domingo, septiembre 18

Nuevos tiempos

 
 
España está en crisis,  Europa está en crisis. Y mucho tiene de culpa el socialismo, el progresismo, que han intentado construir un mundo con valores nuevos, erradicando los que denominan tradicionales.
 
Pero es que lo que consideran obsoleto, por antiguo es la familia y el orden regido por las virtudes humanas. Ahora la ley se fabrica "ex novo", no tiene nada que ver con las exigencias deducibles del orden de la justicia. Pues "justicia" es un concepto muy antiguo, donde cada uno tiene derechos inalienables, por encima del Estado. La persona construye la sociedad, no se disuelve en ella.
 
El socialismo en España ha mostrado su profunda incapacidad para construir un orden social justo y solidario. No es algo casual la corrupción endémica de sus líderes. Su falta de valores ha hecho que se consensúe incluso la costrucción del Estado nacional y autonómico admitiendo claras interpretaciones estatuarias anticonstitucionales; así como su falta de fortaleza para defender lo de todos, el espacio común español donde todos podamos movernos sin considerarnos extranjeros en la propia patria.
 
Los nacionalismos han demostrado su profundo egoísmo, su mirar insolidariamente la tarta del Estado y su falta de visión del interés general. España está cansada de un grupo de irresponsables con responsabilidades políticas.
 
Unos, los socialistas, que intentaron eliminar de la vida pública a los populares en vez de pactar con la otra fuerza mayoritaria los intereses generales. Los otros, aprovechados de la inmadurez humana y política de Rodríguez Zapatero, con la responsabilidad de todo su gobierno y de su partido.
 
Un socialismo que sabía que Zapatero era corrosivo y no lo excluyó de sus filas ni dejó oír voces críticas, es un socialismo débil e incapaz de sacarnos de la crisis.
 
Y es que si la crisis no golpea tan fuertemente a los españoles es porque todavía existe el refugio familiar, la familia sigue siendo la institución más valorada en España. Y la clave está en que ahí no hay egoísmos, ni sectarismos, ni visiones a corto alcance.
 
Por eso, la regeneración de España pasa por valorar los fundamentos sólidos de la sociedad: familia, justicia, prudencia en el gobierno y fortaleza para saber defender el interés general frente al oportunismo del momento.
 
Mi esperanza, que Rajoy, que viene, reconstruya y pronto lo que el insensato y vacío socialismo contemporáneo ha derruido.
 
frid

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