martes, julio 11

A los católicos nos tienen miedo porque somos felices.

Lo bueno de ser católico:

Como tantos otros que estuvimos en Valencia, más de un millón y medio de personas de toda condición social, cultural y de todo tipo de edades, pudimos disfrutar de la compañía de nuestro padre común, del abuelo de la humanidad, del papa Benedicto. Y en esa reunión de familia no se habló de política de partidos; se habló, lógicamente de lo que alegra y preocupa a una familia cristiana y a una familia normal y sencilla.

Hablamos de los hijos, de su educación en libertad y en la entrega generosa de su vida a grandes ideales; hablamos del amor de los esposos, y de su vocación a la permancia, hasta llegar a ser uno del otro el báculo de su vejez. Por eso también hablamos de los abuelos, testigos de la historia, libros vivientes y necesitados de nuestro cariño. Y hablamos de nuestro padre Dios, de su designio amoroso para todos los hombres.

También se habló de la visión del hombre como ser en relación, como necesitado de los demás y como criatura de Dios. En contraposición estuvo otra visión del hombre: la del hombre autosuficiente, egoísta, que se hace y se vale por sí mismo. Pero no se insistió en lo negativo, se insistió en el Amor. Deus Charitas est, y sus hijos son personas que saben amar y aman la libertad como el don más preciado de Dios. Y esa libertad está abierta al compromiso: con la mujer, con los hijos, con los abuelos, con los familiares y amigos, con la sociedad, con la propia naturaleza.

De todas estas cosas se habló en un ambiente festivo y familiar. ¿De eso tiene miedo Pepiño Blanco, Zapatero, Carod, y todos sus amigos de la izquierda marxista? Será porque tienen miedo a la libertad y no soportan ver un ejemplo como en que se dio en Valencia: sin necesidad de consignas, se comprobó una vez más "cómo se aman los cristianos".

frid
Carta remitida a la prensa nacional.

11 comentarios:

El Cerrajero dijo...

La Fe es un regalo de Dios que se tiene o no se tiene, pero es indiscutible que la cultura judeo-cristiana es nuestra cultura y, simplemente por esto y aún no compartiendo la Fe, se debería actuar con respeto y protección a nuestras raíces.

Está claro que el espacio que se deje libre lo ocuparán religiones menos comprensivas con nuestros principios.

Ejemplo palmario: negar las raíces cristianas de Europa.

Dentro de poco, todos con el culo en pompa mirando a la Meca.

frid dijo...

A ver si este verano leo el corán, no para hacerme musulmán, sino paar ver si hay un agarradero sobre la dignidad de la mujer y la tolerancia, y sobre la libertad religiosa.

Anónimo dijo...

Otro testimonio:

Mi reconocimiento a millares de valencianos y valencianas

He vivido en primera persona el entusiasta recibimiento con el que Valencia a acogido a Benedicto XVI en su primera visita a España como cabeza de la Iglesia. Una multitud de personas hemos participado en los diversos actos celebrados, no hay duda que es una prueba evidente de esa profunda raigambre cristiana de nuestro país a la que se refería el Papa en uno de sus mensajes, y es que en Valencia no había turistas, éramos peregrinos. Había que estar en la playa de la Malvarrosa viendo como, a la tenue luz de una vela, rezaban familias enteras las cincuenta avemarías del rosario.

Todo un éxito para los organizadores del V Encuentro Mundial de las Familias y para las autoridades de una ciudad y una región que han sabido sobreponerse al dramático accidente del metro, para ofrecer al Papa el magnífico recibimiento que merece.

Desde el discurso de bienvenida de Don Juan Carlos en el aeropuerto hasta el esfuerzo anónimo del último voluntario. Pero, desde lo que yo he visto y vivido estos días en Valencia, el mérito no es sólo de las autoridades sino, primero y principalmente, de los millares de valencianos y valencianas que durante meses han dedicado parte de su tiempo y mucha oración a la preparación y han sabido trasmitir su entusiasmo a casi todos los valencianos primero y después al más de millón de peregrinos.

Pensado que se trataba de un acontecimiento de dimensión universal, pienso que, salvo raras excepciones, España entera ha sabido estar a la altura de las circunstancias, más si tenemos en cuenta que era el tercer viaje de Benedicto XVI fuera de Italia, después de los efectuados -también con enorme éxito- a su Alemania natal y a Polonia, la tierra de Juan Pablo II.

Jesús Domingo Martínez

vitio dijo...

Lo que más me preocupa es el anticatolicismo de esta sociedad.

Anónimo dijo...

Benedicto XVI en Valencia

Con referencia al viaje de Benedicto XVI a Valencia, desde el punto de vista
organizativo, merece ser destacado el mérito de las autoridades autonómicas
y locales, así como el esfuerzo generoso de miles de voluntarios y, más
generoso aún el de los valencianos no voluntarios oficiales. Por que como
peregrino he podido observar, no hay duda que Benedicto XVI es un Papa
dotado de una personalidad excepcional. Es al mismo tiempo un pensador de
primer nivel y un sencillo pastor de almas, que sitúa en primer plano la
transmisión del mensaje evangélico. Hace tiempo que se percibe ya un estilo
propio. El fondo es inequívoco: la defensa rigurosa de las genuinos valores
cristianos en contra de cualquier género de relativismo o escepticismo,
propios de esta sociedad posmoderna y secularizada. En este caso, el
matrimonio entre hombre y mujer y la educación de los hijos como núcleo de
la familia, concebida como institución social básica. Hay un aspecto que me
ha costado entender, esperaba un mensaje contundente en un país en el que
todas las últimas leyes tienen como base un relativismo repleto de laicismo,
en cambio las formas me han resultado muy significativas: el Papa nunca
descalifica las posiciones de sus antagonistas, está dispuesto al diálogo
sincero y deja las puertas abiertas al entendimiento con los diversos
representantes de una realidad compleja y heterogénea. Así se nos ha
mostrado a los fieles en Valencia, y sin duda ha recibido nuestro más
clamoroso y entusiasta apoyo.

Jaume Catalán

Anónimo dijo...

No es nuestro presidente

Como peregrino, que ha estado tres días en Valencia, he podido apreciar el
contraste entre el entusiasmo popular, había que estar y vivirlo para poder
apreciarlo en profundidad, y la actitud errónea, así me lo parece, del
presidente del Gobierno al no asistir a la misa papal ni a la despedida en
el aeropuerto. Y es que, desgraciadamente, no es la primera vez que
Rodríguez Zapatero comete faltas injustificables contra las reglas más
elementales de la diplomacia. Con elegancia lo hizo notar Navarro Valls,
hasta hoy portavoz del Vaticano, al recordar la presencia de personajes como
Daniel Ortega o Fidel Castro en las visitas realizadas por el Papa anterior
a Nicaragua y Cuba respectivamente. Esta nueva descortesía supone un desaire
para los católicos españoles y no es acorde con el artículo 16 de la
Constitución, según el cual los poderes públicos deben mantener relaciones
de especial cooperación con la Iglesia. No obstante ha demostrado lo que es
y lo que piensa, cosa que a los millones de católicos españoles nos puede
llevar a pensar que Rodríguez no es nuestro presidente.

Jesús Martínez Madrid

El Espantapájaros dijo...

Frid, muy buena la carta; es de esperar que algún diario la publique, porque lo merece.

También aprovecho para decirle que sus últimas "Reflexiones liberales" me han sido de gran utilidad e instrucción. Gracias por exponerlas.

Un saludo

VICTRIX dijo...
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VICTRIX dijo...

Yo sinceramente no entiendo ésta ola de anti-catolicismo que ZP ha heredado de la II República que tanto añora. Y no la entiendo porque en España, incluso la mayor parte de los socialistas, se consideran católicos, se casan por la iglesia y sus hijos son bautizados y hacen la primera comunión. Incluso esto se puede ver en el mismísimo ZP ¿A qué responde este comportamiento? Yo sinceramente no le encuentro ninguna lógica. ¿Y por qué ZP le tiene mucho más aprecio al islamismo que al cristianismo? ¿Acaso no dice ser defensor de la igualdad de la mujer, de los homosexuales y de los débiles? Pues esa religión que con la que tanto busca la "alianza de civilizaciones" desprecia a la mujer, a los homosexuales, y tiene sumido a los pueblos que la profesan en la más absoluta miseria... Zp, te einformo que de los 20 países con mayor Índice de Desarrollo Humano, 19 son cristianos, y el otro es Japón.

Anónimo dijo...

Otra carta remitida:
Ex campeón del talante

La actitud de Rodríguez Zapatero ante la visita de Benedicto XVI a Valencia
es una muestra de que en España estamos viviendo momentos difíciles en el
terreno político y social. Las relaciones entre el Gobierno y los católicos
españoles están marcadas por discrepancias profundas a las que el Papa ha
hecho referencia con el tacto y la sutileza que le caracterizan. La
trasnochada ofensiva laicista del PSOE es responsable, sin duda, de este
desencuentro, traducido en leyes inaceptables para la moral católica y en
conflictos prácticos sobre temas de enseñanza y financiación de la Iglesia.

El Santo Padre ha marcado las pautas del nuevo discurso para reconducir las
relaciones. Nada se gana con las declaraciones ruidosas, sino que la clave
consiste en buscar una fórmula inteligente para encauzar tensiones y
aproximar posturas. En este contexto, Rodríguez debería rectificar de
inmediato su actitud hacia la Iglesia. Es una exigencia del sentido común y
un deber que impone a los poderes públicos el artículo 16 de la
Constitución. En este caso se ha demostrado que Zapatero, es ya ex campeón
del talante, y ha quedado en evidencia. Pero ni los desplantes de un
político que no ha sabido estar a la altura de las circunstancias pueden
empañar un acontecimiento de dimensión universal que toda España ha seguido
con la máxima atención.

JD Mez Madrid

Anónimo dijo...

La Iglesia anuncia el mensaje de Cristo

Jesús envía a los Apóstoles para que anuncien que el Reino de los cielos está cerca. Nada les dice de la liberación del yugo romano que padecía la nación, o del sistema social y político, en el que han de vivir, o de otras cuestiones terrenas. Vivirán para dar testimonio de Cristo, difundir su doctrina y hacer partícipes de su salvación a todos los hombres.

Benedicto XVI, continuador en el tiempo de la obra de Jesucristo, ha venido a participar en el V Encuentro Mundial de las Familias, cuyo tema es “la transmisión de la fe en la familia”. Y a esto se ha limitado, ha dicho que “prescindir de Dios, o relegarlo a lo privado, socava la verdad del hombre e hipoteca el futuro de la sociedad”. También se ha referido El Papa al papel tan importante por parte de los abuelos. Ellos son tantas veces los garantes del afecto y la ternura que todo ser humano necesita dar y recibir. Así desde luego lo hemos podido presenciar y, si algo ha quedado claro en el marco del Encuentro de Valencia, es que la familia no es un producto cultural, sino la esencia misma del ser humano.

Margarita Toledano