jueves, octubre 12

Barcelona, la capital anti-sistema


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El PSOE se ha juntado con los elementos antisociales y los necesita para aislar al PP. España debe saber que los anti-sistema no están fuera de las filas socialistas, que les dan cobijo. Por eso su dictado es ley y se van los Ministros de Barcelona.

No es de extrañar que la, en otro tiempo, capital de la cultura española, haya seguido la corriente de los nuevos tiempos. El nihilismo cultural, sin crítica y como paradigma, ha llevado a la corrupción de la cultura y a la proliferación de los nuevos grupos okupas y anti-sistema.

Hoy, Barcelona tiene un nuevo título a añadir a la capital de los socavones con el Carmel, la de los okupas que sólo recibían buenos consejos del hoy consejero Clos, que nunca les cerró el acceso a su asalto al bien inmueble ajeno. Y estos mismos hoy tienen tanta fuerza que todo un gobierno, el español, toda una comunidad autónoma, la catalana, se pone de rodillas ante los grupos anti-sistema. Y por eso se trasladará la cumbre de los ministros de la vivienda y mini-vivienda europeos a otro lugar más sereno, lejano a los exaltados y dueños del disturbio callejero.

Pero no se ha de extrañar uno la pronta cesión de nuestro gobierno a la presión de los grupos que se iban a manifestar en Barcelona. No afirmo nada novedoso si afirmo que son parte de sus votantes y miembros de su gobierno. Basta ver las acciones promovidas por el Gobierno socialista antes de la visita al Papa a Valencia para saber cómo son y qué aire respiran las nuevas milicias socialistas.

Esas acciones no está bien “por ahora” que se exhiban contra los gobiernos europeos. En Cataluña están reservadas contra el Partido Popular. La avanzadilla de esas milicias se contentó con agredir a Piqué y a Acebes, con ellos no pasa nada y no se altera la opinión internacional.

Hablando de viviendas. Fachadas son las que muestran nuestros gobernantes a Europa; unas fachadas que no se sostienen y por eso no se puede albergar la cumbre europea en Barcelona. Y esperan que no transcienda la kale-borroka independentista que, como ya es una vieja costumbre, y, supongo, para ganar prestigio en la nomenclatura, se ejercen contra los que “no deberían existir”, los populares catalanes.

También de eso culpo a este gobierno, por inductor al enfrentamiento.

Frid.

2 comentarios:

El Espantapájaros dijo...

Barcelona vuelve a tomar el título de "rosa de fuego", que data de los comienzos del siglo pasado. Aparte de las agresiones al PP, los okupas y otras pestes eliminadoras de orden público campan a sus anchas por la ciudad. El cancelar la reunión de ministros es otro ejemplo de la rendición preventiva que tanto gusta al Gobierno socialista. Una decisión que, además, da medida de la valentía de Rubalcaba y de lo capacitado que está para ejercer su cargo. En sus manos nos ponemos todos.

Un saludo

Anónimo dijo...

La ciutat cremada