Don Julián Vara Martín
Por: Federico Rodríguez
Don Julián Vara Martín, profesor universitario experto en ética política disertó en la Lección inaugural sobre las bases de la constitución de la sociedad política y los límites que ella tiene en educación del ciudadano.
Primeras Jornadas de Católicos y la Vida pública en Zaragoza sobre la Educación.
Ayer tuvimos la primera parte de las Jornadas de Católicos en la Vida pública, que organizó la Asociación Católica de Propagandistas y que presidió el Arzobispo de Zaragoza Don Manuel Ureña.
Después de las presentaciones intervino Don Julián Vara Martín, profesor universitario de experto en ética política, disertó en la Lección inaugural sobre las bases de la constitución de la sociedad política y los límites que ella tiene en educación del ciudadano.
Empezó su disertación poniendo el símil de un Estado que, para garantizar el derecho a la información, por considerarlo fundamental en su Constitución, llegase a editar "una prensa única" con contenidos determinados y establecida su "distribución gratuita", pero que por falta de recursos y, mientras no llegase a todo, admitiera el concierto con otros editores pero estableciendo el contenido, el enfoque de los temas y la longitud de las noticias, y además, por eso de la pluralidad, incluyese una posibilidad de que comprásemos "prensa libre" a la que también le estableciese el control de contenidos y de enfoques. Es claro que nos revelaríamos y diríamos que estamos ante un Estado totalitario.
Igualmente pasa con la Educación, ha pasado, "por cesiones sucesivas" a una subsidiaridad invertida, siendo el Estado el que a través de los Colegios Públicos y el control de los Concertados y de los privados no concertados, impone el régimen, materias, número de alumnos e "incluso" coste... inferior al real en los concertados muchas veces.
Sostiene el ponente que, si bien la sociedad tiene ciertamente una labor educativa, esa se ejerce por todos los estamentos sociales. Pero con la política socialista se magnifica al Estado y se excluye a la familia y a la sociedad intermedia.
Además, desde que Cristo dijo "dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios" es claro que la autonomía individual ha sido reafirmada. Hay una esfera de dignidad y de relación con Dios inalienable y no subordinada al Estado.
La situación actual, atea virulenta, retorna al viejo paganismo y a la implantación de un Estado que "vela" y "ordena" a todo el individuo. Su vocación es una vocación a la Tiranía. Sólo desde la transcendencia del hombre hay una esfera personal e inalienable de libertad personal, familiar y social garantizada.
Es claro que debemos reaccionar y adoptar posturas más activas ante ese atropello.
frid
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