La familia en Cronin
En su biografía, Cronin acaba hablando de su conversión. Él que nació católico por parte de padre, y en el seno de una familia puritana por parte de madre, tuvo que sufrir en su infancia la intolerancia de los compañeros de clase hasta que la amistad y la valía humana se hizo notar.
De ahí aprendió a ser tolerante, a comprender que cada persona nace en una cultura y religión que debe respetarse. Admite la conversión, el cambio de religión, pero también que el vivir conforme a la religión recibida tiene muchas opciones para ser una buena persona y agradar a Dios... y es que va captando, como médico y observador de las personas, los aspectos comunes a toda religión y a toda vida humana... esas luces de la naturaleza tan importantes para realizarse como persona y obrar el bien.
Lucha por la vida es la constante de Cronin, una lucha en la que el esfuerzo se premia. Pero su primer valor, aquello a lo que todo subordina, es a la familia.
Y es interesante que, desde el naturalismo de un observador médico, advierte que la familia es lo que "salva a la persona", lo que le hace darse, no ser egoísta, sentir la transcendencia.
Habla con fuerza de la fidelidad, clave para la estabilidad matrimonial. Y, parte de esa fidelidad: "no hablar mal del otro", porque eso sería una traición. Y, también, que es una empresa de sacrificio, de generosidad y de "incertidumbre"... unidos para afrontar juntos las dificultades. De eso el hijo es una gran ayuda porque fomenta el salir de uno mismo y pensar en la donación que supone.
Comenta estos aspectos que, entonces, estaban arraigados en las familias más humildes. Pero hoy, a pesar de la propaganda del "me apetece" que impregna todos los ámbitos de nuestra sociedad, siempre es más atractiva la fidelidad, la vida de entrega, la lealtad, el llegar virgen al matrimonio. Son retos no imposibles pero no fáciles. Y hoy, como entonces, son fruto del esfuerzo... y, como dice Cronin, también de la práctica religiosa. Dios ayuda.
También habla de una sociedad en la que el aborto era ya práctica común de la sociedad acomodada. Practicar el aborto es el final de la carrera profesional de un médico, es como ser un mercenario de la muerte, aunque no te pillasen por que estuviese penado. Él nunca cayó en esa tentación que como médico de éxito y de la alta sociedad, tenia a mano con sumas de dinero importantes. Y es que un médico está para sanar, para la vida.
Su experiencia expresada en su novela autobiográfica "Aventuras en dos mundos" seguirá siendo actual, porque es la lucha para alcanzar el éxito y la satisfacción personal.. lo primero llega con esfuerzo, lo segundo cuando tiene tiempo para pensar, para encontrar la paz en la vida familiar y en el trato con Dios.
frid
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