Me uno a las conclusiones del Congreso de Víctimas del terrorismo de Valencia y les manifiesto mi solidaridad.
Yo también estoy con las víctimas:
Carta remitida a La Razón (14/02/2006)
Ahora que el PSOE quiere resucitar la memoria histórica de los muertos de un lado de la guerra civil, porque entiende que las víctimas han de ser recordadas, considero que las víctimas de la democracia con mayor razón deben de ser tenidas en la memoria histórica de los españoles. Se unen a esa larga lista de desconsolados como las madres de mayo argentinas, pero tienen el problema de que no son patrimonio exclusivo de la izquierda.
Yo, que tengo varios familiares que dejaron este mundo en Paracuellos, por el delito de ser católicos, y que he aprendido de mis padres el perdón a los asesinos, también aprendí de ellos que la paz es la búsqueda de un lugar de convivencia para todos, en el que vivir y educar en las creencias de cada uno debería ser respetado y promocionado por el Estado. Por eso vi como algo estupendo la transición democrática.
Hoy los que dieron la vida por mantener esa transición no cuentan para ese gobierno de histórica memoria para sus agravios, y de amnésica memoria para todos lo que construyeron con sangre y perdón una España para todos los españoles.
Para que podamos avanzar en la paz no se puede premiar a los asesinatos con un pacto espurio con un gobierno que, al mismo tiempo, con las palabras hace fuegos de artificio para acusarte de intransigente porque no pides perdón por haber sido asesinado
Federico R. de Rivera
Ahora que el PSOE quiere resucitar la memoria histórica de los muertos de un lado de la guerra civil, porque entiende que las víctimas han de ser recordadas, considero que las víctimas de la democracia con mayor razón deben de ser tenidas en la memoria histórica de los españoles. Se unen a esa larga lista de desconsolados como las madres de mayo argentinas, pero tienen el problema de que no son patrimonio exclusivo de la izquierda.
Yo, que tengo varios familiares que dejaron este mundo en Paracuellos, por el delito de ser católicos, y que he aprendido de mis padres el perdón a los asesinos, también aprendí de ellos que la paz es la búsqueda de un lugar de convivencia para todos, en el que vivir y educar en las creencias de cada uno debería ser respetado y promocionado por el Estado. Por eso vi como algo estupendo la transición democrática.
Hoy los que dieron la vida por mantener esa transición no cuentan para ese gobierno de histórica memoria para sus agravios, y de amnésica memoria para todos lo que construyeron con sangre y perdón una España para todos los españoles.
Para que podamos avanzar en la paz no se puede premiar a los asesinatos con un pacto espurio con un gobierno que, al mismo tiempo, con las palabras hace fuegos de artificio para acusarte de intransigente porque no pides perdón por haber sido asesinado
Federico R. de Rivera
Se impone que todos los hombres de buena voluntad reconozcamos la actitud ejemplar de los familiares de las víctimas por la democracia. Y consideremos que para que no se cierre en falso el conflicto vasco, los asesinos han de pedir perdón por los crímenes cometidos, deben abandonar incondicionalmente las armas de modo público y deben resarcir a la sociedad el mal causado.
Con esas premisas estaría asegurado el camino de la paz, ya que una guerra declarada de modo unilateral contra toda la sociedad española debe cesar también con una declaración unilateral de los violentos rectificando su actitud.
Cualquier otra solución sería colocar al mismo nivel a la víctima y al asesino, y dar razón de que su "lucha" estaría justificada, con lo que los inocentes podrían ser eliminados con impunidad.
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