Por: Federico Rodríguez
Conversación a la salida del autobús con mi amigo Mariano Mérida. Me separan algunas cosas y me unen muchas con él. En esta ocasión estábamos de acuerdo ante la pregunta que nos suscitaba Gran Scala. ¿Es ese el progreso que queremos para Aragón? ¿No traerá mucho crímen, mucha familia destrozada, mucha prostitución, mucha mentalidad de "ganancia fácil"? ¿Será una isla en el desierto monegrino, o bien será una influencia nefasta para nuestros jóvenes? ¿Y el Gobierno de Aragón, hasta qué punto se va a implicar? Las preguntas, sin una respuesta única, tienen también un aire tendencial. La libertad humana nos permitiría resistir... pero a la mayoría no. La cultura del juego está causando serios problemas en las familias, es causa de separación, de violencia familiar, de ruina del hogar. La asociación de ex-ludópatas es más seria aún que la de ex-fumadores, y se codea con la de ex-drogadictos o ex-alcohólicos por el mal familiar y personal a los que deriva. No somos agoreros. La publicación de ACEPRENSA (ofrecido por Zenit) nos presenta una visión del asunto fuera de nuestras fronteras. "Según un estudio publicado por la firma auditora PricewaterhouseCoopers, los ingresos de juego mundiales se espera que alcancen los 144.000 millones de dólares en el 2011. Los gobiernos suelen argumentar que los impuestos sobre los ingresos del juego proporcionarán fondos para la educación, la salud y otras necesidades vitales. Sin embargo, un artículo del "New York Times" (7-10-07) revelaba que la mayoría del dinero que se consigue en las loterías se usa simplemente para sostener los mismos juegos. Además, el juego en los casinos trae consigo unos costes sociales significativos. Uno de ellos es el aumento del crimen. "The Wall Street Journal" (11-06-07) hacía referencia a un estudio publicado el año pasado en la "Review of Economics and Statistics", que mostraba que cerca del 8% del crimen en los condados con casinos está relacionado con la actividad del juego. Tomando en cuenta el conjunto de costes y beneficios de los casinos, el estudio concluía que introducir un casino da como resultado un coste neto para la comunidad local". Mi conclusión va a ser verdaderamente liberal. El juego es pura actividad comercial, nada beneficiosa para el entorno en donde se ubica. Generará riqueza, pero no es claro que Aragón se beneficie de ello. No debe contar con ayudas o subvenciones públicas. Sí puede contar con un seguimiento cauteloso de la Comunidad. Ni trabas ni ayudas. Pero si reflexionamos sobre qué desarrollo queremos, como dice Mariano, "en mi nombre no"; es decir: el desarrollo "sostenible" no sólo genera riqueza, sino que hace mejores a los hombres que desarrollan esas actividades. ¿El entorno del juego hace algún bien a alguien? frid
Ver también Aragón Liberal
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