viernes, julio 25

Un verdadero humanismo resplada la vida humana


No tiene sentido que la sociedad desproteja a los seres humanos. su razón última es el apoyo del grupo al individuo. Sólo puedes menos que asociado. La vida en grupo está más protegida, la seguridad es mayor. Se cede esa parcela de libertad, lo que es un sacrificio, para hacer de la sociedad un lugar de convivencia, de apoyo y de solidaridad.


Pero ahora resulta que asociado, se dedica el hombre a construir sistemas en los que la vida humana es la parte débil de la cadena.


Dirán: "la sociedad la formamos los que somos conscientes, los que votamos, los que participamos en la vida pública. Y cambia a nuestro albedrío, según nuestro querer del momento". Sin entrar en los compromisos reales adquiridos por los primeros fundadores de la sociedad, derechos que la arbitrariedad de unos, incluso de la mayoría, pueden conculcar... ¿puede esa sociedad despojar a un miembro, a un socio, del derecho a la vida?


¿Es socio de ese club un niño?

Si el niño es socio del club, también lo será en la fase sin uso de razón, no sólo de minoría de edad... el recién nacido.

Y, si es socio del club el recién nacido, ¿por qué no lo es, por qué no se respeta al non nato?
Cuestión de rostro, de rostro no mirado, de abstracción sangrienta, de ninguneo, de eufemismo verbal para llamar "células" a quien ya tiene un corazón que late... o que late ya de modo independiente en cada agrupación desde el primer estado embrionario. ¡Es un otro! y un "otro" que tiene derecho a ser respetado.

El aborto es convertir a toda la organización social en un tremendo fracaso. El hombre que se acoge al grupo es rechazado por el grupo del modo más cruel que es eliminarlo... y eso sí, intentando no sentir la culpa de ese asesinato.

Y así la sociedad ya no es de todos, ya no tienen todos los mismos derechos. Es sólo de aquellos que pueden imponerse sobre el más débil. Esa cadena de apoyo está rota. Se ha sustituido la "solidaridad" y la "justicia" por lo "que me hace sentir bien" y la "conveniencia".

Las leyes actuales están devolviendo a los hombres a la ley de la jungla. Y eso es claro, los más débiles no cuentan. Los no nacidos no son ciudadanos.


Pero que nadie se ampare en esa falsa seguridad que da el sistema social actual. Se ha abierto la puerta a la inseguridad jurídica de la vida humana. Ya se habla del derecho de los padres a la vida de los nacidos en sus primeros estados de vida si se considera que esa vida no es vida de calidad. Ya se está proponiendo la eugenesia post-parto.

Pero es que esos mismos afirman que un mono tiene más derechos como persona que un discapacitado, que una persona sólo lo es en cuanto están vigentes sus facultades mentales, que la vida definida como de "no calidad" es mejor que no se viva... tambores de la cultura de muerte y tambores no demasiado lejanos.

frid

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