viernes, abril 13

Reflexiones liberales. El debate sobre la crispación. ¿Por qué nos quejamos?


 
Comentando con un amigo surgió el "lugar común" habitual: los populares deberían trasladar su propio discurso y no quejarse tanto de lo que hace el Partido Socialista. Es claro que los socialistas están equivocados, pues que se estrellen, la sociedad se dará cuenta y no les votará. Y mi contestación habitual: "mira, están violando a tu mujer, ¿qué haces? ¿les dejas para no crispar, se deja ella y hablamos mientras tanto de justicia y castidad matrimonial? ¿No es cierto que actuarás en legítima defensa aunque crispes? 
 
Sorprendentemente alguno me ha contestado: pues que se deje y luego que lo denuncie o cambie de acera para que no vuelva a ocurrir. ¿Pasotismo? ¿Comodidad? ¿Consideración de un relativismo radical? ¿Qué pasa que no reaccionamos o reaccionamos mal? 
 
No es crispar la defensa legítima. Los socialistas españoles están dividiendo España y eso es verdad. ¿Proponemos, por la aceptación de los hechos consumados, ya una nueva realidad federalista? ¿defendemos la Constitución que muchos juramos o prometimos? ¿Por qué "una minoría" o "una mayoría insuficiente" puede cambiar la Ley de leyes sin que pase nada y no nos quejemos? ¿No es eso traición? Pero "son muchos los traidores", pues además de traición habría imposición y cambio de modelo por una "tiranía de la mayoría parlamentaria". Nos han cambiado las leyes de juego mientras estábamos en el terreno de juego y eso es deslealtad y trampa. 
 
¿Nos debemos quejar? ¿Es positivo? ¿No estamos nosotros crispando? Creo que seguimos actuando en legítima defensa y defendiendo el orden de la justicia. La justicia no está necesariamente unida al éxito, sino a la "realización de las personas y de un pueblo". Es valeroso el pueblo que no se doblega ante la injusticia, el pueblo que se mantiene fiel a sí mismo a pesar de la imposición estatalista. Lo lograron los polacos ante la dominación de los marxistas, primos hermanos de Zapatero, del otro lado del ex-telón de acero. Su modelo de recortar las libertades requiere una defensa "numantina" y "también" una propuesta constructiva. 
 
¿Esa propuesta popular sería novedosa? Ahora más que nunca es novedoso un orden social basado en la justicia, en la veracidad, en la honradez, en las virtudes humanas, en el servicio a la sociedad, en la solidaridad entre los pueblos de España. Sólo una propuesta basada en la solidez del ser humano es atractiva y eficaz frente al relativismo totalitario al que nos avoca el socialismo. ¿Es totalitarismo el federalismo socialista? Por sus frutos lo vemos: potencia el catalanismo y el vasquismo, y ahora el andalucismo y el gallegismo; nacionalismos "nacional-socialistas" donde la libertad individual se somete al "proyecto nacional"; y donde el interés nacionalista prima sobre el individuo y sobre las demás realidades españolas. 
 
La clave está en desenmascarar el modelo socialista, eliminar las capas de la cebolla en las que envuelven su mentira y mostrar que su sistema ni lleva a la paz, ni lleva a la solidaridad entre españoles, ni lleva a la libertad, ni nos hará buenos y benéficos sino malos y adormilados. 
 
Es claro que los populares deben llamar la atención, aunque sea incómodo y molesto; pero también es claro que su recambio eficaz pasa por los "valores humanos", por un modelo social de libertad y veracidad. Algo realmente novedoso si se le añade una buena dosis de "humildad". 
 
frid

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