domingo, septiembre 2

Una mirada a los "emperadores romanos". Unos bárbaros refinados. Vidas de los doce césares, de Caius Suetonius Tranquillus.

Una mirada a los "emperadores romanos". Unos bárbaros refinados. Vidas de los doce césares, de Caius Suetonius Tranquillus.

 

Este libro de Suetonio muestra la vida de doce césares, desde Julio César hasta Domiciano. Y lo aconsejo para que tomemos conciencia que la herencia romana es el "sistema jurídico" pero no la "seguridad jurídica que crea". Leer para agradecer que los cristianos humanizasen el Imperio.

 

Título: Vidas de los Doce Césares.

 

Autor: Caius Suetonius Tranquillus

 

Edita: Biblioteca Homo Legens, Madrid 2006

 

Este libro, magníficamente traducido por Rosa Mª. Agudo Cuevas, se lee con facilidad y enseña que el "ideal mundo pagano" era una mostruosidad, que la cultura romana sin el cristianismo era de una barbaridad y crueldad que nada tienen que envidiar a las hecatombes de los aztecas. Augusto inmola 300 ciudadanos en el altar erigido a César, después del saqueo de una ciudad... y era de los menos crueles. César tenía una ley: su propia ambición. Los crímenes, adulterios, incestos, robos, extorsiones... eran moneda común de los emperadores desde Tiberio hasta Domiciano. Excepción hecha por Claudio, más "por su cierta estulticia" que por su bondad... y el Divino Tito que, según Suetonio, en sus dos años y unos meses de gobierno, fue un Emperador justo.

 

La vida y las miserias de César, Augusto, Tiberio, Calígula, Claudio, Nerón, Galba, Otón, Vitelio, Vespasiano, Tito y Domiciano nos muestran lo que hemos mejorado al impregnar la cultura romana con el humanismo cristiano. Y esa herencia vale la pena mantenerla. No estamos vacunados contra la barbarie mas que con la sumisión de todos los hombres a su creador, razón fundamental de su igual dignidad como personas.

 

La civilización occidental, neo-pagana, tiene ya unos antecedentes de relajación moral que van unidos a inseguridad jurídica que valdría la pena evitar. Los sacerdotes del neo-ateísmo hoy van ufanos hablando de "progreso", pero el agujero al que nos llevan, con el desprecio actual a la vida del no nacido y su relativismo ético... es, sencillamente, el mismo que vivieron personajes como Nerón y Calígula... Al eliminar la ética queda sólo el poder como aglutinador... y el poder por sí solo sólo se mantiene en las tiranías.

 

Aprendamos.

 

frid

2 comentarios:

Anónimo dijo...

claro, con el poder con el cristianismo no fue desastroso, verdad? conoces algo llamado "INQUISICIÓN"? No creo que en el libro de la vida de los doce Césare la conclusión más clara a sacar sea que todo aquello no hubiera pasado con el cristianismo en el poder.. En fin, cada cual ve lo que quiere ver, y aquí lo demuestras claramente tu.

cartapacio.liberal dijo...

Me alegra que saques a colación la inquisición, institución discutible, con un peso enorme en la sociedad protestante, donde los números de inocentes masacrados por sus creencias religiosas fueron millones... pero "un sólo inocente" o "una sola persona que muera por sus ideas" es un fracaso de un sistema. De hecho, sabrás que la Inquisición se inicia en Francia como complemento del rey cristianísimo, un tal Luis que persiguió con ese arma también a "católicos disidentes". Pero ¿compararás la inseguridad de las personas en el paganismo romano frente a la inseguridad de las personas en la Edad Media? Hemos avanzado... y el fermento, mal que te pese, ha sido el cristianismo. Señor anónimo... ¡cuan ignorante!