Tiempos de cambio

 

Ojala ese sentimiento sea común a la mayoría de los ciudadanos: un cierto hastío de nuestra clase política derivado a la falta de ideales, de rumbo y de entusiasmo en los que están inmersos.

 

 

Tengo la sensación de que la política actual se ha saturado de personajes tan mediocres como ineficaces, con la única ambición de perpetuarse y de configurar la sociedad del modo más adecuado para ese objetivo: adormecerles en la conciencia y subyugarles por la subvención institucionalizada. Hombres grises gobernados por líderes grises.

 

Este es prácticamente el sentir de los auténticos intelectuales en España, no de los que pasan por la Moncloa a recibir el alpiste. Y esa es una señal positiva de un posible cambio basado en la recuperación de la excelencia, de la profesionalidad y del afán de servicio.

 

Signos del cambio:

 

Se es votante... pero no incondicional (la izquierda sigue siendo votante aunque les condicionen la libertad)

Se es afiliado... pero no entusiasta (la izquierda suele ser entusiasta de la prebenda)

Se es amigo de algunos políticos... pero se es crítico con sus actuaciones (la izquierda no suele ser amiga de nadie, pero tampoco crítica de los suyos)

Se busca un cambio... pero no el mero relevo de fuerzas políticas (la izquierda, obviamente, busca la permanencia)

 

La derecha, como puede observarse, sigue ejerciendo el pensamiento, y... si llegase al gobierno seguiría con esas señales buscando un cambio que rearmase de nuevo el sistema social, pero sus políticos no están dando la talla y nos jugamos mucho: la libertad.

 

Datos que claman al cielo:

 

La sociedad ha perdido la sensibilidad ante el valor de la vida: más de 110.000 abortos al año en España, la píldora abortiva se toma como si fuese una aspirina. No amamos la justicia, al menos ante el más inocente de los seres.

 

La enseñanza pública más que un derecho es una obligación. La doctrina del Partido en el poder se convierte en materia obligada en la edad escolar. Se ha creado una cultura oficial en la que es tabú pensar "como hasta ahora se había pensado". No amamos la libertad.

 

La corrupción está instaurada en los partidos políticos. Es cuestión de "a quién pillan en mayores líos". Pero es que el sistema falto de valores sólo tiene un freno: "que no te pille la ley". Si están corruptos, si viven del cuento los políticos, es que nosotros aspiramos también a vivir del cuento, llámese PER, llámese subvención o subsidio de por vida.

 

Las familias se deshacen con gran facilidad. No hay lealtad, no hay seriedad en los compromisos.

 

Es claro que vivimos en tiempos de cambio, de búsqueda del "hombre", de intento de reagruparse la gente honrada. ¿Sabremos hacerlo? ¿Sabremos elegir a nuestros políticos en los partidos en los que militamos que no tengan vergüenza de defender lo que pensamos los que les hemos elegido?

 

Son tiempos de cambio, pero ¿encontraremos las personas que lo lleven a cabo?

 

frid