martes, septiembre 15

Economía y ley natural


 
 
Leyendo a Alexis de Tocqueville en "La Democracia en América", me llamó la atención que achacase los males derivados de la esclavitud a la violación de la  ley natural.
 
Pero después, reflexionando, he llegado a la conclusión que cualquier violación de la ley natural tiene consecuencias nefastas en la economía.
 
Tocqueville comenta que la esclavitud es un sistema antieconómico porque los esclavos no están motivados para el trabajo mas que por el miedo; por eso su trabajo siempre será el del nivel de subsistencia. El esclavo trabaje o no trabaje, debe ser alimentado. Esa mano de obra hace vago al propietario de los esclavos y, además, le ata a la tierra y le hace sedentario, reduciendo su capacidad de iniciativa.
 
Cuando habla (año 1831) de los Estados del Norte americano, comprueba que son siempre más prósperos que los del sur, y da una causa: "la  prohibición de la esclavitud". Ahí el trabajador está motivado, el trabajo dignificado, y el empresario contrata la mano de obra necesaria y sólo cuando es necesaria. El hombre es más libre para moverse, colonizar otros territorios, cambiar de actividad y tiene más iniciativa.
 
En nuestro siglo: la violación de la ley natural con el aborto envejece la población, hace peligrar el relevo generacional, mata la capacidad de iniciativa, degenera las costumbres hacia un hedonismo que impide reaccionar con energía ante los problemas y las oportunidades.
 
En nuestro tiempo: la sociedad del despilfarro agota innecesariamente los bienes naturales escasos hipotecando el futuro de sus descendientes; ha manipulado la tierra produciendo grandes contaminaciones del suelo, del agua y del aire. En ese sentido la conciencia "ecologista" es una reacción de la naturaleza humana para recuperar la función de administrador de los bienes de la tierra, de "relativizar" la propiedad y orientarla al bien de la sociedad presente y futura.
 
Pero es más fuerte la conciencia hedonista que la responsabilidad social y el resultado en Occidente es "decadencia y envejecimiento cultural".
 
La solución: volver a vivir los preceptos de la ley natural. Sólo siendo íntegramente humanos saldremos adelante incluso con una economía próspera.
 
frid
 

2 comentarios:

Jesús dijo...

No creo en la ley natural, precisamente lo natural es la esclavitud, y lo antinatural lo que hay ahora la neoesclavitud.
También lo natural es el aborto desde siempre los hijos que no se podían alimentar se mataban o vendian como esclavos, cuando no eran comidos.
El ecologismo es una involución peligrosa.

cartapacio.liberal dijo...

Anda con cuidado, Jesús, no vaya a ser que a tu nuera le resultes apetitoso en "arroz", o que tus nietos piensen que el abuelo ya sólo sirve para dar sustancia a la sopa.

Sin "ley natural" la humanidad sí que haría una involución a la ley de la selva (animal) en la que la esclavitud, la tiranía y la imposición del más fuerte sería lo "natural", es decir... lo irracional