jueves, octubre 30

Hacia el ciudadano probeta



En Cataluña, y en bastantes autonomías en las que gobierna el Partido Socialista solo o acompañado, se está dando un fenómeno de lo más curioso: no se gobierna en busca del bienestar de los ciudadanos, ni tampoco como prioridad dotar a la sociedad de infraestructuras básicas para la actividad empresarial o social. La prioridad del gobierno es sencillamente manipular conciencias.

Según la autonomía sea o no nacionalista, el sesgo cambia. En el primer caso se añade una particularidad, el "hecho diferenciador" que se procura que sea una "brecha" para la convivencia con el resto de los ciudadanos del territorio español. No es sólo la "ley de lenguas" o la "inmersión lingüística", es la construcción del "ciudadano de tal o cual autonomía" con conciencia de "agravio", o, sencillamente con "odio" a lo "extranjero" que se impone.

El modelo que se implanta en las escuelas públicas no es tanto un modelo de conocimientos o de normas de comportamiento que favorezcan la convivencia, sino un "modelo universal, social, de mínimos y exclusivo". Es universal porque es impositivo y ante el que sólo se puede hacer frente mediante la "lucha", o la objeción de conciencia. Reacción necesaria ante el planteamiento materialista neo-marxista que impera en las Direcciones educativas. Es social pero "público", porque hay una apropiación indebida de los fondos públicos que pasan a ser "de disposición absoluta del Estado para los programas del o de los partidos gobernantes". Se defrauda la voluntad del ciudadano que aporta los recursos económicos no respetando su ideal edicativo. Es de mínimos porque no da calidad y busca el "aprobado social". Y es exclusivo porque asfisia otros sistemas educativos que, en un sistea de libertades y de "pluralidad" deberían mantenerse.

La educación diferenciada, la educación en la lengua materna, la verdadera educación en catalán y en castellano (bilingüismo real), la educación en valores según la voluntad de los padres, y la educación en el esfuerzo y en el conocimiento son sencillamente los presupuestos que en Cataluña han sido puestos en la "tesis" a debatir. En su "lucha" educativa, los socialistas catalanes que quieren estar más a la izquierda aún en nacionalismos que Esquerra Republicana, han definido esos presupuestos como sus enemigos. Su labor es de acoso y derrivo y el viento sopla a favor mientras se mantengan en el gobierno.

La pregunta que nos hacemos es sencilla ¿hay reacción social? Y la respuesta es también muy sencilla: sí, pero fuera de los cauces donde se hacen las leyes y se planifica. No importa que fuese "una minoría" la que votase el Estatuto Catalán, pero fueron mayoría relativa. No importa la abstención política en las votaciones, porque la mayoría de los que votaron les dieron la capacidad legislativa. Por eso la acción social "por el cambio" y "por la libertad" ha pasado a los reductos románticos que antes eran exclusivos de la izquierda: "la clandestinidad al menos aparente", "la toma de la calle", "la movilización"... y la llamada, aún inconsciente, al relevo de la clase política, o la creación de entidades que vayan adquiriendo el peso político suficiente para poder "imponer", curiosa palabra, "un verdadero sistema plural y libre" en materia educativa.

frid

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