Seguridad laboral de la "paz"

 

A falta de datos exhaustivos que expliquen la muerte del zaragozano sargento de Infantería Juan Antonio Abril Sánchez, como consecuencia final del vuelco del Vehículo de Alta Movilidad Táctica (VAMTAC), con el del blindado BMR en Kosovo son dos los militares que recientemente han muerto por accidente en sus transportes. Es razonable cuestionar que en zona bélica como es Afganistán de continuas refriegas con los taliban, que a los desequilibrados blindados BMR les sean  buen apoyo los vulnerable  VAMTAC , que ha servido de ataúd al sargento. La seguridad de los militares debe ser la más alta seguridad laboral por antonomasia, que poco dicen de una normativa  verbal del ministro de Defensa consistente en decir que esta mejoraría "cualitativamente" en Afganistán. La defensa de nuestros valores democráticos no puede ni debe ejercerse desde la inseguridad laboral, que al igual que en la vida civil actúan las inspecciones laborales de seguridad y las posteriores acciones  judiciales sobre los intervinientes. Aquí el empresario es el Ministerio de Defensa cuyos escuetos comunicados de prensa no responden a un mínimo requerimiento explicativo de un accidente, del que el Cougar y sus 17 fallecidos es un buen ejemplo. Presupuestos dedicados a dar paseos a vicepresidentes y  ministros en aviones militares, dicen mucho sobre la preocupación en estos riesgos laborales. Riesgos mínimos si hablamos de que se está, además, en zonas de guerra como lo es Afganistán. ¿Si se nos dice que no existe guerra,  que clase de seguridad tienen nuestros soldados que mueren en sus vehículos en zonas de paz?

José Carlos Navarro Muñoz.