Llevamos ya una semana de navegación en el blog http://aragonliberal.zoomblog.com, en espera que la dirección definitiva www.aragonliberal.es apunte al nuevo diseño del periódico.
Durante esta travesía hemos recibido muchas adhesiones y comprensión a las razones que han motivado la búsqueda de nuestra independencia. Pero no es independencia en soledad. Contamos con el apoyo principal del Foro Aragón Liberal y de la Asociación de Amigos de Aragón Liberal, así com de numerosas asociaciones y blogueros que, entendiendo la necesidad de la pluralidad, nos han dado la bienvenida.
Gracias a ese apoyo hemos mantenido nuestra presencia en red y los accesos al periódico, que esperamos sigan en linea ascendente en cuanto sumamos un proyecto en el que se unen el Liberalismo económico y social con los planteamientos del humanismo cristiano. Y ya han comenzado a notarse las diferencias con respecto a otros planteamientos.
Nosotros seguimos siendo más un movimiento de ideas que un grupo anejo a una ideología. De hecho no encajamos en un partido político por lo que supone esa elección de simplificación, legítima en muchos casos, de la realidad. Unas simplificaciones que muchas veces generan la obligación de adherirse a muchos postulados que no se comparten.
Para seguir siendo un foro de debate, dentro del planteamiento liberal, nuestros lectores y nuestros editores y colaboradores son del más variado espectro cultural y político, eso sí con una apuesta decidida en la defensa del primer requisito para ejercer la libertad: la vida humana, y el optimismo que motiva nuestro debate: "se puede conocer la verdad" y, por eso, se pueden argumentar las opiniones para convencer o dejarse convencer por las proposiciones aquí vertidas.
Liberalismos hay muchos, casi tantos como liberales. En el momento en el que se piensa que "uno es el´poseedor de la verdad" cae normalmente en una posición anti-liberal, pero no es así si uno piensa que posee esos "retazos de verdad" suficientes para entender cómo debe obrar y cómo puede ser la mejor organización social. Sin embargo, con los "retazos" que otros le puedan mostrar puede corregir sus planteamientos y rectificar sus posiciones. Ese es el diálogo fecundo, no el del puro relativismo en el que "todo son opiniones".
Con el reino de la "opinión" se cae fácilmente en la posición que propugna la "Educación para la Ciudadanía", desde el pesimismo para conocer la verdad todo acaba siendo fruto del consenso y, después de la imposición del que tiene el poder. Se llegaría a la tiranía de la mayoría, paso intermedio para la tiranía del Estado.
frid
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