El responsable, el que permite la acción del verdugo.
La víctima, el que pierde el derecho a vivir.
Es triste ver a personas humanas intentando fomentar garantías jurídicas para que no les pase nada a los que matan a personas humanas saltándose la ley que permite esa atrocidad.
España no necesita que se amplíe o modifique esa pérfida ley. Es de hecho el paraíso del aborto, el país del aborto libre, el lugar de veraneo abortista en Europa. Es una penosa carga de más de 100.000 asesinatos todos los años que golpean las conciencias de los bien nacidos.
La Aido, y el nefasto Zapatero hablan de que Rajoy es un hipócrita por oponerse a una ley que da más garantías a la libertad de la "interrupción voluntaria del embarazo"... a la libertad de parte, a la libertad de impedir la libertad del no nacido, a crear malas conciencias y grandes culpabilidades.
En los demás países ha saltado la voz de alerta: las terribles consecuencias del aborto, las depresiones, los suicidios y los efectos negativos a la salud de la frustrada madre. Y, sobre todo, la injusticia consolidada en una ley que permite matar.
Socialismo, socialismo de muerte, criminal aunque no esté penalizado... con su tradición de rojo de sangre humana inocente derramada. Ellos son progresistas hacia el desprecio y la manipulación de la vida.
España está mal, en la economía no va bien, en la confianza de los mercados no va, en la calidad educativa no va.
Soluciones a la crisis: desenterrar a los muertos de un bando e ignorar a los del otro, crear una tensión por no se sabe qué muertos ya redimidos. Reabrir heridas de odio.
Y al tiempo, enterrar a otros muertos que todavía están vivos.
Mañana España, la España de Zapatero, será una España menos segura: más odios, más muertes.
Y así él, responsable de leyes inicuas, perverso en sus objetivos aunque sonriendo y hablando de progreso, profundizará en heridas que estaban curadas y será recordado como el mayor Herodes de todos los tiempos.
¿Socialismo?, no, señor, carnicería.
frid
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