El "progre" te comenta que para criticar y proponer están los periódos electorales. Que fuera de ese intervalo mínimo de decisión, es Rodríguez Zapatero el presidente de todos los españoles y merece acatamiento.
No es cultura democrática el discrepar. La elección del pensamiento único obliga a que debamos decir Amén a los mandatos, al decálogo socialista.
Pero yo tengo muy poca cultura democrática y cuando algo no me gusta, y no me gusta casi nada, critico la política de Zapatero. ¿Debo decir amén al "cordón sanitario contra el Partido Popular"? ¿Debo callar cuando se intenta reducir al silencio a las personas que tienen creencias, opiniones, sentimientos discordantes, aficciones diferentes?
La progresía ha elevado como dogma la consigna del consenso, también para "estar con el Gobierno" aunque se equivoque en la política antiterrorista.
Pero yo no digo que el Presidente robe ni que haya cometido un delito. ¿No puedo decir que se equivoca? ¿No puedo pensar y manifestar que creo que se equivoca en mucho, en muchísimo, en casi todo?
La "política del consenso" ¿es acaso la boca cerrada mientras violan a la doncella?
Mientras sigamos siendo demócratas, ahí va mi derecho al pataleo.
No, señor Presidente, no estoy de acuerdo con su política nacional de crispación, división, pactos con los separatistas, cordón sanitario a los demócratas y otras lindeces.
¿Soy por eso radical? ¿No lo será más bien el que nos niega incluso el derecho a discrepar?
frid
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