Este jueves hemos tenido en el Colegio Mayor Miraflores de Zaragoza la XII jornada de Comunicación, con el título "los medios de comunicación en un entorno de crisis", no voy a hablar del contenido que he delegado en Sergio y Elena, que estuvieron tomando notas en las dos mesas redondas. Mi interés es sólo el exponer una reflexión ante una "dogmática" opinión vertida por mi admirado Ramón Tejedor, un socialista de bien, actualmente director general de la Radio Televisión Pública Aragonesa (el CARTV)
Antes, en las mesas redondas, Magis Iglesias, presidenta de FAPE, habló de la ética de la profesión periodística, e insistió en el papel de vigía del periodista, sobre la defensa de la veracidad de la información y de la libertad y de su contrapunto al poder político.
La ponente no estaba en la tertulia, por lo que la opinión contraria, en lo referente al "contrapunto al poder político" se quedó sin "contrapunto".
Nuestro amigo Ramón expuso una teoría que defienden socialistas, ahora con el nombre cambiado se llaman progresistas, quizá porque tienen vergüenza de ser tan socialistas como lo fueron hace cien años, pero no me voy a perder en digresiones, sostuvo que la Prensa se "entrometía" en una tarea que la ciudadanía había depositado en el Parlamento que era la soberanía.
Esa teoría aparentemente es tan clara y certera que muchos afiliados al partido popular la defienden con ardor. De hecho piensan que las manifestaciones organizadas "espontáneamente" en las sedes populares después del 11.M al grito de "asesinos"... cuando eran también víctimas del atentado, las segundas víctimas, eran una violencia sin precedente y una intromisión y coacción contra la legitimidad parlamentaria. Pero en ese caso "era la izquierda", legitimada para cualquier acción mientras se llene de buena intención, la que incidió forzando la opinión pública y violentando la "soberanía".
Sin embargo, los ciudadanos felicitamos a la prensa cuando destapa los casos de corrupción política, sean del signo socialista, popular o nacionalista. También felicitamos a la prensa cuando se alinea en la lucha contra el abuso de poder y cuando tiene el coraje de defender la libertad de opinión y el verdadero periodismo de investigación, como el que llevó a destapar la trama corrupta y defraudadora contra Hacienda de las clínicas abortistas.
Alexis de Tocqueville admiraba a los Estados Unidos de América por su verdadera libertad de prensa. Ahí se vierte cualquier opinión y pierde su fuerza panfletaria. Pero esa prensa que admiraba Tocqueville sacó a la luz el caso Waterway, la cuestión de la Becaria y se ha enorgullecido por velar por la "corrección política", sobre todo por la "sinceridad" de los políticos, una labor más difícil que la busca del Grial.
Pero es que además, los ciudadanos NO ENTREGAMOS A NUESTROS PARLAMENTARIOS UN PODER ABSOLUTO. Y entender lo contrario, como parece que se desprende de la teoría "socialista" o "progresista", hace pensar que toda decisión de la mayoría parlamentaria es legítima.
Existe el leve contrapunto de la Constitución. Pero también existe el fuerte contrapunto de la Dignidad de la Persona, de la obligación de la veracidad, del respeto a la vida y libertad de los ciudadanos, del respeto a la justicia, del deber de velar por el bien común. En definitiva, hay una ÉTICA personal y social que tiene como voz, no los sistemas de "participación ciudadana" que son dirigidos desde el sistema público, sino la voz libre de la PRENSA.
Por eso, es prácticamente evidente que la PRENSA tiene una obligación de salvaguarda de los valores democráticos y que es un modo que tenemos los ciudadanos de frenar la tendencia "absolutista" del Estado.
Solzhenitsyn sufrió en sus carnes la falta de libertad de expresión de un sistema que ¡se llamaba democrático! Y eso nos podría pasar a nosotros si dejásemos que el Parlamento se erija en fuente absoluta de verdad, por muy legítima que haya sido su elección. Su poder debe de ser siempre limitado y ejercido de modo moderado.
frid
1 comentario:
Muy bueno aporte,aqui en Argentina hay toda una historia acerca del periodismo que en general va de la mano con la politica, hoy en dia sigue existiendo,pero en menor grado,por otra parte esta la "libertad de expresion e informacion" que manejan el periodismo independiente mediocre,porque no son del todo independiente, en fin... se podria debatir horas acerca de este tema...
Publicar un comentario