martes, noviembre 28

¿Podrá garantizar el Gobierno Turco la seguridad de Benedicto XVI?


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Pensamiento: Lo que está delante de nuestros ojos en Turquía es un país que quiere ser europeo en lo económico y feudal en su gobierno; libre en los capitales pero no libre en las conciencias. Por eso le piden al Papa que lleve chaleco antibalas.

Dice el Gobierno Turco al Papa: por favor, lleve chaleco antibalas. ¿Será que no puede garantizar la seguridad del Santo Padre Benedicto XVI?

Dice el Diario Exterior que el papa Benedicto XVI se entrevistará finalmente con el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan. Aunque la reunión durará sólo unos minutos y será en una sala del aeropuerto de Ankara. Parece ser que la educación obliga y que lo contrario sería un feo de tal calibre que incluso los "amigos talibanes" del señor Erdogan le pondrían mala cara.

Dice un amigo mío en el café de las 7:45 de la mañana que lo que no saben los turcos es que el Papa sigue la inspiración del Espíritu Santo. Que gracias a Juan Pablo II cayó el telón de acero y se abrió un espacio de libertad para los católicos y ortodoxos del mundo ex-comunista. Que el diablo vió como sus ataduras eran tan débiles que saltaron y hoy esos países son países libres.

Lo que no pudo hacer la hipócrita democracia occidental, la que miró a otra parte mientras la Unión soviética invadía y consolidaba a la fuerza el Pacto de Varsovia lo resolvió un hombre asistido por el Espíritu Santo que dijo ¡no tengáis miedo a la verdad!, rememorando a San Pablo ¡la verdad os hará libres!.

Hoy la visita del Papa Benedicto XVI a Turquía es aire fresco de libertad a los cristianos oprimidos por el dominio islámico. Y lo que se plantea es un nuevo modelo donde la libertad religiosa sea realmente reconocida hasta el extremo de permitir, en libertad, a todo hombre elegir la religión que vea, en su corazón, que es la verdadera. No más coacciones, no más prohibiciones, no más penas de muerte por elegir la religión que le dicte a uno la conciencia.

Lo que está delante de nuestros ojos en Turquía es un país que quiere ser europeo en lo económico y feudal en su gobierno; libre en los capitales pero no libre en las conciencias.

Otro amigo cenando: lo que pasa es que la Iglesia ha progresado desde la época medieval, ha desaparecido la Inquisición en los países católicos y en los protestantes, ha desaparecido la tortura en la acción policial, ha aparecido un sistema de derecho y de garantías que antes no existía. Pero en esos países no han progresado.

La Edad Media impera en la cultura de los países islámicos y los buenos musulmanes, al ser buenas personas, lo que quieren es un país moderno, sin corrupción pero con más cultura y libertad. Al fin y al cabo la libertad de culto es un derecho básico y fundamental: relaciona al hombre con la Eternidad y resuelve los problemas más importantes de su vida ¿por qué estoy aquí y para qué nací?.

Erdogan tiene un largo recorrido, como Zapatero, lleno de rectificaciones para captar lo que es una Civilización: un espacio de libertad. Lo contrario es y será siempre comportamiento incivilizado.

Por otra parte, como dice La Gaceta de los Negocios, a los turcos radicales no les gusta ni que el Papa haga un gesto amable y pacífico reconociendo que las Mezquitas son un lugar de oración. Les enfada que visite la Mezquita Azul. Les pasa como a Zapatero, quieren a una Iglesia intolerante con la que meterse, no una Iglesia llena de paz y amor.

No nos aliemos con las tiranías a las conciencias, por favor.

Federico Rodríguez de Rivera.

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