jueves, diciembre 27

¿Qué pasa cuando todo un pueblo vive como una secta? Los espartanos y el nacional-socialismo.


Mi amigo Abel ha escrito en Aragón Liberal un artículo sobre las sectas, interesante su digresión pero clásica. La secta aparece como un movimiento minoritario en un orden social justo y estable. Es la secta lo extraño y la justicia y el buen hacer lo mayoritario.

Pero no siempre fue así. Algunos deben de pensar que cuando los primeros cristianos empezaron a prosperar en el Imperio Romano ellos eran la minoría justa y equilibrada, mientras que "en nombre del Imperio" se practicaba la esclavitud, los derechos humanos dependían del capricho del Emperador y de los poderosos y había una relajación de costumbres todavía no superada en nuestro tiempo.

Pero hubo pueblos que se impusieron, como los espartanos, una disciplina y un sistema de "lobos", como diría Ton Holland en "El fuego persa". Un pueblo "civilizado" que tenía, entre otros, los siguientes principios: Era un pueblo y una raza llamada para dominar, los demás pueblos o eran esclavos o vasallos o enemigos, la familia se diluía en la comuna, había un pensamiento único y una educación para la ciudadanía colectiva, era un sistema continuamente competitivo de supervivencia del más fuerte y de mejoramiento de la raza, eugenésico, nacido para la guerra. Eran el "superhombre". Todos un sólo cuerpo, los hoplitas espartanos no reblaban y se sentían y sabían una unidad. Además, entre otros vicios, eran sodomizados desde la pubertad y el sexo se subordinaba a la generación de "ejemplares saludables"· Estaban sometidos al Estado, pero dentro de ello se veían a sí como los más libres de los hombres. Eran los seres superiores.

Hitler les admiraba y pudo ver en ese pueblo espartano su noción de raza, de pueblo de guerreros, la vocación de subyugar a los eslavos como los espartanos a los mesenios, el imperio de la raza, la eugenesia, la búsqueda del superhombre, además de un odio acervado a los judíos y al cristianismo.

Los Incas, los aztecas, los fenicios, los cananeos... con sus sacrificios humanos a las divinidades "esotéricas"... son otra muestra de "pueblos secta".

Quizá haya que pensar que los hombres hacen de una nación una secta cuando imponen en ella un pensamiento único, una razón de superioridad sobre las demás naciones, y la exaltación del poder como ejercicio de la fuerza.

Y en ese sentido es un camino hacia la secta, hacia la nación como secta el intento de imponer el "pensamiento único" derivado de la Educación para la Ciudadanía. También va por esa línea el "nacionalismo" excluyente de algunos catalanes y vascos que forman parte de la élite política española.

El superhombre nacionalista y el individuo uniformado del socialismo son dos frutos sectarios de pensamientos totalitarios y totalizantes.

Reflexionemos.

frid

No hay comentarios: