lunes, febrero 13

Necesitamos políticos honestos. ¿Pero cómo los producimos?

Comentario al artículo de Ramiro Cardona "Necesitamos políticos honestos", de IzaroNews

Ramiro: La ingenuidad de los que buscáis la honestidad a la izquierda política es digna de encomio. Ya me gustaría que no tuvieses que quejarte tanto... pero cuando se parte de presupuestos de utilidad para llegar a un fin, cuando la verdad se ha manipulado constantemente (por unos y otros), no es extraño que al llegar arriba sigan manipulando. Dejan de querer saber, dejan de pedir libertad sin ira, dejan de respetar la libertad de prensa, y de opinión en Cataluña, etc. Porque no tienen ética desde el comienzo de su ascenso al poder. Para ese fin todo valía... luego para mantenerse todo sigue valiendo y con más fuerza.

Y, el problema más serio está en que la ideología de la que provienen, del materialismo práctico, hay un sustento magnífico para ese modo de obrar: la verdad es un recurso teórico, es la verdad para mí, es la verdad del momento, es la conveniencia hecha verdad...

Y así la verdad se construye, y -sin un agarradero estable- lo que fue bueno sostener en un momento, está ya obsoleto. La transición fue buena porque nos permitió existir... pero continuar su camino es malo porque no nos permite el dominio absoluto de la situación. Y así se camina en una segunda transición a la negación de las libertades.

Cuando la democracia es sólo un medio para llegar al poder y el poder es el único fin del político... no se puede esperar ética ni honestidad política.

La honestidad NO ES DE PARTIDOS, ES PERSONAL, y en eso tienes razón. ¿Pero, qué puede hacer una persona sí en cualquiera de los partidos que tenemos en España? Es como cordero en medio de lobos. Es "hombre muerto", y además maltratado también por la prensa... que debería defender la pluralidad pero que, con frecuencia, se convierte en otro partido político con su "ideario" y sus alianzas con el "Poder", como se vio hace unos días en Barcelona en la reunión entre ZP y los medios de comunicación catalanes. No se gobierna por ideas, sino por el parecer mediático.

Y, sin embargo, desde ese relativismo natural a la ideología de ZP, no están haciendo nada asombroso, todo era presumible. Están construyendo una nueva realidad, aunque no se ajuste a los datos objetivos. Y, para ello, que en la prensa sólo exista lo que ellos quieran, y luego en la vida sólo se piense "correctamente" desde su modo único, de camino al paraíso.

Ya me gustaría que fuese posible lo que dices... pero HABRÍA QUE REFUNDAR LOS PARTIDOS, ya que estos no dan más de sí. Y su progresismo es ya el "irse de la hoya".

Federico R. de Rivera

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