lunes, julio 10

El Congreso Mundial de las familias, un éxito, con la bendición del Papa y sin el concurso de Zp.

Zp ha sido el gran ausente en la visita del Papa Benedicto XVI a España, en el Congreso Mundial de las Familias. De hecho no se ha hecho sentir, y, desde un discreto ningún plano ha tenido una recepción con su Santidad en la que han hablado de la paz del mundo, y creo que el Santo Padre le ha dado unos sabios consejos sobre el tema. Y no es para menos, el Vaticano tiene amplia y variada experiencia en ese asunto. No en vano, hijos de la Iglesia los hay en todos los países con conflictos armados y sin ellos, y por ellos se desvela el Santo Padre pidiendo que no se agoten nunca las vías de diálogo y condenando, una tras otra, las guerras como solución de los conflictos, incluso guerras que los socialistas habrían aprobado.


Pero yo no le he echado en falta, porque poco podía decir a ese millón y medio de personas que se han desplazado a Valencia para manifestar su cariño al Santo Padre, afirmarse en la maravillosa aventura en la que se embarcaron al contraer matrimonio, y disfrutar de una Valencia festiva y acogedora. Y Valencia, olvidándose un poco de su propio dolor, se volcó de verdad con los peregrinos. Y los peregrinos, en una verdadera solidaridad, rezaron y lloraron también con los valencianos.




Porque donde hay varias familias ya hay un minimundo de penas, alegrías, sensateces, juegos, desvelos, preocupaciones, sonrisas, temas variados de conversación... en definitiva: vida y mucho futuro.

Ahí no estaban ni mucho menos todos, estaba sólo una representación de la gran mayoría de españoles, y no se preguntaban ¿qué piensa Zp? ¿qué hace Zp? ¿va a venir Zp? Verdaderamente no les importaba mucho ese asunto. Venían a estar con el Papa y vieron a los Reyes y su familia con gran naturalidad. Ahí era uno más y, por ese gesto, querido y apreciado. Estaba Camps, Rita, y otros políticos, pero tenían derecho, el congreso era para los que tenían familia. Y cabían todos.


Otros deberían tener mala conciencia, no en vano financiaron una campaña para calentar los ánimos contra el Papa Benedicto antes de su venida a la ciudad de Valencia. Pero la vida es más rica que todo eso, con lo que llegaron las hordas y pudieron con todo.

Digo, llegaron padres con niños en carrito, abuelos guiados por sus nietos, grupos de chicos y chicas con una bandera amarilla y blanca, otros con la bandera de Asturias, los de allá con la de Valencia, del País Vasco, de Cantabria, de España. Incluso vinieron unos con unas sombrillas del Atlético de Madrid (gran equipo aunque sea el de mi hermano). Vinieron los voluntarios y voluntarias, elegantes y amables. Se fue llenando el cauce viejo del Turia, se plantaron tiendas de distintos colores y aquella fiesta tuvo lo extraordinario de lo ordinario.

Ahí lo que se pretendía es estar con el Papa, padre común, o “abuelo del mundo”, como lo ha llamado un actor italiano veterano. Se estuvo siguiendo con atención la Santa Misa el domingo. Y ese millón y medio de personas regresó a su tierra sembrando de serenidad y paz la vida española.

¿Necesitaron que Zp los bendijera? No. Ya les bendijo el Papa Benedicto, ya recibieron de Él la seguridad de su empeño. Donde hay familia hay futuro. Y ellos, todos ellos y multitudes que no pudieron ir pero siguieron los eventos desde la televisión y la radio, e internet, todos ellos apuestan por ese futuro.

Que otros se queden con los modelos caducos de un individualismo insolidario. Nosotros apostamos por el futuro, por la ilusión y por la verdadera aventura, la que sirve de verdad a los demás, a los niños, a los mayores, a los vecinos, a los compañeros de trabajo, a los necesitados que se atienden desde la parroquia, a los enfermos, a los que necesitan compañía. En definitiva, apostamos por otro modelo de persona: la persona en relación; y por su primera relación: la del amor; y por su fruto primero y evidente: el amor de los esposos; con su derivación consiguiente: los hijos, los abuelos, los primos, los hermanos. Sin ellos ¿quienes somos? Con ellos, para ellos somos lo importante.

Frid

5 comentarios:

El Cerrajero dijo...

Lo firmo, que así sea Frid.

Anónimo dijo...

Familia, Patrimonio común y sin adjetivos.

Escucho en la Primera de Televisión Española, la machacona alusión a la “familia tradicional” que -dice- defiende la Iglesia. La Iglesia, cuando habla
de la Familia, se refiere sencillamente a la Familia, sin adjetivos, y no la contrapone a otras: sólo cree en una, de valor universal, Patrimonio común de la Humanidad, fundada sobre la base del matrimonio( unión indisoluble del hombre y la mujer, que parte del amor mutuo y del compromiso). La Familia, célula viva de la sociedad, es la transmisora número Uno de valores humanos y de nuestras raíces culturales, motor de bienestar personal, económico y social. Esta Institución secular no ha sido instituida por la Iglesia ni por el Estado, sino que es anterior a ellos y común a las diversas culturas. La Iglesia la defiende y quiere preservarla de los errores que podrían corromperla y dar al traste con el mejor de los tesoros de los hombres y el más valorado a nivel
universal. Si la familia está sana y funciona, funciona la sociedad; si flaquea, la sociedad se resiente. La Iglesia, promotora de lo bello, lo bueno y lo verdadero, nos recuerda a todos, la enorme importancia de la Familia, de la que procedemos, en la que nos educamos (crea el entramado de nuestra personalidad ) y en la que nos apoyamos con mayor confianza. El Estado debe ayudarla con todos los medios a su alcance. Desgraciadamente, en España, la
familia es la cenicienta en los intereses del Gobierno. ¿Será por eso por lo que la Familia está a la cola de Europa en prestaciones sociales? Como hija de padres que se amaron durante sus largos años de matrimonio, y como fundadora de una familia junto a mi marido, agradezco al Santo Padre su Visita a España en Valencia para celebrar la maravilla de la institución familiar.

Josefa Romo.

Anónimo dijo...

fede, te remito esta carta:
El mejor regalo de aniversario

El Papa ya está en Valencia y las campanas de las iglesias, como todas las autoridades y peregrinos de multitud de países lo han recibido con aires de fiesta. Y es que estamos de fiesta, celebramos y agradecemos a Benedicto haya venido a visitarnos. Siempre ha sido importante anunciar con cuidado y con vigor el Evangelio de la familia. Hoy, es particularmente urgente. Nuestro pueblo aprecia mucho la familia. Los jóvenes la valoran y desean crear una familia feliz, a pesar de las dificultades. Hoy nosotros celebramos nuestro aniversario de bodas, y hemos tenido un regalo muy especial, “la visita del Santo Padre”. En este día unidos a la Iglesia y a todas las familias damos gracias a Dios, por la transmisión de la fe y los valores de “la familia”, valores que hemos recibido a través del testimonio que nos han dado nuestros padres, con su ejemplo de vida. La familia es el lugar idóneo para acoger a los hijos y para cuidar de su salud corporal y espiritual: es el ámbito de la ecología humana, santuario de la vida y esperanza de la sociedad

Y eso, es lo que queremos transmitir a nuestra hija que ahora tiene 18 meses y al segundo/a que nacerá en febrero.

Carmen Ramírez

Anónimo dijo...

Fede te envío también yo esta carta:

Benedicto XVI concluye su viaje a Valencia

El Papa ha pasado más de veinticuatro horas en Valencia, donde en todo momento se le ha notado la satisfacción y alegría, por el cariño que ha recibido por parte de los Reyes, las autoridades y el calor de todos los entusiasmados peregrinos que vinieron a verle, muchos de los cuales pasaron la noche a la intemperie en las calles de la ciudad. Donde en todo momento no faltó el aire festivo de familia.

El Papa se despide de España con un mensaje en el que vuelve a agradecer el afecto que ha podido sentir “en todos los momentos” de su visita. Tras el despegue, la Santa Sede hizo llegar a los Reyes un telegrama en el que el Papa confía en que “esta noble nación siga por los caminos de la prosperidad y la paz, en consonancia con las nobles tradiciones y costumbres cristianas que han caracterizado a sus hijos durante tantos siglos”.Confía en que este V Encuentro Mundial de las Familias, ayude a comprender que “la alianza matrimonial es un gran bien para toda la humanidad”

Otras frases significativas de ese discurso del Papa hicieron referencia la innegable realidad de que "las familias son la esperanza del futuro" y, en alusión al laicismo imperante en la actual sociedad española, al hecho de que "prescindir de Dios, actuar como si no existiera o relegar la fe al ámbito de lo meramente privado socava la verdad del hombre e hipoteca el futuro de la cultura y de la sociedad". “La familia vive y acrecienta los vínculos en el amor cotidiano. La familia se alimenta en la mesa de la palabra, la verdad y el pan vivo de la Eucarística. La belleza del proyecto de Dios sobre la familia que participa del amor trinitario.”

El Papa nos lo ha dejado bien claro que el papel central, en la Iglesia y en la sociedad, de la familia fundada en el matrimonio es una institución insustituible según los planes de Dios, y cuyo valor fundamental la Iglesia no puede dejar de anunciar y promover, para que sea vivido siempre con sentido de responsabilidad y alegría”.

El Rey de España también en las palabras que pronunció de bienvenida al Papa en las que abogó por borrar de la "faz de la tierra" las guerras, el terrorismo, la violencia, el hambre, la pobreza y otras lacras que afectan a la humanidad; destacó el papel de la familia como "núcleo esencial de la vida".

Gracias Santidad, por su visita en estos momentos tan difíciles, pero que estamos seguros que con la ayuda de la gracia, la familia sabrá responder.

Elena Baeza Villena

VICTRIX dijo...

Hay casos en que la tradición tiene más poder que las opiniones de un político y en ese sentido creo que la institución de la familia en España no corre peligro por mucho que haga ZP. España, al igual que sucede con los países de cultura mediterránea como pueden ser Portugal, Italia, Grecia o incluso Francia, es un país en que el concepto de familia está muy arraigado. Y una tendencia conservada durante cientos de años dudo que se pueda cambiar en una legislatura. En éstos países que acabo de citar el tema de la familia es ya una forma de vida y los hijos suelen permanecer hasta edad avanzada en casa, independientemente de las ideas políticas de cada uno. En cambio en países más septentrionales la tradición familiar es mucho menor y los hijos se suelen independizar bastante pronto. Y así ha sido y será siempre porque la tradición manda. Qué importa que ZP piense del contrario. Afortunadamente su opinión no cambiará la costumbre de un país entero.