
Tuve la suerte enorme de ir a Madrid el día 10 de junio y dedicar parte de mi tiempo para estar y apoyar a las victimas de ETA y a sus familias. Y también compartir ese anhelo, el de la justicia, con mucha gente que estuvo y otros muchos que no pudieron venir.
Reconfortaba ver la mirada limpia y sencilla de la gente, sabiendo por qué estaban ahí. Porque queremos una España para todos. Y eso puede quebrarse si se construye la paz desde la injusticia con las víctimas y desde la indiferencia con el estado de Derecho.
Pedimos dignidad, respeto y concordia. Dignidad implica no ceder. Respeto que lleva a la justicia. Y concordia que es construir una España para todos, no vaya a ser que después de los diálogos de Zapatero los que quedemos deslegitimados seamos los inocentes.
Federico R. de Rivera
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