martes, febrero 13

Rajoy una necesidad. No caigamos en la crispación.



Personalmente soy crítico con los míos, porque al fin y al cabo les quiero "perfectos", lo que no puede ser. Pero en política hay que jugar a lo posible, no a lo soñado.

Mejor dicho, lo soñado tiene entrada en los idealismos que, tarde o temprano se estrellan y nos estrellan con ellos. Los que se empeñaron en "simplificar el mundo" en buenos y malos, siendo ellos los buenos motivaron guerras civiles, guerras de exterminio, conquistas sangrientas. Sí, soñaron unos con un mundo con todos rubios, altos y con ojos azules e hiper-inteligentes. Otros con la raza eslava, otros con la religión y la raza. Y fracasaron. También fracasó el idealismo colectivista, con más muertes que ningún paraíso. Y murieron millones y millones en la URSS, en China, en Camboya, en Vietnam, y se persiguió y asesinó a gentes inocentes, incluso en España donde mataban por ser "demasiado bueno".

Los riesgos de hoy están en manos de otro idealista que cree en el "infinito poder de la palabra", que desentierra agravios, crea crispación, descalifica y ningunea a los que no piensan como él. Tenemos a un Rodriguez Zapatero crispado y crispador que no siente ninguna vergüenza en tirar del mantel y arrojar el contenido al suelo para decir que es el otro el que se queja sin motivo. Destrozó la unidad de voluntades de los españoles en todo lo que tocó. Y aspira a ser el "rey en la tormenta del conflicto regenerado".

Ante ese provocador podemos reaccionar aceptando el guante y radicalizarnos. Le daríamos la excusa que continuamente está buscando. Y acabaríamos todos en menos de cuatro años en las checas.

Podemos responder con firmeza, buenos modales, creyendo en el Estado de Derecho y cargándonos de razones, afianzando al electorado y convirtiendo las elecciones próximas, municipales y autonómicas, y las generales del próximo año como una cuestión de "unidad" y de "vital importancia".

Esa es la vía que nos queda si queremos cambiar y retornar al espíritu de la concordia, a la Constitución y al "imperio de la ley" en armonía con la "conciencia".

Por eso necesitamos a un Rajoy, necesitamos la unidad y "tragarnos los pequeños rencores y diferencias", porque el bien común y nuestra propia libertad y seguridad jurídica está en juego.

Tened en cuenta que, enfrente no hay una persona normal sino alguien que parece padecer de "megalomanía" y que está jugando, como Hitler, pervirtiendo el sistema jurídico en el que fue elegido. Gobierna violentando la Constitución casi como único de sus objetivos en la política nacional.

Por tanto, unidad, y sin crispación, cambiemos cuanto antes de presidente.

frid




3 comentarios:

Soyunmendrugo dijo...

Me gusta eso de necesitamos a Rajoy. Pero parece que debes de vivir enotro mundo. Yo vivo en el mundo de Acebes y su continua pelea contra la verdad. Vivo en el mundo de Fede "El gran cabreador". Me gustaría saber quien crispa a quien.

rasputinsky dijo...

Necesitamos a Fede "el gran cabreador" porque sin él la derecha y el centro se habrían desintegrado. Necesitamos a Acebes y también a los hombres fuertes del Pp para que peleen el cuerpo a cuerpo, pero necesitamos a alguien con un perfil más sereno para que, con tiento, rehaga lo que ese cabrón (sic) ha desencajado. Estamos en el mismo mundo.
frid

Soyunmendrugo dijo...

¿Te refieres a recuperar el poder engañando a la peña con eso del "peleen cuerpo a cuerpo"?
¿La derecha se ha desintegrado alguna vez, salvo cuando murio el caudillo, que se peleaban todos para no quedar con el culo al aire?
En cuanto a maricomplejines (no lo digo yo lo dice el Fede) es cierto que es más sereno, pero eso debe ser por que es gallego. Ten cuidado que no se le de vaya a salir la vena nacionata.