Fe humana

No les convencen las pruebas de Santo Tomás sobre la existencia de Dios, porque, "dicen", hay que dar un salto de fe en esa no existencia de causas infinitas y pararse en la Causa Primera, o porque eso no es observable.

No les convence la Iglesia porque "se han emancipado" de creencias medievales. Ahora son hombres y mujeres acordes a los tiempos, a los nuevos tiempos en los que sólo se cree lo experimentable. Y... lo dicen con tanta seguridad que parece ser sólido su argumento.

Les ves temblar porque son trece en una mesa, porque se les ha cruzado un gato negro en el camino... "pero es un sólo por si acaso".

Alguno, que no es supersticioso, afirma que somos sólo el efluvio eléctrico de nuestras neuronas, que nos da la sensación de que pensamos, pero que realmente estamos determinados, somos una "necesidad" pero sólo si nuestro modo de pensar coincide con su "materialismo progresista"... en caso contrario debemos ser "un error necesario" y ellos son los que tienen la clave para interpretarlo.

Son la "Causa Primera" aunque niegan su existencia divina. Son "una especie de dios material" que tienen la "Última explicación de cualquier proceso"... son "creadores de verdades contingentes". En definitiva: son la Verdad (única y políticamente correcta), la Bondad (sentimental), la Belleza (saludable), la Unidad (de pensamiento). Entiendo que, obviamente, nieguen el papel divino al apropiárselo.

Y, nosotros, simples mortales, ¿qué seremos?

O nos incorporamos al nuevo credo relativista como "miembros del Sistema", sistema de vocación naturalmente totalitaria, o se nos deja como "súbditos a formar", "hombres no evolucionados" de esos que ellos definen "como plaga del planeta" porque somos demasiados.

Y volvemos a necesitar una fe, fe muy gorda, para creer en esos nuevos dioses que piensan en estructuras de "progreso" y que se definen como "nuestros dirigentes".

Yo, como "humano no evolucionado" prefiero creer en Dios, en Dios como Padre, en el Amor como razón de mi existencia, en el servicio como explicitación de ese amor y en el valor, "por igual" de todos los seres humanos.

Prefiero no clasificar a los hombres entre progresistas o retrógrados, entre válidos y desechables, entre manipuladores y manipulados.

Esa misma fe en Dios me facilita tener clara la conciencia de la igualdad entre todos los hombres, una igualdad de dignidad, que lleva al respeto de la vida, al respeto de la libertad y a ser "relativista" ante todos los "dogmas humanos".

frid