sábado, febrero 10

De Juana, el megahermano.

El Megahermano
 
Poco importan ya a las masas,  edénicos paraísos con el río de la bondad y sus afluentes de la prudencia, justicia, templanza y fortaleza. Las grandes hermanos nacen de la nada. La virtud para ellos es carencia de la misma.

 En el circo de los medios, el engaño es el método de los héroes. En la historia de otros "héroes" no cuentan las miserias de cobardía, que ni aparecen en las cámaras del Ministerio de la Verdad,  puesto que no funcionan.

 Es el jardín del Edén creado por el poder orwelliano, de libres albedríos para  asesinos. La sangre es la sabia de los hooligans de la nueva paz. La materia prima para el Ministerio de la Paz. Juanita Calamidad no era cobarde.

El De Juana, ya sabemos que cuida su musculatura y cuida su físico con alimentación equilibrada, con chutes alimenticios forzados en la imaginación del gran público.

La estrella De Juana, no decepciona entre los que lo apoyan en nombre de los derechos humanos, que defienden parcialmente los que ni pueden verlo, ni los que lo apoyan y quieren colaborar en el nuevo régimen.

Este Megahermano es el fraude del sin cámaras, como lo es el engaño masivo al pueblo soberano, al igual que en las Autonomías pobres sus dirigentes  a todas las personas ponen un precio. Si no, el miedo y el acaparamiento de los medios de información.

El asesino múltiple no sufre ese agobio, en su fraude, de los que no ven lo que hace cuando encoge su bien cuidada barriga. Estaba confundido en comparar el eterno retorno del superhombre, con este fenómeno de la criminalidad con forma de boom mediático con olor a azufre infernal. Cuerpo cuidado defendido por el Ministerio de los Justos, alma podrida acompañada por las que sienten igual que ella y planifican su  futuro gobierno.

 Muy cerca de los asesinos queda el mal, mas allá  mucho más allá hoy día, está el lejano bien.

José Carlos Navarro Muñoz.

2 comentarios:

El Cerrajero dijo...

http://www.youtube.com/watch?v=eavCguRdVik

rasputinsky dijo...

Gracias, cerrajero, lo vamos a ofrecer a los lectores del liberal, pero sin acritud.