viernes, marzo 18

Mis dragones se van de estampida

 
Ese sería el fruto maravilloso de ver la película de Joffé y aplicarse la moraleja. Y es realmente difícil, aunque es la solución para sembrar paz. "Pon amor donde no hay amor y sacarás amor" y es así. O, en frase de San Josemaría, nada menos que en el primer punto de Camino: "Que tu vida no sea una vida estéril. —Sé útil. —Deja poso. —Ilumina, con la luminaria de tu fe y de tu amor. Borra, con tu vida de apóstol, la señal viscosa y sucia que dejaron los sembradores impuros del odio. —Y enciende todos los caminos de la tierra con el fuego de Cristo que llevas en el corazón". Un reto que late del principio al final en la película "Encontrarás Dragones"
 
 
Tuve la suerte de estar en un "preestreno" para la prensa zaragozana, y puedo decir que me decidí a matar mis propios dragones, porque hay motivos... la vida es compleja y nos herimos queriendo o sin querer unos a otros, y a veces los mismos que te hieren no soportan ver a su víctima. Y compensa no cruzarse en su camino. Pero la vida de San Josemaría muestra un camino mejor: abrazar a ese obrero que en el tranvía madrileño intentaba manchar su sotana limpia con el polvo de su trabajo: un abrazo de padre y  un abrazo de perdón.
 
Buena película, bien ambientada, en una época compleja de España que debemos superar como ya decían mis padres y mis abuelos: perdón, perdón, perdón. Y siempre evitar, una vez perdonado al ofensor, dar vueltas a las ofensas. No reavivar el fuego del odio, del resquemor, de la envidia, de los celos.
 
La paz no es consecuencia de la programación humana, es un don de Dios. Lo más parecido a Dios es un hombre que perdona, un hombre paciente, un crucificado en su "orgullo", un sembrador de paz y de alegría.
 
Mi consejo: asistir a la película de Joffé ahora que se proyecta en España desde el día 25 de marzo, dispuesto a matar nuestros propios dragones y volver a casa, a nuestro hogar, con el alma ligera, llena de comprensión. Si es posible: vengarse del mal amando más. Y en el mundo que nos rodea procurar entender que si Dios no fulmina inmediatamente al "malvado" es que encuentra en su corazón un fondo que vale la pena amar. Y acaso ¿somos más que Dios?
 
Frid

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