miércoles, octubre 25

Progreso y crecimiento en Chesterton.

imageUna denuncia ya clásica a los "progresistas" de todos los tiempos; esos que corren y dejan detrás sólo la estela de la prisa. Una palabra más que hueca, peligrosa, porque detrás no deja nada.

Progreso y crecimiento en Chesterton.


Dice Chesterton: “La fatídica metáfora del progreso, que significa dejar las cosas tras de nosotros, ha oscurecido totalmente la verdadera idea del crecimiento, que significa dejar las cosas en nuestro interior. El corazón del árbol sigue siendo el mismo por muchos anillos que se le añadan; y nadie puede dejar atrás su corazón por mucho que corran sus piernas. En el núcleo de toda cultura están las cosas que, en todos los sentidos, deben aprenderse de memoria”.

Y eso viene muy bien para entender el modo de hacer de los profetas de la nueva religión del progreso. Llevan un hacha con ellos para cortar de raíz al árbol: fuera familia, fuera virtudes, fuera verdad, fuera diferenciación sexual. Y ahora, arrancado el hombre, avancemos hacia la nueva humanidad.

Y como metáfora aún eran poetas; pero como gobernantes de los hombres son verdugos de la raza humana. Antes, cuando teorizaban los progresistas sobre los nuevos mundos que querían crear, sus contemporáneos eran tolerantes y sonrientes; pensaban que eran las fiebres de la juventud. Ya llegarán a la madurez; la familia, el trabajo, las responsabilidades les harán cambiar. Quemaban las tradiciones en sueños y vivían las tradiciones en la realidad desde el momento que optaban por amar un ser concreto e individual. Gran labor hicieron ellas y ellos simplemente existiendo y haciendo crecer el amor del inquieto.

Pero llegó un momento en el que los inquietos hicieron realidad su sueño, tuvieron países en los que experimentar el progreso. Esos fueron los sembradores de desastres, de destrucción y muerte. Ahora han corregido la táctica; pero del mismo modo que antes, no dejarán que los anillos crezcan alrededor del árbol, lo cortarán de raíz y, eso sí, se quejarán de que se seque y muera.

Frid.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Ahora la asquerosa mala hierba que es el islam viene a ocupar el bosque talado. Pero esta planta sabe muy bien como defenderse de los leñadores progres. Ha conseguido congelar a medio planeta en el tiempo durante más de mil años.

frid dijo...

Tienes razón ginesillo. Congelar y matar es fácil; lo difícil, el arte, está en sembrar y que florezca de nuevo el árbol; y con "acomplejados" en el lado del bien nada se puede hacer. Es bueno estar convencido como tú y hablar, escribir, convencer, desmontar mentiras... eso es tarea del jardinero.

Anónimo dijo...

Hola:

El concepto de progreso deriva su valor y su poder de sus referencias al futuro. Se piensa que un mundo cada vez mejor es aquel en que se incrementa el bien-vivir. Ello se lograría, poniendo al ser humano a resguardo tecnológico creciente ante los avatares de la Naturaleza. Se considera que innovar tecnológicamente es la causa de que se avance en el control de la Naturaleza y se incremente el nivel de vida (o, simplemente se progrese).

La superideología del progreso permite creer en la existencia de una relación causal tan íntima entre innovación tecnológica y avance humano que se termina asumiendo, además, el mandamiento de que hay que aplicar todo hallazgo tecnológico. Y, sobretodo, que hay que aplicarlo industrialmente.

Se tiende a justificar la creencia de que el progreso exige ciertos sacrificios, asumiendo los efectos secundarios que conlleva la tecnología moderna (agresiones al entorno, la contaminación, industria armamentista, la uniformidad en aras a la eficacia...).

Los beneficios que genera la industria moderna para una parte reducida de la población, no dependen tanto de la tecnología como de las fuentes de energía fósil; el crecimiento tecnológico de los dos últimos siglos ha sido posible gracias a la desconsiderada actitud que el hombre ha adoptado al explotar los recursos naturales irrenovables y crear condiciones que deterioran el medio ambiente.

saludos