domingo, octubre 9

Gobernar para todos

 
 
Sólo ese lema me haría hablar bien de Mariano Rajoy, si bien soy de los que no lo considero el "candidato perfecto para el cambio"; pero es el que hay. Y hace gestos que muestran que es un válido recambio.
 
Se nos había olvidado eso de "gobernar para todos": Tinell, la memoria histórica, la promoción de lo raro, la confrontación, el sectarismo, la división, eran un modo de hacer política preferente en el equipo en el que Rubalcava era de los jugadores seleccionados.
 
Un equipo obsoleto deja paso a otro con ideas llenas de sentido común; un equipo que mide la calidad humana en el pelo del Presidente del Congreso frente a ese "calvo" de la Gaceta, o que pide que creamos y seamos patriotas a los "Ministros de España" y no a esos ex-presidiarios con los que se reunen a comer.
 
Estoy deseando el cambio porque en mis carnes sufrí el aparcamiento que los socialistas hacen con los que tienen la osadía de mostrar sus ideas y apoyar a otras formaciones políticas. Mis cargos populares me han supuesto sólo males. Y ahora tampoco, con el cambio, espero bienes... pero al menos espero normalidad: un funcionario no puede ser aparcado por mera economía de medios.
 
Creo que gobernar para todos significa también gobernar "con el propio equipo", no vaya a ser que el cambio sea sin recambio y tengamos a los mismos sectarios controlando. Pero esos que se van: que si quieren encuentren una ocupación digna, acorde a su formación, para sacarnos, con su trabajo, de la crisis en la que nos metieron.
 
Gobernar para todos es pactar por el bien nacional, es ofrecer a la segunda fuerza política pactos para que el Estado no se disgregue ante el egoísmo de algunos nacionalismos. Pluralidad sí, caprichos no.
 
Gobernar para todos es difícil porque los que están en el seno de sus madres tienen que tener garantizado ¡el derecho a vivir!; y también supone que se inicie una segunda transición para restañar las heridas que el odio de los sectarios han abierto.
 
Gobernar para todos sí; pero con equipo propio y ofreciendo trabajo, no prevendas; haciendo que todos asuman su parte de responsabilidad. Y, como indignado sin incluirme en los que salieron a la calle con sus tiendas: la responsabilidad supone que los que malversan fondos no se vayan de rositas ni de indemnizaciones millonarias.
 
Mariano: esperamos la letra pequeña de tu lema.
 
frid

No hay comentarios: