Todo cambio genera incertidumbre. Los que viven en un edificio en ruinas no acaban nuca de irse hasta que la desgracia les coge en el derrumbe. Los aires del tan-tan del cambio están ahí, son exigencia del guión, pero siempre miramos a otro lado. Son los otros los que deben abrir hueco.
Pedimos generosidad a los demás, y no nos miramos al espejo de los años. El cambio son caras nuevas, ideas nuevas, ilusiones nuevas. Y, ante eso no parece que quepan las operaciones de cirugía estética.
Los tan-tanes se oyeron y fuerte en el Comité popular de la provincia de Zaragoza. Susceptibilidades ante nuevas afiliaciones y miedos para proponer reformas que no contaban mayorías. Es curioso, pero hay debilidad y mucha en las fuerzas que ahí se empiezan a sumar. Se suma de uno en uno... y se resta de cien en cien.
Pero los números, algunos los hacen mal. Piensan que esos ceros no cuentan y están detrás de los unos. Y esa cifra crece. Juegan a mantener para mantenerse... y quizá ni se mantengan. Hay tanta incertidumbre cuando uno piensa en su amada poltrona, una poltrona de la que ha disfrutado años y años... una "eterna oposición" que va llamando a una "nueva oposición". Y entre los eternos hay gentes de valía... pero con miedos.
Y hoy los populares necesitan en Aragón una sacudida, caras nuevas, de verdad nuevas, porque muchos años han hecho que a las lapas les crezcan por arriba una especie de musgo y bichos que, si uno se fija... son lapas pequeñitas. Llevan menos tiempo pero ya han aprendido a decir eso de que "ellos son el Partido"... y así en vez de populares serán más bien personales.
La cuestión del cambio al final será fruto de lograr un candidato que ilusione, que tenga posibilidades de ser caballo ganador. Y lo más seguro para el fracaso es hablar de continuidad, porque por magníficas que hayan sido las personas les faltó ese plus que electrifica y hace sentirse copartícipe en los afiliados.
frid
Pedimos generosidad a los demás, y no nos miramos al espejo de los años. El cambio son caras nuevas, ideas nuevas, ilusiones nuevas. Y, ante eso no parece que quepan las operaciones de cirugía estética.
Los tan-tanes se oyeron y fuerte en el Comité popular de la provincia de Zaragoza. Susceptibilidades ante nuevas afiliaciones y miedos para proponer reformas que no contaban mayorías. Es curioso, pero hay debilidad y mucha en las fuerzas que ahí se empiezan a sumar. Se suma de uno en uno... y se resta de cien en cien.
Pero los números, algunos los hacen mal. Piensan que esos ceros no cuentan y están detrás de los unos. Y esa cifra crece. Juegan a mantener para mantenerse... y quizá ni se mantengan. Hay tanta incertidumbre cuando uno piensa en su amada poltrona, una poltrona de la que ha disfrutado años y años... una "eterna oposición" que va llamando a una "nueva oposición". Y entre los eternos hay gentes de valía... pero con miedos.
Y hoy los populares necesitan en Aragón una sacudida, caras nuevas, de verdad nuevas, porque muchos años han hecho que a las lapas les crezcan por arriba una especie de musgo y bichos que, si uno se fija... son lapas pequeñitas. Llevan menos tiempo pero ya han aprendido a decir eso de que "ellos son el Partido"... y así en vez de populares serán más bien personales.
La cuestión del cambio al final será fruto de lograr un candidato que ilusione, que tenga posibilidades de ser caballo ganador. Y lo más seguro para el fracaso es hablar de continuidad, porque por magníficas que hayan sido las personas les faltó ese plus que electrifica y hace sentirse copartícipe en los afiliados.
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