lunes, noviembre 13

La Alianza de Civilizaciones sí, pero con otros promotores.


Patético, oir a Rodríguez Zapatero hablar de alianzas y de libertades, ¿hay alguien más sectario actualmente en España? o ¿más a favor del Estado propietario y generador del pensamiento único?. Y no digamos a un Annan que va tapando los escándalos familiares. O Erdogan diciendo que no admitirá ingerencias extranjeras porque se muestra por ahí su afán destructivo de las iglesias chipriotas?

Cierto que esa alianza es la alianza contra las civilizaciones.

A veces podemos pensar que somos considerados injustamente como intolerantes, cuando nosotros pensamos que somos los más liberales de todos los hombres. ¿Cómo puede darse esa diferencia tan radical entre lo que uno piensa y los demás opinan?

Cuando algo así nos ronda en la cabeza, es bueno hacer examen y ver en qué parte tienen razón ellos y en qué parte me equivoco yo. Porque es cierto que cada uno tiende a considerarse mejor de lo que es, aunque al mismo tiempo diga que "es un desastre".

Hoy, en la patria de la intolerancia, se han reunido Rodríguez Zapatero, el "presunto" implicado por influencias familiares, Kofi Annan y el presidente turco Tayip Erdogan, presunto responsable de las destrucciones de iglesias en Chipre, y presidente del país donde se asesinó a un sacerdote católico italiano sin que se oyeran protestas oficiales.

La palabra prostituida es hoy la "Alianza de las Civilizaciones", si bien Erdogan ya ha dejado claro y manifiesto que no admitirá presiones ante su afán demoledor de iglesias cristianas y, al tiempo, que donde está el mal y la intolerancia no es en al religión, se entiende la islámica, sino en la política.

Es evidente que esos tres curiosos personajes se consideran los más tolerantes de los hombres, pero los tres están inmersos en procesos donde la opinión pública mundial o nacional discrepa. A Rodríguez Zapatero se le acusa de que no escucha, a Erdogan de que ampara radicalismos islámicos, a Annan no se le quiere acabar de aclarar los beneficios que su "filio del anima" ha hecho por ahí. Pero ellos tres están convencidos de que todos los demás se equivocan.

Por eso, hay dos acepciones de las palabras utilizadas en la Alianza: una podría ser la de los pillos, los sectarios y los iluminados; cumbre turca por supuesto. Otros los que se reunieron en Argel: los verdaderamente civilizados.

Pero, haciendo examen podremos ver dónde nosotros estamos equivocados, y es en la estrategia. Los que defendemos la libertad, a veces caemos en la desesperación y pasamos a la ironía y a la broma fácil. Es el consuelo de quien piensa que al menos, ya que jorobados, vivamos contentos. Pero ese no es el medio de desmontar el terrorífico poder de la tergiversación de las palabras. El remedio nos lo da la verdad, el decir las cosas por su nombre, el mostrar las medias verdades y señalar su mentira encubierta, resaltando la belleza de la verdad que han manipulado.

Y veamos. Tienen razón al decir que la religión no es conflictiva. Pero no en torturar a la religión católica, que es la única totalmente pacífica. Y tienen razón en sostener que la política es la única que genera conflictos cuando se puede señalar la política de imposición ideológica tanto desde libros corruptores en España, como de escuelas coránicas generadoras de odio y terrorismo. Ahí no está Dios sino la serpiente antigua cumpliendo su papel de corromper, engañar y mentir a los hombres.

Y la luz que muestre la verdad es la que garantiza y fomenta espacios de libertad que nos hacen vivir en paz a los que nos sentimos liberales. Así, con la realidad sin violentar, se encuentran lugares para la convivencia donde se legisle diferente para lo diferente y se fomente la libertad de elegir, eliminando del Estado todo aparato doctrinario y planificador que hace del hombre meramente un esclavo o un instrumento prescindible cuando ya no nos sirve.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Es una broma macabra que siquiera se insinue a Rodríguez el Traidor como Nobel de la Pazzzz, el tío que más ha roto la convivencia, destrozado los principios democráticos, generado odio y separado a todos los que tienen la desgracia de pillarle a mano.

¡¡¡Zetapé, marchaté!!!

vitio dijo...

Eso de aliarse está muy bien, pero siempre y cuando el que tengamos en frente tenga unos principios democráticos...vamos, digo yo...!!

Anónimo dijo...

Vamos a ver, desde siempre los malvados se han aliado y les ha ido bien. Alian terroristas y totalitarios, sectarios y sanguinarios, y toda esa raela. Pero ahora se venden de otra manera como buenos y benéficos.