sábado, junio 14

No es malo que Irlanda diga que NO

Cuando los europeistas progresistas se lamentan del resultado irlandés algo me dice que ha sido un buen resultado. Un no al Tratado de la Unión que se negó admitir la realidad histórica y cultural europea y que tiene aires de Educación para la Ciudadanía es un tratado a poner en cuarentena.

De acuerdo con el recuento final, los irlandeses han rechazado el Tratado con un 53,4% de votos en contra, frente a un 46,6% a favor. La participación final se ha cifrado en el 51% (El Diario Exterior)

Vamos hacia la construcción de la Europa política y desde nuestro pensamiento liberal tememos el centralismo de la Europa de los "funcionarios", y el dirigismo de los políticos "visionarios".

En España algunos dudamos de todo lo que tenga que ver con la palabra "laicismo" y "progresismo" porque aquí se traduce como laicismo militante, progresismo invasivo y cultura de "muerte".

Afanes de ese grupo, muy numeroso en Europa, son las lineas de la cultura de muerte: aborto, investigación con seres humanos (embriones y discapacitados o enfermos crónicos), eugenesia, eutanasia y eliminación del hecho religioso en pro de la laicidad.

El otro grupo, el "funcionarial" organiza la economía de los países con una rigidez que ha mostrado su debilidad en la crisis alimentaria y en la incapacidad de sustituir los regímenes de subvenciones por economías productivas en el campo.

También se ha demostrado su rigidez al "uniformar" los criterios ambientales en relación a la Europa Húmeda, en especial en la materia hidráulica.

Europa necesita seguir unida, ser un bloque de fuerza para el equilibrio mundial. Necesita seguir defendiendo conjuntamente su mercado económico. Pero debe recuperar el espíritu fundacional de la UE, reacción ante la destrucción provocada por regímenes totalitarios, y volver a sustentarse en las personas, en el humanismo real, en las familias, recreando espacios de libertad y protegiéndolos. Y, también, recordarse que debe seguir con el espíritu de "libre mercado" y de "libre circulación de personas e ideas". Debe defender la libertad de empresa con más firmeza, pero también debe recordar a países gobernados por "sectarios" que la UE no es un paraíso del "corralito" y de la imposición de éticas ideológicas del materialismo práctico.

El No de Irlanda no debe ser un "problema", un "grano"... debe ser un motivo de reflexión. ¿Qué estamos haciendo mal? ¿No estamos construyendo una Europa y unos Estados Europeos contra los ciudadanos?

Lo que sí es cierto es que avanzamos hacia la eliminación de espacios de libertad y esa no es la Europa de los Fundadores. De Gasperi, Adenahuer y Shuman no aprobarían el avance hacia la "imposición de la laicidad" hacia la que mueven la Europa de los Políticos incrédulos.

frid

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