasado removió los cimientos del Imperio. Año 313: Constantino acaba con su edicto con la persecución a los cristianos e instaura un nuevo orden social basado en el cristianismo,
 
Sin embargo esos tiempos no fueron pacíficos. El defensor de la fe murió bautizado arriano y su proceder civil fue el mismo que el de los emperadores anteriores: conspiraciones reales o ficticias, ambiciones y asesinatos de Estado. La Historia está llena de tensiones entre Emperadores, Reyes y Obispos y Papas con poder temporal. Tensiones que en algunos momentos llevaron al arrepentimiento y penitencia pública de reyes que se extralimitaron en sus funciones, otras que llevaron a los altares por mártires de la fe a eclesiásticos o magistrados, extralimitaciones de Papas que eran ambiciosos señores temporales, legados falsificados para afirmar el primado, sistemas filosóficos para justificar el poder absoluto del monarca incluso sobre la custodia de la fe de sus súbditos. Tiempos revueltos en "todos los tiempos".
 
Desde la Revolución Francesa las tensiones cambian de signo, intentan restablecer un mundo al margen de Dios, neo-pagano pero sin dioses, endiosando la razón, más tarde la evolución, el progreso, la masa, la opinión de la mayoría. Esas tensiones al golpear con la Iglesia ya no lo hacen para arrebatarle territorios que no posee, sino para arrebatarle la adhesión de sus hijos. Es el expolio de la inteligencia cristiana. Por eso acierta José Luis Soriano cuando habla de "la desamortización de Zapatero", al margen del planteamiento político, porque se está intentando crear una nueva conciencia consistente en carecer de ella y aceptar como ético lo dictado por el poder parlamentario.
 
 
Cuando la ola llega a la playa, suavemente se amortigua. Cuando golpea contra el muelle se rompe en estruendo y espuma. Se choca contra la roca, se choca contra Petrus, porque él se mantiene y nos mantiene firmes en la fe y es una luz para nuestras conciencias. "Veritas liberabit vos" y "El esplendor de la verdad", dos estilos de lo mismo, una continuidad en el mensaje, una fidelidad a Cristo y al hombre que está detrás del pontificado de Juan Pablo II y de estos cinco años de Benedicto XVI.
 
Vuelve Pilatos a callar mientras atacan al inocente, mientras calumnian para crucificarle, mientras piden su dimisión y algún osado su juicio por crímenes contra la humanidad. El Papa es la primera víctima, el objetivo es el cristianismo. El enemigo es el ladrón del alma, la serpiente antigua que arrebató a Dios a los pobres y les sembró el odio de la lucha de clases; a los burgueses y ricos les sustituyó Dios por el placer de la revolución sexual que ha sido democratizada e incorporada al sistema educativo.
 
¿Quién vigila? ¿Quién llama las cosas por su nombre? ¿Quién defiende la dignidad del hombre y se resiste a que transformemos el cuerpo en "una cosa"?
 
¿Qué mejor dignidad para la corporeidad que saberse "templo del Espíritu Santo"? y ¿qué mayor dignidad para la unión de hombre y mujer que la imagen de la unión de Cristo y su Iglesia?
 
Familia como Iglesia Doméstica es el modelo cristiano; familia como primer núcleo de amor y entrega es el modelo humano. Frente a ellos, la revolución del progresismo, que es cada vez más claramente una revolución sexual, ofrece el "cuerpo" como mero objeto, al ser humano como un individuo aislado e incapaz de amar y a un Estado como tutor y sustituto de padres y hermanos.
 
Estos tiempos son tiempos revueltos ¿pero hay algún tiempo que no lo sea?
 
Vale la pena no perder la perspectiva. Volverá un nuevo "Edicto de Milán" pero, esperemos, sin los errores que consigo trajo.
 
frid

miércoles, abril 21

El feminismo que odia a las mujeres

 
 
 
He leído a bastantes autoras, con algo de sensatez, quejarse del feminismo actual que reniega, prácticamente, de la condición femenina de la mujer y pone todo su empeño en masculinizarlas.
 
Quizá, detrás de esa tendencia, haya algo de maniqueísmo cultural. Es una rebelión de la mujer contra su propio cuerpo. Es un intento de eliminar la atadura de la maternidad, pero también del efecto que su corporeidad tiene sobre su espíritu: la feminidad; que es lo que les hace interesantes al varón; y -en sentido contrario- los que exaltan el género como elección intentan arrebatar al hombre su peculiaridad tanto corporal com anímica: hombres afeminados y mujeres hombrunas serían el ideal del feminismo cultural, lo que es, sencillamente, una monstruosidad.
 
Las plantas no se pueden entender sin flores, los animales sin sexo diferenciado,la especie humana sin la complementariedad de los adanes y las evas. La mujer es, entre otras muchas cosas, la fecundidad, la vida, la maternidad. Además con ejemplos numerosos, ha demostrado que consigue lo que quiere, que su tesón supera muchas veces al del varón y que -desde siempre- ha logrado ser una figura de realce social.
 
En el Antiguo Testamento tenemos ya magníficos ejemplos, desde Rebeca decidiendo la herencia de Isaac, pasando por Judit, juez de Israel, a la Reina de Saba, una intelectual que fue a escuchar la sabiduría de Salomón, a Ester, salvadora de su pueblo Israel. Pero también hay que citar la mujer más grande que en tiempo ha habido, la Virgen María, que excede en dignidad a cualquier varón. O bien Lidia, comerciante de púrpura, con casa propia y puerta de la evangelización de Europa.
 
Regine Pernaud, historiadora francesa, rescata del Medio Evo la historia de grandes mujeres intelectuales, cultas y con poder; el Renacimiento, según muestra Isabel del Río, está lleno de artistas femeninas, pero también de intelectuales humanistas como Margareth Moro, hija preciada de Tomás Moro con la que podían mantener cultas conversaciones los humanistas que visitaban su casa.
 
Me permito esta divagación para sostener que el feminismo no lo han inventado los adalides de la "ideología de género", que no son en absoluto necesarios y que un auténtico feminismo implica: la aceptación de la corporeidad femenina (estar contenta consigo misma) y la aceptación de la igualdad espiritual con el hombre, con la peculiar incidencia de la corporeidad. No necesita de cupos sino de tiempo.
 
La esclavitud implica encadenar a alguien con papeles impuestos, diferentes a su propio ser. Negar el don de la maternidad es negar a la mujer, y también es negar al varón. ¿Maternidad de probeta? Puede que fabriquemos en laboratorio seres humanos separados del acto unitivo y del placer de esa unión. Los seres humanos que vean así la luz serán hombres o mujeres; pero los que aboguen por ese modelo han renunciado a un humanismo integrador de la realidad de nuestras diferencias y anularía la intimidad de dos para convertirnos en meros elementos productivos: nacidos para el sistema.
 
Pero ¿qué ama el hombre en la mujer o la mujer en el hombre? Por supuesto que su atracción es de complementariedad. Esa complemento genera una unidad, la unidad familiar, un reducto de libertad y de paz donde se recrea toda la creación, donde el hombre "nace" en un ambiente de amor y donación total. La familia es un reducto privilegiando de amor, libertad y autonomía. Puede que la liberación feminista lo que pretenda no sea otra cosa que erradicar el "amor" humano de la faz de la tierra.
 
Es claro que el futuro no irá por ese camino, que las feministas que odian a las mujeres serán cada vez una minoría, pero... mira por donde, un vicio femenino, el "secundar las modas" les lleva a seguir, por ahora, una moda que las condena a no ser mujeres.
 
frid
 

sábado, abril 17

Populismo frente a la crisis

 
 
Ayer, en el Paseo Independencia de Zaragoza, un grupo de activistas repartían unas magníficas octavillas: "que la crisis la paguen los ricos"; igualito a aquella manifestación de los sindicatos contra el Partido Popular y los Empresarios por la crisis que el Gobierno de Rodríguez Zapatero sufre.
 
El Presidente es el paciente, la crisis es la enfermedad sobrevenida, los culpables: LOS OTROS.
 
El populismo de los revolucionarios llevó en España, desgraciadamente con gentes que se llamaban liberales, al expolio de la Iglesia, a poner en circulación los bienes que estaban en "manos muertas" y entregarlos a "manos vivas", o más bien vivales que no pusieron en producción los bienes robados sino que se apropiaron de magníficas fincas de caza, de conventos y cartujas que amenazaron ruina y provocaron mayor pobreza en el campesinado. Problema había, pero la solución fue un cambio de manos.
 
 
Otros populismos, denunciados por Edmund Burke fueron, igualitos pero con guillotina redentora, los de los ilustrados franceses contra los bienes eclesiásticos y de la nobleza. Los ricos fueron despojados para que se enriquecieran los ya ricos burgueses. Y el pueblo fue entretenido en el espectáculo del corte de cabezas, no vaya a ser que algún vivo, superviviente, reclamara su patrimonio.
 
Las revoluciones se hacen creando una nueva clase beneficiada y rica. Los socialistas hicieron en su gobierno muchísimos favores a sus amigos y crearon una burguesía enriquecida de nuevos ricos y nuevas empresas. Hoy los ricos son "socialistas", por eso yerran sus activistas con el slogan: "que la crisis las paguen los ricos", porque "los ricos son socialistas". Podrían decir que la crisis la pague la Iglesia, pero hoy la Iglesia es la primera institución que sirve a los necesitados con la aportación voluntaria de sus fieles. Podrían decir que la crisis la paguen los que la han causado, pero "los bancos" despachan con frecuencia con Rodríguez Zapatero, entiendo que será por algo.
 
Si decimos que la crisis la paguen los culpables, eso implica:
 
1.- Que dimita Rodríguez Zapatero por negarla cuando era evidente, que vuelva a dimitir por volver a la consigna de "hay que decir que está superada para crear credibilidad": lo que hay que hacer es superarla y no crear más agujero.
 
2.- Que dimita su Gobierno en pleno por dedicarse a marear la perdiz en vez de resolver la crisis: ¿qué ayuda a la crisis la rebaja del aborto en Andalucía, la ley del aborto, la imposición de la corrupta ideología de género, la imposición de los corruptores contenidos de la EpC socialista, su campaña para obstaculizar la justicia ante el triste caso del juicio al Dios Garzón?
 
3.- Que dimitan los responsables de Bancos y Cajas que han vendido basura a sabiendas.
 
4.- Que hagan un público acto de contrición público todos los especuladores inmobiliarios, porque han sido tantos los "listos" que no había tanto para el reparto.
 
 
5.- Que cambien de conducta los abortistas que nos han despojado del relevo generacional con más de UN MILLÓN de muertos
 
Porque ahora los que estamos pagando la crisis somos:
 
Los empresarios que piden el crédito a los Bancos de un dinero que el Gobierno les ha dado para ello y se ha ido por el agujero de los bancos.
 
Los ciudadanos que han ido al paro porque han quebrado o han reestructurado sus empresas por falta de crédito, y eso que en el balance daban GANANCIAS.
 
Y los pardillos que se pasaron de listos y ahora tienen un inmovilizado aladrillado.
 
Amigos progresistas, sí quiero que paguen la crisis "los ricos", o mejor dicho, los que siguen viviendo muy bien con el manejo del dinero público, el poco que queda, porque acaba resultando que ricos, ricos, van a ser los sindicalistas que siguen recibiendo subvenciones para hablar de lo que quiera el gobierno.
 
frid

miércoles, abril 14

El peligro del Optimismo social

Leyendo a Messori en su libro "Por qué creo" me ha saltado una alarma cuando habla de dos modos de entender la debilidad humana: los de izquierdas son los optimistas, los que no creen en el pecado original y confían en que sólo progresando y eliminando la conciencia de culpa, mejorarán al ser humano. Pero ¿es cierto lo que afirma de que los de derechas son los pesimistas, que piensan que el pecado original ha dañado tanto al hombre que es incapaz de bien alguno y hay que aturdirlo con la ley?

Quizá esa afirmación sea una simplificación de dos tendencias humanas entre las que los católicos nos encontramos: la constatación de nuestra debilidad y la continua ayuda de Dios. Nosotros somos optimistas porque tenemos dos refranes constatados por la experiencia: "Dios no permite que seamos tentados por encima de nuestras fuerzas", y "No hay pecado que Dios no pueda perdonar".

Pero cuando se es optimista pivotando todo en el propio esfuerzo nos encontramos con el voluntarismo de Pelagio. Si pensamos que el mal deriva de la "organización" nos encontramos con el buen salvaje de Voltaire (por cierto, los animales salvajes son fieras entre las que la ley es la "ley de la fuerza", su orden no tiene ni compasión ni cuidado del débil, sino todo lo contrario). Si pensamos que el mal deriva de la "mala organización" tendremos los distintos tipos de "progresismos", de construcción social buscando paraísos: el mal llamado paraíso proletario (con millones y millones de víctimas) y el paraíso del placer y de la salud actual con sus millones de víctimas entre niños no deseados en el seno de la madre, la eugenesia preventiva y la eutanasia liberadora. Un paraíso que se acaba irremediablemente para todos pasando de verdugo a víctima cuando los achaques empiecen a poseernos.

Pero también hay un optimismo de derechas, derivado de una visión liberal no corregida por la realidad: pensar que todo se arregla por las leyes del mercado, como si fuese el mercado un sistema moral que sustituya la maldad o la ambición humana. La avaricia como ley trae el abuso. Por eso, para que el mercado funcione, se requiere un sistema de leyes que fuerce a cumplir los compromisos derivados del contrato, así como para evitar los abusos que pueden surgir desde una posición de monopolio.

Los pesimistas tienen su precursor en Platón con la consideración del cuerpo como cárcel del alma como consecuencia de un pecado anterior. Los cátaros intentaron liberarnos de la corporeidad. Los maniqueos hicieron la guerra al Dios del mal acusando a la materia de todo lo caduco y corrupto, como si la soberbia y el orgullo fuesen pecados corporales. Lutero desesperado acabó rendido con su "crede fortiter et peca fortiter", o lo que es lo mismo "de perdidos al río". Y de ese pesimismo surgen otros totalitarismos, como el de Calvino, o el de la Ley islámica: en nombre de Dios intentamos instaurar el reino de los justos en la tierra (menos mal que el Islam impone un sistema muy sencillo de justicia, y de paso reduce a la mujer a la actitud de sierva del marido, con el silencio culpable del feminismo). Más modernos son esos sistemas que algunos dicen de "derechas" pero que su origen es el socialismo apellidado "nacional-socialismo" que a base de disciplina y "que nadie se cantee o piense lo contrario" hacen a todos desgraciados, o a los que mandan en carceleros.

En definitiva, esas tendencias simplificadoras generaron sistemas que se demostraron anti humanos y sociedades que no dieron el fruto que reclamaron.

Suena como luz la afirmación de Messori referida a los cristianos: el et, et... o bien el non, non. Libertad y responsabilidad; optimismo y realismo; confianza y poder de la ley; o bien ni tan espirituales que nos olvidemos la parte animal, ni tan materiales que nos olvidemos de la poesía.

Es más liberador saber que tenemos conciencia, que nos reprocha el mal que hacemos; que hay una falsilla para no errar. También libera ver cómo el ser humano real, el de carne y hueso, es barro y oro mezclado: capaz de heroísmos y vilezas. Pero lo que más libera es el tesoro que tenemos los católicos: el sacramento de la confesión, que en nombre de Dios perdona nuestros inevitables desvaríos.

Y, para los no cristianos, que sepan que ese tesoro implica un propósito real de mejora de vida: es un pedir perdón y cambiar... Sí, ahí está el cambio social, el que nos hace mejores uno a uno y, casi sin darnos cuenta... el campo está lleno de flores porque ha llegado la primavera.

Así cambiamos el mundo: cambiando nosotros, nuestros familiares, nuestros amigos, nuestros conocidos... y el círculo se va ensanchando.

frid

martes, abril 13

Claves de la corrupción

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Los ciudadanos parecen escandalizados por las abundantes tramas de corrupción política, las más grandes repartidas entre socialistas y populares.

Las setas en el bosque no salen si no hay micelio, si no hay trama. Un iceberg asoma sólo el 10% de su volumen en el agua del mar. Lo que se asoma a nuestros ojos es el fruto más descarado de un sistema que está corrupto.

¿Está corrupta la democracia? NO, no es ella el sistema que está corrupto, lo es el sistema de relativismo ético que unos llaman progresismo y otros sencillamente progreso.

Una sociedad sin valores, sin distinción ética en las conciencias de un bien o mal objetivo, ¿se frenará sólo por una ley punitiva?

Las leyes a los corruptos sólo les sirven de represa temporal. El agua va llenándola hasta rebosar o encontrar una fisura por la que pasar.

Probablemente estos casos, andaluz, catalán, mallorquín, etcétera se llevan a cabo por personas con los mismos principios que Roldán pero que aprendieron entonces cómo ocultar mejor sus trapacerías.

Son responsables de la corrupción los que se cargan la conciencia individual por negar que exista y porque piensan que el libertinaje es compatible con un ciudadano honesto en la cosa pública y en los negocios. El libertinaje es el micelio, la corrupción es el hongo que se asoma.

Son responsables de la corrupción los indiferentes ante las prácticas que atentan contra la vida humana. La brecha abierta ¿qué se va a respetar si no se respeta al más inocente de los seres humanos?

Es tan responsable el político que acepta como el empresario que ofrece; el suministrador que tienta como el administrador que se lleva su comisión en dinero negro; el que se va de un bar haciendo un "sinpa" y el que vende un producto defectuoso porque a visto en su cliente cara de tonto.

El cambio no es del sistema, sino de la calidad de los que le usan. No hay buen coche para un mal piloto, si bien un buen piloto puede hacer mucho con un coche normalito, pero no milagros. El vehículo: la democracia, es un producto de calidad, de gran calidad, que no puede manosearse y desprestigiar porque los ciudadanos llevemos muchos años dejando en manos de incompetentes el gobierno porque nos dedicamos a ganar dinero o a vivir.

El cambio personal es importante, el regenerar las asociaciones también, el buscar el modo de evitar que los incompetentes copen la cúpula de los partidos es labor sus militantes, el no votar a los incompetentes a veces es imposible: no hay otros.

Es claro que la crisis económica ha mostrado la crisis moral que había detrás de los especuladores, detrás, cuando el aceite del dinero no va tan fluido va y canta el gallo. Y ¡¡¡bien que cantó!!!

Pues que siga cantando.

Al menos el cambio se hará desde la Judicatura, pero, ojo, que reparta con equidad y a TODOS, no vaya a ser que purguen al que tiene el sarampión y dejen sin purgar al que porta la varicela.

Y que Dios reparta suerte.

Los jueces... a trabajar.

frid

Aído contra Blanca Nieves



La bruja Aído quiere hacer desaparecer a Blanca Nieves,
¿será que es más bella que ella?

miércoles, abril 7

La felicidad real y la felicidad soñada

 
 
Para hacer feliz al hombre es conveniente observarle y analizar lo que realmente le hace feliz. Hay que contemplar la vida real.
 
 
Los padres se pasan toda la vida contemplando, con cariño, a sus hijos, viendo cómo se desenvuelven y observando lo que hacen bien, hacen mal, les hace felices o desgraciados. Y, de esa observación debe surgir la particular vida familiar. Muchos conflictos entre padres e hijos derivan de querer imponer los gustos de los padres a los hijos o hacer que los padres asimilen modos de ser que no les van a ir bien a los hijos en el futuro. La educación tiene como premio, después del combate, la mejora del hijo y su preparación para la vida.
 
Los ideólogos han obrado normalmente al revés. Parece que han diseñado sus mundos en el laboratorio obscuro de un fotógrafo. Han sido y son, ciertamente originales, novedosos, a veces tan originales que ellos han sido los primeros en caer en la cuenta de qué nos conviene a los simples mortales. Han construido casas de muñecas, nos han puesto dentro de ellas y, siempre, han fracasado generando infelicidad y, a veces con demasiada frecuencia, han sembrado el mundo de cadáveres.
 
Los políticos se han apuntado a la novedad, no a la experiencia. Y por eso han seguido la estela prestigiosa de la ideología de moda. Han ensayado revoluciones desde el siglo XIX, sistemas fuertes y sólidos que, con su fracaso, han mostrado la falsedad de las ideologías.
 
Es curioso que Jesucristo enseñase con parábolas. Su doctrina atraía mostrando la vida real ante sus oyentes. La sabiduría antigua y, también divina, saca de la realidad consecuencias prácticas y acertadas, una de ellas el cuidado amoroso de Dios con los hombres: "Podría una madre olvidar el fruto de sus entrañas, Yo no lo haré". Una frase de gran actualidad en el siglo del aborto.
 
La vida real del hombre muestra que es feliz en compañía, que una de sus grandes satisfacciones es ver a sus hijos mejorados, y su dicha final es verse rodeado del cariño de sus nietos.
 
Si los políticos observasen la vida real, deberían legislar para y con las familias. El Estado, en vez de tener celos de los privilegios del núcleo familiar debería ser el celoso protector de su estabilidad.
 
No siempre la vida en familia es feliz, pero se es más feliz en ella y es en ella o con Dios donde se llevan mejor los malos momentos.
 
 
Ciertamente creer en Dios es un consuelo, hace muy felices a muchos. Y, si los políticos observasen la vida real, deberían tentarse la ropa antes de querer erradicarlo de la vida pública, social, educativa y familiar.
 
El que cree en Dios puede pasar angustias, momentos malos, pero sabe que encuentra en Dios su consuelo. Cristo dijo: "venid a mí todos los que  andáis agobiados y angustiados". Y eso se comprueba día a día en las múltiples iniciativas que los católicos y la Iglesia Católica desarrollan para atender a los más desamparados de todos los hombres e, incluso, a aquellos que no habrían nacido porque la solución para ellos desde el Estado era la fácil de "erradicar el problema".
 
 
Si los políticos observasen la realidad, en vez de atacar a instituciones como la Iglesia Católica que proporciona incluso tantos consuelos humanos, la respetarían y mirarían con agradecimiento.
 
Nuestros políticos son como ciegos que guían a ciegos, no quieren ver la felicidad delante de sus ojos y quieren que seamos felices buscando alternativas a la familia, a Dios y a la Religión. Si ciertamente observasen la realidad estarían felices comprobando que esas instituciones, a pesar de ellos, gozan de buena salud y que Dios sigue llegando a los corazones de los hombres sembrando en ellos su consuelo.
 
frid
 
 

martes, abril 6

Ineludibles confrontaciones



La Historia nunca ha sido pacífica, incluso en tiempos de la Pax Augusta, donde los dioses de la guerra pensaban que se daban un respiro mientras la ley romana ejercía su dominio en un sistema de esclavitud.



La paz es un privilegio de los hombres de buena voluntad, pero esa paz sólo está en su interior. Con demasiada frecuencia los justos padecen persecución por serlo. Hoy vemos cómo se ensañan los poderes mundanos contra Benedicto XVI por defender el derecho de todos los hombres a vivir, intentando mancharle con la inmundicia de unos pocos que deberían hacer examen y pensar "si están libres de pecado" para arrojar la primera piedra.

Cristo, pacífico como nunca un hombre ha sido, negándose a ser defendido por el impulsivo Pedro o las legiones de ángeles, murió en la Cruz en un proceso ante el pacífico Pilatos que quería vivir sin sobresaltos. La Paz de la conciencia fue sacrificada por la paz de la comodidad.

Vittorio Messori en el libro entrevista "¿Por qué creo?" le comenta a Andrea Tornelli que una cosa es el ideal de la familia cristiana y otra la realidad. El modelo de familia feliz y que reza unida es un referente. La familia real, incluso la que acaba siendo un modelo de fidelidad para los hijos, familiares y amigos, está llena de enfrentamientos con la cuenta de resultados de fin de mes, con la lucha para bañar a los niños pequeños, los pequeños y grandes arreglos, los cambiantes estados de ánimo, y las mil y una crisis de la existencia humana. Ante esa realidad tengo un inteligente hermano que todos los años reserva una semana para estar a solas con su mujer dejando los niños al cuidado de los abuelos. Sólo una semana... para retejar el edificio.

Ciertamente no aspiro a la paz en la tierra, al menos no aspiro a esa paz que predican los progresistas, ya que no es otra cosa que la paz del cementerio o del encefalograma plano. Hay un magnífico blog que se titula "Atrévete a pensar". Si uno se atreve a pensar ya está combatiendo. Además la vida es y será lucha... contra el exceso de trabajo, la falta de orden, el impertinente despertador, el aguantar con una sonrisa al inoportuno, el evitar uno mismo ser ese inoportuno. O hay guerra o hay apatía... o se es un cadáver viviente.

San Pablo decía referido al Reino de los Cielos: "violenti rapiunt" y es así. Hay que hacerse violencia para no dejarse arrastrar por la aromatizada senda de la sensualidad, del culto al cuerpo y del convertir mi apetito en ley.

No habrá paz en el mundo mientras intente acallar la voz de Dios en las conciencias, porque esa voz clama siempre por la Justicia. Podrán dejar de sentir remordimientos, pero los frutos son bien visibles ya hoy: el megagenocidio del aborto, la implantación del suicidio asistido, la tolerancia ante el asesinato por compasión, el silencio ante los genocidios de cristianos en países de mayoría islámica. En definitiva, sin Dios y sin conciencia, el reino del hombre desencarnado es el de la Cultura de la muerte.

Hoy la defensa de la vida en todos los momentos de su existencia, la valoración de la dignidad de toda vida humana, la protección de la conciencia de nuestros infantes es actuar a la contra de los Poderes Públicos. Hoy hay una ineludible confrontación, si bien ejercida desde el diálogo y la acción verdaderamente pacífica del uso de las armas de la razón: la exposición fundada de nuestras ideas, la movilización ciudadana y la acción civil. Y, dentro de la acción civil, en lo que permitan las leyes, llegar incluso a exigir responsabilidad penal a los que legislan y aplican leyes criminales y corruptoras, porque realmente el asesinato de los niños en el seno materno y el violentar la conciencia de nuestros menores propagando conductas deshonestas es, sencillamente, un delito contra el hombre y su dignidad.

Ya habrá momentos de descanso cuando, al final de la vida, nos digan eso de "descanse en paz", porque mientras tanto la confrontación es sencillamente "legítima defensa"

frid

sábado, abril 3

Mis procesiones

Zaragoza ya es tambor, recia en su fe y en su vida. Muestra cómo eso de estar siempre que se pueda en la calle, si además hay una magnífica escusa, ahí está o tocando el tambor, o llevando el paso o, como yo, simplemente viendo y rezando por dentro.
 
Que este año el tiempo ha acompañado es una realidad, que el fervor popular ha ido en "increscendo" es otra. Y eso que algunos nos están haciendo más difícil eso de ser católicos... o quizá por eso.
 
De hecho estos días he sentido  la necesidad de acompañar a distintas cofradías por su paso por la ciudad de Zaragoza, en especial las que se acercaron a mi calle, a la calle San Jorge. Por ejemplo, al asistir al Vía Crucis de a Cofradía de las Siete Palabras el lunes, que salió de la Iglesia de San Gil, pude ver bastantes de mis amigos o conocidos esperando la salida de la procesión; eso ha sido una constante. Muchas veces son los padres los que iban de "aguadores" para atender a los hijos de mis amigos que estaban bajo el capirote. Al preguntarles donde estaban sus hijos me señalaban el segundo, tercer y cuarto capirote asombrados de que no lo viese como evidente. "Se les nota", sí les notan ellos con los ojos del cariño y de la contemplación diaria, pero yo soy un profano ante los hijos de otro.
 
 
El Jueves y Viernes Santo disfruté de los Oficios, bien es cierto que conmemoramos la Pasión del Señor, pero una Liturgia cuidada y un templo abarrotado y lleno de piedad da alegría y consuelo al alma. De todos modos juego con ventaja, en la Iglesia de la Exaltación de la Santa Cruz se cuida mucho la liturgia y, además, van muchos de mis amigos, con lo que es, para mí, estar en familia.
 
 
Después el viernes, ya adelantado el día, los Monumentos con el Santísimo estaban muy acompañados. Mi recorrido, sin un objetivo fijo fue ir parando por los que pasaba y he notado que han mejorado en calidad en estos años, eliminando mucha de esa parafernalia modernista que no lleva a la piedad, si bien todavía hay "esculturas o símbolos que no sé bien si son para muy inteligentes o para muy ignorantes". Impresionó ver los "Pasos" en espera en San Felipe y en los Escolapios. No llegué a tiempo a Santa Isabel pues estaba saliendo la Procesión de las Siete Palabras. Y fui a un Vía Crucis casi familiar, el de la Iglesia de la Exaltación de la Santa Cruz, ahí pude "llevar" la cruz, ser un mini-cireneo ya que sólo estuve llevando un palo y en relevos. Pero bien sentí ahí que Dios es un magnífico pagador y le pedí por nuestra Zaragoza y para que nuestra fe siga fuerte y recia.
 
 
Después aún pude ir al Pilar, sin manto, donde se agolpaba "toda Zaragoza" para consolar a la Virgen ante la Pasión y Muerte de su Hijo.
 
Ya al fin, desde el Coso, vi pasar la Procesión del Santo Entierro, hasta que apareció nuestro querido Arzobispo y ya no me quedé a ver a los políticos procesionales, aunque es de agradecer que hagan algo de penitencia por el mal que nos dan.
 
Magnífico tiempo, muchos cofrades, cada día más y un sueño: que vayamos mejorando la calidad de nuestros pasos. Y una sugerencia: el nombre a la procesión del Sábado Santo: "La Soledad".
 
frid

jueves, abril 1

Un vía crucis muy particular

 
 
Todos los años es costumbre ya, que el Papa encargue a una persona de reconocido prestigio el Vía Crucis que se leerá en el Coliseo Romano, lugar de gran importancia para la Iglesia por la multitud de mártires que regaron el arena con su sangre.
 
Normalmente el Vía Crucis es una representación piadosa, llena de emoción, donde nos imaginamos las escenas que nos precedieron y que se rememoran de Cristo camino del calvario. Y, normalmente el cielo acompaña con sus lágrimas a la comitiva que se resguarda en coloridos paraguas.
 
La noche llega, las velas se encienden y en esa obscuridad acogedora, las tinieblas no tienen cabida. La Luz de Cristo resplandece por encima de cualquier intento de ocultamiento.
 
 
Un año vimos a Juan Pablo II cansado, llevando el peso de la cruz con una enfermedad que acabó en pocos días con su vida terrena un dos de abril de 2005. Esa vez casi palpamos cómo no hacía falta texto para vivir el Vía Crucis. El mismo Papa era la encarnación de Cristo sufriente. Nos emocionamos y sentimos todos la cercanía del Padre que acogió su sufrimiento que no ha sido en vano.
 
A Juan Pablo II le sustituyó el Espíritu Santo por un Papa anciano, sí, anciano pero vigoroso, Benedicto XVI. Y a ese anciano no le tuvieron en cuenta las canas sino que, enseguida intentaron desacreditarle, sacar de contexto sus palabras, intentar generar conflictos con musulmanes por hablar de un Dios Amor, con judíos por reconocer a Pío XII y su realidad protectora de judíos en Roma, con la ciencia al reconocer que el azote del SIDA no se arregla con profilácticos sino con continencia y fidelidad matrimonial, y -últimamente- echándole encima toda la miseria de los cristianos que, con lupa, algunos han encontrado.
 
 
Hoy el Vía Crucis se siente también en vivo, sin crucifijo. Ya que viendo las injurias, los salivazos, los azotes en letra escrita que le dedican al Santo Padre, le veo como un crucificado por la purificación y redención de todos, en especial del pueblo cristiano.
 
El Vía Crucis del Coliseo no necesita literatura, basta meditar en silencio todos los ataques que han dedicado al Vicario de Cristo desde el inicio de su pontificado para ver a Cristo otra vez crucificado.
 
frid