miércoles, mayo 25

Heterodoxia

Yo no quiero que todos sean liberales, sino que todos respeten la libertad, si bien cuanto más libertad podamos ejercer más acorde será el binomio: libertad y responsabilidad, un binomio connatural al hombre.



Tampoco quiero que todos sean del Partido Popular, pero sí quiero que se respete su existencia y no se trame su eliminación de la vida pública, ni que se nos califique de "derecha extrema" porque defendemos valores, y tenemos criterios.


No quiero un gobierno sectario, pero sí un gobierno del partido mayoritariamente votado, que tenga en cuenta a todos los demás. Esperanza Aguirre dijo que iba a gobernar pensando en especial en los que lo están pasando mal en estos tiempos de crisis, le hayan votado o no.


No quiero que se desarrolle el cien por cien del programa del vencedor en las urnas, sino que incluya los matices de los pactos, de la flexibilidad para aceptar mejoras propuestas por la ciudadanía o por los partidos de la oposición, si bien hay principios irrenunciables como la libertad, la eficacia y eficiencia en la gestión, la honradez, el respeto a las personas y otros aspectos referentes a las claves del programa del vencedor.


No me gusta un gobierno de los míos para los míos, sino un gobierno "de los míos, contando con los otros, y para todos".


Asumo que la crisis ha hecho que parte del voto popular más que por el ideario popular es por la necesidad de sacar a los españoles de la crisis, lo que será una tarea difícil y ardua que requerirá sacrificio y colaboración también de las otras fuerzas políticas. Asumo que el voto es un rechazo a la política de Rodríguez Zapatero, y por eso, creo que los ciudadanos piden a los nuevos gobiernos:


1.- Trabajo serio para salir de la crisis económica.


2.- Gobiernos no sectarios y capaces de pactos y de formar mayorías que suman, no "contra" nadie.


3.- Gobiernos que den confianza a los ciudadanos, que fomenten la paz y la convivencia, que colaboren entre Comunidades, Ayuntamientos y con el resto del estado español, si bien para eso último lo mejor sería adelantar elecciones y tener ahí otro interlocutor menos rechazado.


4.- Gobiernos respetuosos con la realidad cultural española que, en su mayoría es católica, y que en casi su totalidad valora sobremanera la familia como institución clave para la sociedad.


5.- Honradez, corrupción "cero" y transparencia.


6.- Gobiernos que garanticen el cumplimiento de la ley y que fomenten la independencia de la justicia. Y, por supuesto, jueces que apliquen la ley, no su "ideología".




7.- Humildad, escuchar a los ciudadanos, no endiosamientos que le alejen del pueblo y se conviertan en "ilustrados" o "iluminados" o "progresistas" que traten a la ciudadanía como menores de edad: ni programas de EpC para la "secta", ni "guerras" mal explicadas.




Hoy España ha recordado a Rodríguez Zapatero que no queremos volver a odios y rencores, que el político no es un "fraile predicador del laicismo o de lo que sea", que es un gestor del bien común, del interés general y de las condiciones de vida de TODOS los españoles.




Confío que España se haya despertado más sana después del 22-M


frid

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