miércoles, junio 24

Un breve bíblico sobre el "no nacido"

 
 
Tengo que indicar primero que mi amigo Marcelo Serna afirma con criterio, que el "no nacido" ya ha nacido a la vida. Por eso es más correcto decir que la mujer "da a luz a un niño", porque en ese momento... el niño podrá ver la luz, ya no está en la habitación oscura del seno de su madre.
 
Pero el lenguaje vulgar al niño que todavía no ve la luz, o al que la luz no ve, al que los ojos de los hombres aparece oculto, dice que "nace"  y se celebra el aniversario del nacimiento.
 
El niño en el seno de la madre es un misterio. Ayer fue San Juan Bautista y se lee en la Misa un salmo, el 138, del que se extraen estos versículos:
 
(13) Tú has creado mis entrañas,
me has tejido en el seno materno.
 
(14) Te doy gracias,
porque me has escogido portentosamente,
porque son admirables tus obras;
conocías hasta el fondo de mi alma,
 
(15) no desconocías mis huesos.
Cuando, en lo oculto, me iba formando,
y entretejiendo en lo profundo de la tierra,
 
 
 
 A su modo, al modo de conocer de los judíos de entonces ya se mostraba que Dios intervenía en especial en la creación de la vida humana: "has creado mis entrañas", "me has tejido en el seno materno", "no desconocías mis huesos"... el que forma al niño que verá la luz lo hace amorosamente, y los hombres, enmendando la plana a Dios, lo matamos de modo odioso.
 
El aborto es "abortar la obra que empezó Dios".
 
Pero sigamos con la figura de Juan Bautista. Dice el Evangelio que "el niño saltó en mi seno de gozo" al sentir al Redentor del Mundo. Dos niños en el seno de sus Madres se contemplan y dialogan gozosos. Uno de ellos es el Hijo de Dios, el otro San Juan al que hemos celebrado desde la noche con sus hogueras.
 
No estaría mal considerar la sabiduría también humana que contiene ese libro divino.
 
Con estos argumentos se caen por su peso esos planteamientos abortistas de "presuntas agrupaciones de católicos por el aborto, o por su eufemismo de "por la salud reproductiva" o "por los derechos de la mujer". El feminismo y progresismo que defienden el aborto serán lo que sea pero no pueden buscar sus raíces en una interpretación cristiana sino todo lo contrario.
 
Y también se debe tener en cuenta que, aunque la ciencia no llegó hasta el siglo XX a desentrañar la unidad entre el embrión, el feto, el bebé, el niño, el adolescente... el adulto y el anciano, siempre se ha mirado el misterio de la vida como algo sagrado, o bien algo de tal importancia para el ser humano, que su manipulación era una práctica oculta, de "brujas", desviada de la profesión médica.
 
 
No conocer un fenómeno con precisión no exime de cierto conocimiento intuitivo de que la vida "no se toca". El principio de prevención: "no matar por si acaso es un ser humano", parece claramente superado por el de la evidencia: "es un ser humano", como para ser especialmente respetuoso con la vida.
 
¿Quién podría enfrentarse al tribunal de Dios después de destrozar la "obra de sus manos"? Y eso vale para TODA vida humana.
 
frid
 
25/06/09

2 comentarios:

Sil dijo...

Muy intersante todo lo que aqui planteas, por mi parte estoy de acuerdo con el aborto en ciertos casos pasrticulares, No estoy a favor del aborto por la simple idiotez humana, eso que esta alli sea como se llame tiene vida y si lo matas de la forma que sea sos un asesino.
Bueno esto da para debate...
Saludos

cartapacio.liberal dijo...

No se es asesino de un cangrejo. Eso que "tienes ahí" es humano. Una cosa es comprender a las personas y otra dar por bueno su actuación. Las primeras leyes despenalizadoras daban por supuesto lo horrible del aborto. Hemos llegado a plantearlo como un derecho de la mujer sin tener en cuenta el derecho del padre y, más aún, el derecho del propio niño que es el más inocente de esa historia