Publica hoy Libertad Digital que el PP pide la dimisión de Caffarel y que el Congreso proyecte la aparición de Rajoy en un reportaje sobre Abú-Ghraib.
Ciertamente se queda corto en la petición de responsabilidades, ya que las casualidades en política no existen y, detrás, seguro, hay una mano negra que conecta con la presidencia de la nación. O, quizá, un currito socialista que quiera ganar méritos para entrar en la próxima directiva... o que desee tener una carta de presentación para una beca en el grupo de prensa del gobierno.
Por mi parte opino que:
Es muy grave que la señora Carafell atribuya a un "error técnico" la inserción de unas imágenes de Rajoy entre los torturadores de la cárcel iraquí. Es increíble la capacidad de mentir que tienen algunos, y sigue asombrándonos que sigan con esa cara dura, impertérrita diciendo lo contrario de lo que piensan... y lo sorprendente es que alguien les crea.
Es de república bananera tanto el hecho como la explicación. Pero hay una hoja de ruta de este gobierno con el señor Rajoy, y es la demonización del contrario, y no cejarán en ese empeño a base de "errores" tras "errores", esperando que con un "lo siento" las cosas pasen como si no han pasado.
Algo debe hacer bien ese señor, Rajoy, para que el gobierno caiga tan bajo en la técnica descalificadora.
Carafell perdió los papeles y recibe una palmadita de comprensión del señor Zapatero disculpando esas imágenes porque no son las viñetas del profeta... y aquí no hay sensibilidad a la que herir.
Federico R. de Rivera
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