martes, abril 17

Reflexiones liberales: Ideología, religión y cristianismo.


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Artículo abierto al debate y dedicado a un liberal entrecomillado para que replique y enriquezcamos nuestras ideas. Sostengo que la religión no es ideología, si bien todo ser humano está contaminado de "ideologías"...

Reflexiones liberales: Ideología, religión y cristianismo.

No quiero ser exaustivo, porque sólo hablar de cualquiera de esos temas daría lugar a un tratado de muchas páginas, y más si se pretende ser conclusivo en el discurso. Ahora lo que se pretende, a modo de apuntes, es exponer algunos conceptos y apuntar algunas ideas para la reflexión y el debate.

La ideología es siempre una simplificación de la realidad. Reduce la riqueza vital para adaptarla a los esquemas parciales de un grupo de personas.

Normalmente los actuales partidos políticos de izquierda son "ideológicos", ya que su concepción "materialista del mundo" excluye a Dios, y establece un "determinismo dialéctico" que hace "científica" y "previsible" la evolución social. Sus creencias son pseudo-religiosas porque se refieren sólo al mundo terreno, no por "revelación divina" sino por "mero actovoluntarista". Es más bien un juego de deseo y de imaginación que verdadero ejercicio científico.

La realidad es objetiva, si bien su conocimiento es subjetivo. La naturaleza tiene sus leyes, determinadas para los seres materiales y vivos no racionales, pero la ley del hombre es la "ley de la libertad". Tiene, ciertamente una naturaleza racional objetiva, pero no está determinado en su obrar.

La religión responde a una necesidad humana: si soy criatura, si estoy por otro, lo razonable es llegar a una Mente Creadora Universal, que llamamos Dios. La aceptación de ese Ser Único, Omnipotente y Providente es la raíz de toda religión natural. No es ideología sino la conclusión de un conocimiento.

La religión judía y cristiana sostienen, por fe, que ese Ser se preocupa de los hombres, se comunica con ellos, promete un Redentor. Los cristianos vemos en Jesucristo el Mesías, el Hijo de Dios.  Pensamos que su revelación establece el camino que Dios ha querido para conducir al hombre a su fin último.

Las religiones no son ideologías porque no "ordenan la sociedad humana" si bien influyen en ese orden social. No establecen un único modo de organizar la sociedad. Pero pueden estar "impregnadas de ideología".

Un estado teocrático es ideológico. El Islam como estado teocrático o Israel pecarían de contaminación ideológica, más grave y preocupante el Islam por establecer un pensamiento único y una norma civil única. Es muy difícil decir que el Islam no es un sistema político teocrático.

Los partidos políticos confesionales son ideológicos; los partidos políticos que incorporan el relativismo absoluto, o el materialismo práctico también lo son. Es muy difícil establecer un partido político y no contaminarse de ideología, sobre todo si se quiere tener cierta unidad. Ese es el problema de los partidos políticos "conservadores", o de "centro" o de "derechas". Cuando más libertad dan a sus afiliados menosideologizados pero más desunidos.

Los partidos políticos no ideológicos se convierten en tecnócratas: solucionadores de problemas sociales no manipuladores de la sociedad, lo que no es tan malo.

Pero "el que esté sin pecado que tire la primera piedra", ¿quien no tiene su "propia ideología"?

La clave de un sistema de libertades es confiar en la libertad del hombre, en crear un lugar en el que cómodamente pueda decidir y agruparse en sociedades intermedias; la familia (que no es ideología sino realidad natural) y las asociaciones. Esos sistemas son los menos contaminados de la ideología.

El hombre religioso, por el mero hecho de ser religioso no tiene ideología (la religión es una realidad natural), pero por el mero hecho de ser "hombrepensante" tiene su particular modo de ver la vida, su propia ideología más o menos abierta o simplificada, según su categoría intelectual o su formación.

Normalmente la gente verdaderamente inteligente procura contaminarse poco de ideología, busca la verdad. Muchos de ellos encuentran así a la Verdad con mayúscula, a Dios y le aman.

auvert

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