Todo se puede exhibir, todo es arte salvo que sea un crucifijo. Azafatas sancionadas, aulas con las paredes censuradas, pero nadie protesta por los signos del zodiaco, la campañas de propaganda de los gobiernos, los signos de otras religiones.
El crucifijo de la polémica.
British Airways, la compañía aérea que permite a sus azafatas musulmanas llevar velo y a sus empleados sij el turbante tradicional, siente repelús ante la figura de Jesucristo. Y de ahí que a una azafata cristiana le haya sancionado por llevar un crucifijo.
Si los increyentes y radicales directorres de esa compañía no creyesen en absoluto, el crucifjo sería lo mismo que un amuleto en el cuello de un indígena del Amazonas o un zafiro engarzado en el cuello de una multimillonaria americana. Pero es que esos increyentes y tolerantes saben todavía, reminiscencia de sus abuelos, que el crucifijo simboliza el cristianismo, el velo la sumisión de la mujer en el mundo islámico y el zafiro la ostentación de la riqueza. Todo es válido salvo que seas cristiano. Ahí te han pillado y la sanción vendrá porque los radicales anticristianos están empeñados en eliminar el crucifijo de la faz de la tierra.
Yo soy creyente. Y nunca he llevado los símbolos de mi fe con ostentación, pero no se me caen los anillos porque se vea que rezo el rosario. Tampoco me parece mal ver a los musulmanes con su rosario de cuentas por la calle. Algo bien les hará el rezar. Pero tendremos que tener cuidado los cristianos de que los locos radicales vean cruces en todas las esquinas, prohiban la cruz de San Andrés en la construcción, impidan la fabricación de adoquines cuadrados y otras sandeces que denunciaba hace tiempo Chesterton.
Considero que British Airways debe rectificar y reconocer que un crucifijo es una obra de arte que se puede exhibir. Que cada uno saque el simbolismo que le de la gana. O es que el diablo está tan dentro de la compañía que se retuerce de dolor y odio al ver ese símbolo, que él si reconoce, de su fracaso.
frid
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